Por crisis energética, algunos escoceses eligen entre calentarse o comer

GLASGOW — A medida que se acercaba el invierno, un centro comunitario en el vecindario Easterhouse de Glasgow hizo lo que pudo para ayudar a aliviar el suplicio: comenzó a ofrecer un espacio cálido para las personas que luchan con los costos de la calefacción.

En el centro comercial de junto, las decoraciones navideñas brillaban, pero una de cada tres tiendas estaba vacía, una señal de los tiempos difíciles de la zona. En el segundo piso, la Iglesia Comunitaria de Easterhouse está usando calentadores portátiles para mantener calientes a los feligreses.

“Puedes ver el suplicio en los rostros de la gente”, dijo Stuart Patterson, el pastor de la iglesia.

Patterson figura entre los líderes religiosos, voluntarios, trabajadores comunitarios y dueños de negocios que han dedicado sus vidas a apoyar esta área descuidada durante mucho tiempo, una de las más desfavorecidas económicamente de Escocia. Pero con la inflación y los costos de la energía al alza, les resulta más difícil que nunca.

Easterhouse es sólo uno de varios lugares en Gran Bretaña donde la crisis económica está agravando las tensiones preexistentes. Algunos residentes temen no poder satisfacer sus necesidades básicas este invierno.

The Lochs, un centro comercial envejecido, ofrece una instantánea del deterioro en las comunidades de bajos ingresos. El centro está lleno de espacios comunitarios y negocios que muchos dicen que ahora se necesitan más que nunca.

No ayuda que la calefacción del centro comercial, propiedad del Ayuntamiento de Glasgow, no funciona. La mayoría de los clientes sentados en Wee Betty’s Cafe todavía llevaba puesto su abrigo de invierno mientras almorzaban, algunos frotándose las manos al tiempo que las temperaturas afuera caían justo por encima del punto de congelación. En el café difícilmente estaba más caliente.

“Lo que me asusta, especialmente con los mayores, es que están decidiendo entre calentar o comer”, dijo Shelley Quinn, de 47 años, propietaria de Wee Betty’s, sobre sus clientes.

City Properties Glasgow, que istra el centro comercial para el Ayuntamiento, dijo en un comunicado que los problemas de calefacción se debieron al envejecimiento de los equipos y que las piezas de repuesto ya no estaban disponibles. El consejo señaló a programas para apoyar a los residentes este invierno, incluyendo tarjetas de regalo de 105 libras, alrededor de 128 dólares, que se entregaron a hogares de bajos ingresos, cupones para ayudar a calentar hogares y centros de calefacción en la Ciudad.

Para enero, se calcula que el 61.5 por ciento de los hogares escoceses vivirán en la pobreza energética, lo que significa que gastarán más del 10 por ciento de sus ingresos netos en combustible, arrojó un estudio del grupo Child Poverty Action.

La Fundación de Salud Mental de Escocia encontró en un estudio que el estrés, la ansiedad y la desesperanza por las finanzas personales eran muy comunes en todo el País.

Muchos residentes de Easterhouse dicen que se ha hecho poco para calmar sus temores. “Mentalmente, puede ser bastante desalentador”, dijo Leanne Irwin, de 42 años, que visita Wee Betty’s con su madre, Joanne Doyle, de 65, la mayoría de los días para almorzar.

“Apago la calefacción y la mayor parte del tiempo me siento en la cama para mantenerme caliente”, dijo Doyle. “Simplemente miras tu dinero y piensas: ‘¿Adónde va?’”.

Por: MEGAN SPECIA