Las alianzas que requiere el correísmo para desafiar reelección del presidente Noboa en Ecuador

Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador le dejaron al actual mandatario Daniel Noboa un triunfo “agridulce”, luego de que la candidata opositora Luisa González consiguió más sufragios de los que proyectaban los sondeos, algo que calificó como “histórico”, puesto que es el mejor resultado que obtiene el correísmo en una primera vuelta electoral desde que su líder, Rafael Correa, salió del poder en 2017.

(En contexto: Daniel Noboa y Luisa González irán a una segunda vuelta para las presidenciales en Ecuador)

Con el 98,31 % del total de las mesas de votación escrutadas, Noboa quedó en primer lugar (44,31 por ciento de los votos), seguido por una escasa diferencia de 0,48 por ciento de González (43,83 por ciento), según el Consejo Nacional Electoral (CNE), de Ecuador. En tercer y cuarto puesto se ubicaron Leonidas Iza (5,26 %) y Andrea González (2,71 %).

En otras palabras, con una diferencia entre Noboa y González de apenas 44.000 votos, la primera vuelta fue declarada como empate técnico y así llegarán a la segunda vuelta que tendrá lugar el próximo 13 de abril. 

Por ello, analistas coinciden que las alianzas que logren tejer ambos candidatos desde hoy hasta el día del balotaje para atraer los votos de Iza y Andrea González serán clave para llegar al Palacio de Carondelet. 

La llave, de momento, parece estar en manos de Iza, el candidato indígena del movimiento Pachakutik. Y es que con este empate que protagonizaron Noboa y González, el 5,26 por ciento un electorado podría inclinar la balanza a un lado o a otro.

“Hay que recordar que los movimientos indígenas y el correísmo tuvieron una relación complicada durante los 10 años de mandato de Rafael Correa. Hubo desencuentros, especialmente por el extractivismo en toda la región amazónica y eso provocó tensiones”, comentó a este diario Laura Lizarazo, analista de riesgo global de Control Risks, al ser preguntada si Iza podría tener más afinidad con González o Noboa.

Pero de acuerdo con Santiago Besabe, en su columna en el medio Primicias, “en segunda vuelta, González la tiene más fácil: negociar con Iza y capturar los votos de candidatos de Revolución Ciudadana que estuvieron en otros partidos. A Noboa se le pone cuesta arriba”.

Sobre Noboa, Besabe dice: "los votos de (Andrea) González también cuentan, desde luego, y eventualmente girarían hacia Noboa, pero no alcanzan. Ahí al candidato-presidente le toca buscar al menudeo".

Por ahora, ambos candidatos empiezan una larga maratón hasta el 13 de abril para tratar de atraer indecisos, en un país donde todavía hay una marcada dicotomía entre correísmo y anticorreísmo.

Noboa, quien no dio ninguna declaración el domingo, rompió el silencio y publicó este lunes un comunicado en el que se felicitó por “ganar en primera vuelta contra todos los partidos del Viejo Ecuador”. 

Sin embargo, los resultados que obtuvo fueron mucho menores a los que pronosticaron las encuestas en el país vecino, que lo ubicaban con una intención de voto entre el 46 y 48 por ciento, incluso, con posibilidad de ganar directamente en primera vuelta.

En contraste, los sondeos subestimaron ampliamente el desempeño de la opositora González, quien superó un techo que el correísmo no conseguía desde la época en la que Rafel Correa era candidato.

"Hemos roto la votación histórica de la Revolución Ciudadana de los últimos diez años", expresó jubilosa. El porcentaje de este domingo supera incluso el que el propio Correa obtuvo en 2006, cuando fue candidato por primera vez en unas elecciones presidenciales, en las que obtuvo un 22,84 frente al 26,83 por ciento de Álvaro Noboa, magnate del sector bananero y padre del actual presidente, a quien Correa derrotó en segunda vuelta.

El estrecho margen de los resultados entre ambos marca nuevamente el ambiente de polarización que vive Ecuador con Noboa como punta de lanza contra el correísmo, pero que este domingo demostró que cuenta todavía con una base fiel de votantes y que logró concentrar electores descontentos con el actual mandatario.

Para Lizarazo, una de las principales conclusiones de esta votación es que hubo una “sobreestimación” del actual presidente y candidato en las encuestas.

“Noboa llegó al poder capitalizando un sentimiento de frustración con la istración de Guillermo Lasso. Sin embargo, a diferencia de González, él no tiene un partido estructurado con una base programática. Además, González fue capaz de capitalizar la frustración que ha habido en estos últimos meses de su gobierno”, le explicó Lizarazo a este diario tras ser preguntada cómo logró González obtener un mejor resultado del esperado.

Cabe recordar que Noboa asumió en noviembre de 2023 un mandato presidencial de 18 meses –que termina en mayo de este año- luego de que Lasso declaró la “muerte cruzada”, una figura institucional con la cual los presidentes ecuatorianos pueden disolver la Asamblea y convocar a elecciones anticipadas, una “jugada” para eludir un juicio político en su contra.

Noboa no solo heredó un país inestable políticamente sino también una crisis de seguridad por cuenta de la ola de violencia que llevó a Ecuador a tener una tasa de 47 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de la región. Para ello, decretó un estado de excepción que trajo algo de calma durante los primeros meses. No obstante, en enero de este año se registró el mes más violento de la historia en el país vecino con unas 600 muertes.

Además, Ecuador sortea una crisis de energía que llevó al país a decretar cortes de luz de hasta 14 horas a finales del año pasado. Para Lizarazo, todo esto se conjuga y explican el sentimiento de “desencanto” y “crítica” respecto a la actual istración.

CARLO JOSÉ REYES

SUBEDITOR INTERNACIONAL

EL TIEMPO