El mundo intensifica sus esfuerzos para buscar una tregua en Gaza

Los bombardeos israelíes en Gaza y las salvas de cohetes palestinos sobre Israel continuaron este martes en su novena jornada, mientras que en Cisjordania se recrudeció la violencia aumentando el número de víctimas mortales, que hicieron que la comunidad internacional intensificara sus esfuerzos para frenar la escalada bélica.

Desde que empezó el 10 de mayo este nuevo ciclo de violencia murieron al menos 223 personas, la gran mayoría palestinos. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá por cuarta vez para una sesión de emergencia el martes, pero Estados Unidos sigue oponiéndose a la adopción de una declaración que llame al "cese de la violencia".

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El presidente estadounidense, Joe Biden, acusado por su propio partido de falta de firmeza frente a Israel, expresó el lunes su apoyo a un "alto el fuego", en una nueva llamada telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Egipto y Jordania lideran la ofensiva diplomática para intentar detener la violencia entre Israel y milicias palestinas, una vez el movimiento islamista Hamás dijo este martes “no desmentir ni confirmar” las informaciones difundidas por medios israelíes sobre un posible alto al fuego con Israel y que entraría en vigor mañana desde las 6:00 a. m. No obstante, el gobierno israelí liderado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, no ofreció comentarios al respecto.

Estos rumores llegan en el marco de una creciente presión internacional para alcanzar un cese de las hostilidades. Francia presentó ayer una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en coordinación con Egipto y Jordania, que pide un alto el fuego. “Los tiros deben cesar, ha llegado el momento de un alto el fuego y el Consejo de Seguridad de la ONU debe abordar el tema”, precisó el Elíseo.

Los bombardeos de la víspera alcanzaron las oficinas de la Media Luna Roja catarí y la única clínica dedicada a la detección del covid-19 en este territorio asolado por la pobreza y bajo bloqueo israelí desde hace casi 15 años.

Entre el lunes por la noche y el martes por la mañana, el ejército israelí registró 90 ataques con cohetes desde Gaza en dirección al territorio israelí y atacó por su parte "65 objetivos terroristas" en el estrecho enclave de dos millones de habitantes.

Desde el 10 de mayo 3.440 cohetes fueron disparados desde la Franja de Gaza, indicó el ejército israelí, que precisó que un 90% fue interceptado por el sistema de defensa antiaéreo.

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"Destruyeron nuestra casa de dos plantas, íNo sé por qué nos eligieron a nosotros! Fue una noche aterradora y violenta", declaró a la AFP Nazmi al-Dahduh, de 70 años, un residente del oeste de la ciudad de Gaza.

Los misiles israelíes dejaron cráteres en la calzada y causaron destrozos en la red eléctrica, sumiendo a Gaza en la oscuridad.

Existe además el riesgo de crisis humanitaria, con casi 40.000 palestinos desplazados y 2.500 personas que perdieron sus hogares en los bombardeos. Israel había decidido el martes abrir el paso fronterizo de Kerem Shalom para llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

Pero lo cerró poco después a causa de disparos de mortero contra camiones con ayuda, indicó Cogat, el organismo israelí responsable de operaciones civiles en los territorios palestinos.

Las autoridades israelíes no especificaron inmediatamente cuándo se abrirá ni por cuánto tiempo. Desde que empezó el conflicto, 213 palestinos -al menos 61 niños- han muerto en Gaza y más de 1.400 han resultado heridos.

En el lado israelí, 10 personas -un niño- murieron y 294 resultaron heridas por el lanzamiento de cohetes. El movimiento islamista Hamás, en el poder en la Franja de

Gaza, amenazó con disparar más cohetes contra Tel Aviv si la aviación israelí "no deja de apuntar a civiles".

Decenas de sus misiles cayeron sobre el sur de Israel. El ejército israelí afirma haber apuntado a lo que denomina "el metro" -túneles subterráneos asegura permiten al movimiento islamista trasladar sus municiones- y a las casas de comandantes de Hamás, porque asegura que "almacenaban armas".

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En Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, el presidente Mahmud Abas pidió al enviado estadounidense Hady Amr una "intervención" de Washington.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió el enfoque diplomático "discreto" pero "intensivo" de Washington sobre este asunto.

El embajador de Palestina ante la ONU, Riyad Mansur, calificó este martes de “vergonzoso” el silencio sobre la situación que guarda el Consejo de Seguridad de la ONU donde continúa el bloqueo por la negativa de EE. UU. a respaldar el “cese de la violencia”, aunque el presidente Joe Biden, acusado por su propio partido de falta de firmeza frente a Israel, expresó el lunes su apoyo a un “alto el fuego”.

De otro lado, 26 países de la Unión Europea -todos menos Hungría- se pusieron este martes de acuerdo en pedir un "alto el fuego" entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, en una reunión extraordinaria de los ministros de Exteriores que no pudo terminar con una declaración conjunta sobre el actual conflicto por el veto húngaro.

No obstante, el "sentir general" de los ministros sí fue el de exigir un alto el fuego, dijo el alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, en la rueda de prensa posterior.

Si bien no cesaron los disparos de cohetes desde el enclave -que ya superan los 3.300 en estos nueve días- ni los bombardeos israelíes, se redujo la frecuencia de los ataques, que se dieron de forma más espaciada y con menor intensidad, mientras se urge por ayudas en Gaza.

AFP y EFE

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