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Bolsonaro vuelve a Brasil para liderar la oposición en medio de líos judiciales
El exmandatario estuvo tres meses fuera del país y no asistió a la posesión de Lula da Silva.
El exmandatario estuvo tres meses fuera del país y no asistió a la posesión de Lula da Silva Foto: Laurent Fievet y Evaristo Sa/AFP
El expresidente Jair Bolsonaro regresó este jueves a Brasil, después de permanecer tres meses en Estados Unidos, país al que viajó dos días antes de dejar el poder, en medio de un fuerte esquema de seguridad montado en el aeropuerto de Brasilia.
El líder de extrema derecha, que enfrenta varias investigaciones en diferentes instancias judiciales, se dirigió a la sede del Partido Liberal (PL), donde fue recibido en un acto privado por su esposa, Michelle, y por el presidente de la formación, Valdemar Costa Neto.
Bolsonaro volvió a Brasil como figura opositora susceptible de desafiar al gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
El vuelo comercial de la aerolínea Gol procedente de Orlando, que tenía previsto su llegada a las 7:10 a. m., hora local (5:10 a. m. en Colombia), aterrizó 25 minutos antes.
Por razones de seguridad, Bolsonaro salió del aeropuerto por una zona restringida, sin pasar por el vestíbulo, donde esperaban periodistas y decenas de seguidores, que llevaban banderas de Brasil.
Hemos estado esperando este momento durante mucho tiempo, desde el 1.º de enero
Unfuerte esquema de seguridad, en el que se han desplegado 500 agentes para reforzar la vigilancia del aeropuerto y sus alrededores, fue montado para la llegada de Bolsonaro, debido a las movilizaciones de los últimos días en redes sociales de sus seguidores.
El exmandatario de extrema derecha llegó a la sede del Partido Liberal (PL), donde anunció públicamente su regreso la semana pasada. Bolsonaro fue recibido con arengas y abrazos por sus seguidores.
El PL dio gran publicidad en redes sociales, aunque oficialmente no ha organizado un evento de bienvenida.
Imágenes de CNN Brasil mostraron al exmandatario saliendo en auto, con una importante escolta policial.
Bolsonaro no pasó por el interior del terminal donde lo esperaban unos 200 seguidores, muchos de ellos portando la bandera de Brasil y cantando "íEl capitán volvió!".
"Hemos estado esperando este momento durante mucho tiempo, desde el 1.º de enero", dijo a AFP Eva Melgaço, una empleada de un salón de belleza, de 46 años. Bolsonaro, de 68 años, viajó a Estados Unidos el 30 de diciembre, dos días antes de la ceremonia de asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, a quien nunca felicitó por su victoria, que consideró "injusta".
Esta semana, anticipó que pretende "recorrer Brasil, hacer política" y "mantener en pie la bandera del conservadurismo". El expresidente afirmó, no obstante, que "no va a liderar ninguna oposición", en declaraciones el miércoles a CNN Brasil en el aeropuerto de Orlando.
Simpatizantes del expresidente Bolsonaro lo esperaron a su llegada en la madrugada del jueves en el aeropuerto de Brasilia. Foto:EFE
El mayor líder opositor de Lula da Silva
(Lula) tendrá que gobernar ahora con una oposición articulada, luego de meses de dispersión. Eso puede hacer una gran diferencia
Como estaba previsto en su agenda, Bolsonaro se desplazó en seguida hasta la sede del PL, donde fue recibido por su esposa, Michelle, y el presidente del partido, Valdemar Costa Neto, para un encuentro privado, según la formación.
Luego se dirigirá a su nuevo domicilio, una casa en Jardim Botanico, un acomodado barrio de la capital a quince minutos del Palacio presidencial del Planalto.
El exmandatario (2019-2022) asumirá la semana próxima la presidencia honoraria del partido, formación mayoritaria en la Cámara de Diputados (99 de 513 diputados) y segunda fuerza en el Senado.
"La derecha se aglutina cada vez más", afirmó Bolsonaro, advirtiendo que "no puede haber colaboración" con el gobierno de Lula.
Luego de un trimestre prácticamente "callado" y sin "hacer oposición", el regreso podría suponer un desafío para la presidencia del izquierdista, según Jairo Nicolau, politólogo de la Fundación Getulio Vargas.
Se trata del primer debate para el balotaje del próximo 30 de octubre. Foto:AFP
Lula "tendrá que gobernar ahora con una oposición articulada, luego de meses de dispersión. Eso puede hacer una gran diferencia", aseguró Nicolau.
En las elecciones de octubre, el exsindicalista derrotó a Bolsonaro por un estrecho margen (50,9 por ciento frente a 49,1por ciento de los votos). Bolsonaro ganará un salario mensual de 41.600 reales (unos 8.000 dólares), según la asesoría de comunicación del PL.
Trabajará junto a la ex primera dama, que recientemente asumió la conducción de la agrupación de Mujeres del PL y es promovida como una posible candidata en el futuro.
Fotografía del avión en el cual regresó a Brasil el expresidente Jair Bolsonaro. Foto:EFE
Los problemas judiciales que Bolsonaro enfrenta
Paralelamente, el expresidente enfrentará dificultades con la justicia.
Es objeto de cinco investigaciones susceptibles de penas de prisión en el Supremo Tribunal Federal, la más reciente abierta por su posible rol como instigador del asalto a los tres poderes el 8 de enero.
Además, corre riesgo de ser declarado "inelegible" si es condenado en alguno de los 16 casos que se tramitan en el Tribunal Superior Electoral, que investiga posibles abusos políticos y económicos en las presidenciales de 2022.
Jair Bolsonaro es presidente de Brasil desde el 1 de enero de 2019. Foto:EFE
En uno de los casos, Bolsonaro fue acusado por su exministro de Justicia Sergio Moro de interferir en la policía para proteger a familiares sospechosos de corrupción.
También es investigado por difundir desinformación sobre el sistema electoral de urnas electrónicas.
Las otras dos pesquisas son por haber filtrado informaciones confidenciales de una investigación policial por un ataque cibernético a la corte electoral y por declaraciones sobre la pandemia de covid-19, cuando asoció la vacuna con un supuesto riesgo de contraer VIH.
Al dejar la presidencia y perder su fuero privilegiado, una decena de pedidos de investigación recibidos por el STF comenzaron además a ser derivados a primera instancia.
Entre ellos, es señalado por "subversión al orden" por su participación en actos con consignas antidemocráticas el 7 de septiembre de 2021, cuando atacó a jueces de la corte suprema y dijo que solo dejaría la presidencia "preso, muerto o con una victoria".
En el caso "muy poco probable" de que fuera condenado de forma definitiva y a las penas máximas por esos delitos, el expresidente enfrentaría casi 40 años de cárcel, según Carla Junqueira, abogada y doctora en Derecho por la Universidad de São Paulo.