En 1984, Leonel Martínez de Venezuela compitió en la prueba de fosa olímpica en las Olimpiadas de Los Ángeles y terminó empatado en el puesto 41. Pero apenas tenía 20 años. Seguramente habría muchas más oportunidades por venir.
De hecho, Martínez volvió a calificar para los Juegos Olímpicos —pero no hasta octubre pasado. Después de una espera de 40 años, finalmente regresará a los Juegos de Verano de este año en París. Martínez, que ahora tiene 60 años, clasificó al terminar segundo en tiro al plato masculino en los Juegos Panamericanos, en Santiago de Chile.
“Yo lo veo así: la edad es solo un número”, dijo Martínez en una entrevista en español.
Ahora está concentrado en entrenar para París, donde competirá contra muchos atletas veinteañeros en un deporte en el que los competidores disparan a platos de arcilla en tiempos de fracciones de segundo.
Martínez conoció el tiro al plato a los 17 años cuando su padre, que competía internacionalmente, le prestó una de sus armas. “Casi de inmediato me encantó”, dijo.
Cuando Martínez llegue a París, será la culminación de un recorrido de cuatro décadas que a menudo ha conllevado sacrificios, dijo. Hubo días lejos de su familia, innumerables horas de entrenamiento y destellos de dudas, particularmente a medida que el tiempo transcurrido desde que compitió en Los Ángeles ha aumentado con cada año que pasa.
Martínez dijo que aún recordaba lo desconcertado que se sentía en Los Ángeles y cómo “todo parecía tan grande” en ese momento. Se fue sin medalla, pero dijo que había planeado regresar para los Juegos Olímpicos de Verano de 1988 en Seúl. Sin embargo, cuando regresó a Venezuela, rápidamente se sumergió en la vida normal. Abrió un negocio que fabricaba artículos desechables para profesionales médicos. Conoció a su esposa y tuvo dos hijos. Cuando llegaron los Juegos de 1988, se había retirado de la competencia profesional y decidió centrar toda su energía en su familia y su negocio.
Sin embargo, después de unos 25 años, dijo Martínez, vio que había alcanzado un lugar estable en la vida.
“Una vez que me di cuenta de que mi familia estaba bien y todos estaban bien encaminados, pensé: ‘Ahora puedo pensar en mí un poco’”, dijo Martínez.
En el 2011 empezó a entrenar de nuevo y le sorprendió la facilidad con la que recuperó los ritmos del deporte, dijo.
“El tiro al plato, a diferencia de otros deportes como el futbol, la natación o el tenis, es un deporte más mental que físico”, dijo Martínez.
Después de salir de su retiro, Martínez compitió en varios Juegos Panamericanos, incluyendo los de Guadalajara, México, en el 2011; Toronto, en el 2015; y Lima, Perú, en el 2019. En Guadalajara, dijo, inicialmente le preocupó competir con atletas más jóvenes. Pero cuando llegó a Lima, se sentía mejor compitiendo que nunca.
La edad y la madurez, dijo Martínez, han sido beneficios en el tiro al plato. “Mis emociones son diferentes y ahora sé que puedo controlar mis pensamientos y sentimientos”, dijo. “Por eso digo que estoy mejor ahora que en Los Ángeles”.
Martínez dijo que no estaba tratando los Juegos Olímpicos de París como una oportunidad para reflexionar sobre sus logros, sino como un viaje de trabajo para ganar una medalla. Y ya se puso un objetivo para después de París.
“Comencé mi trayectoria en Los Ángeles en 1984”, dijo. “Iré a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028 y volveré al lugar donde comencé”.
“Yo lo veo así:
la edad es sólo
un número”.
EDUARDO MEDINA
Y VICTOR MATHER. THE NEW YORK TIMES
BBC-NEWS-SRC: http://www.nytsyn.com/subscribed/stories/7052061, IMPORTING DATE: 2024-01-02 19:15:05