'Unos 7.000' migrantes se encuentran actualmente en Bielorrusia

"Unos 7.000" migrantes se encuentran actualmente en Bielorrusia, 2.000 de ellos en la frontera con Polonia, afirmó este jueves la presidencia de Bielorrusia.

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Según la portavoz de la presidencia, Natalia Eïsmont, su país va a gestionar la repatriación de 5.000 migrantes, y la canciller Angela Merkel negociará con la Unión Europea (UE) un corredor humanitario para evacuar a los 2.000 restantes hacia Alemania, una información que fue desmentida este jueves por el ministro alemán del Interior en funciones, Horst Seehofer.

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"La Unión Europea va a crear un corredor humanitario para 2.000 refugiados del campamento (en la frontera) y nosotros vamos, dentro de lo posible y si ellos lo desean, actuar para repatriar a los otros 5.000", dijo. 

"Angela Merkel, según el acuerdo, va a negociar con la UE especialmente sobre la cuestión del corredor humanitario hacia Alemania", agregó.

Este anuncio tiene lugar al día siguiente de una entrevista telefónica entre el presidente bielorruso Alexander Lukashenko y la canciller alemana, la segunda en un semana.

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Según Eismont, unos 2.000 migrantes se encuentran actualmente en un campamento improvisado en la frontera con Polonia, mientras que entre 200 y 500 personas más están desperdigadas a lo largo de ese límite.

La Unión Europea acusa a Minsk de haber atraído a Bielorrusia a esas personas, en su mayoría oriundas de Oriente Medio, para luego llevarlas a la frontera con Polonia y provocar así una crisis migratoria como venganza por las sanciones occidentales en su contra.

El ministro alemán del Interior en funciones, Horst Seehofer, desmintió este jueves durante una visita oficial a Varsovia que Alemania se haya comprometido a acoger a un contingente de 2.000 migrantes procedentes de Bielorrusia.

"Es una noticia falsa," indicó Seehofer, en una rueda de prensa con su homólogo polaco y agregó que en situaciones de "amenaza híbrida", en referencia a la crisis fronteriza con Bielorrusia, abundan las informaciones fraudulentas.

El ministro subrayó que es preciso brindar ayuda humanitaria a las personas atrapadas en la frontera, puesto que son "instrumento de una pérfida estrategia", y que prestar asistencia va en consonancia con los "valores europeos", pero siempre en territorio bielorruso.

"Lo que no haremos será itirlos, ceder a la presión y decir que itiremos a refugiados en la Unión Europea," terció, dando a entender que esto supondría seguirle el juego al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.

Seehofer además salió al paso de las duras críticas a las conversaciones telefónicas de la canciller, Angela Merkel, con Lukashenko por parte de del Gobierno polaco, que la acusaron de actuar sin tener en cuenta a su país.

"Todo lo que hacemos lo coordinamos, lo hablamos y no hacemos política a espaldas de los socios, eso está claro," subrayó el ministro saliente, que hizo hincapié en que Polonia actúa en nombre de la Unión Europea y cuenta con el total apoyo de Alemania.

Además, recalcó que no está entre sus planes la introducción de controles fronterizos fijos en la frontera entre Polonia y Alemania, como piden parte de los sindicatos policiales alemanes, en respuesta al flujo migratorio procedente de Bielorrusia.

Unos 10.000 migrantes fueron interceptados en Alemania procedentes de esa ruta en lo que va de año. "Estamos de acuerdo en que esto no solucionaría el problema, estamos de acuerdo en mantener fronteras abiertas," declaró Seehofer.

Su homólogo polaco, Mariusz Kaminski, incidió también en la unidad de actuación entre ambos vecinos. "El problema es grande, lo estamos solventando juntos paso a paso y tenemos una valoración conjunta de lo que está ocurriendo," afirmó.

Kaminski destacó asimismo que se trata de un "problema político", puesto que "el régimen de Lukashenko está tratando de crear una ruta artificial hacia la Unión Europea".

Los ministros de Exteriores del G7 condenaron este jueves el “insensible” uso de migrantes por parte de Bielorrusia en sus fronteras con la Unión Europea (UE) y expresaron su solidaridad con los países comunitarios afectados por esa presión migratoria.

“Condenamos la orquestación por parte del régimen bielorruso de la migración irregular a través de sus fronteras. Estos actos insensibles están poniendo en peligro la vida de las personas”, indicaron en una declaración conjunta los ministros de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, así como el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Los países más industrializados del mundo (G7) dejaron clara su “solidaridad” con Polonia, así como con Lituania y Letonia, que por tener frontera con Bielorrusia “han sido blanco de este uso provocador de la migración irregular como táctica híbrida”.

Igualmente, instaron al régimen de Alexandr Lukashenko a “que cese de inmediato su campaña agresiva y explotadora para evitar más muertes y sufrimientos”, y subrayaron que las organizaciones internacionales deben tener “ inmediato y sin obstáculos” para brindar asistencia humanitaria.

“Las acciones del régimen bielorruso son un intento de desviar la atención de su constante desprecio por el derecho internacional, las libertades fundamentales y los derechos humanos, incluidos los de su propio pueblo”, recalcaron.

Por otra parte, los jefes de la diplomacia del G7 elogiaron la acción de la Unión Europea, “que trabaja en estrecha colaboración con los países de origen y tránsito para poner fin a las acciones del régimen de Lukashenko”, subrayaron.

“Continuaremos trabajando juntos para hacer que los responsables rindan cuentas y para apoyar a la sociedad civil y los derechos humanos en Bielorrusia”, concluyeron

Las autoridades polacas informaron este jueves de 501 intentos frustrados de cruces irregulares desde territorio bielorruso y de la expulsión de 31 personas, así como de un conato de asalto a la valla fronteriza.

El ministerio de Defensa polaco comunicó este jueves en un mensaje que el intento de asalto, llevado a cabo por "un grupo de unos cien inmigrantes" en la zona de Dubicze Cerkiewne fue rechazado con éxito.

El intento fue precedido de incursiones de algunos individuos para "dañar la valla" y cortar la alambrada, tras lo cual "los bielorrusos obligaron a los inmigrantes a arrojar piedras", según el ministerio de Defensa polaco.

Tomasz Krupa, portavoz de la Policía regional de Podlasia (este), en la frontera con Bielorrusia, afirmó también este jueves que durante la noche del miércoles se produjo un ataque con piedras a policías polacos, sin consecuencias, así como otros incidentes en Klukowice y Starzyna, en el este del país.

El incidente más grave ocurrido hasta ahora en relación con la crisis migratoria en la frontera polaco-bielorrusa tuvo lugar el martes pasado en el paso fronterizo de Kuznica, cuando se produjo un intento masivo y violento de traspasar la frontera y la policía polaca empleó cañones de agua. Como resultado de ese ataque, nueve policías polacos resultaron heridos, uno de ellos grave.

Por otro lado, el Parlamento polaco aprobó este miércoles una ley que tiene por objeto regular la situación cuando el próximo 2 de diciembre finalice el estado de emergencia vigente ahora en los casi 200 municipios fronterizos.

El texto contempla la prohibición del a las zonas designadas a los no residentes o personas que no trabajen en esa zona y especifica que "sólo en casos justificados y bajo ciertas condiciones" otros individuos, incluidos periodistas, podrán entrar o permanecer en el área fronteriza.

Un vuelo con más de 400 migrantes, la mayoría iraquíes que se encontraban desde hace días varados en la frontera de Bielorrusia y Polonia, despegó este jueves de Minsk con destino a Bagdad, según el programa de seguimiento de vuelos flightradar24.

"En el avión viajan 431 personas", dijo un portavoz de la embajada de Irak en Moscú. El vuelo IAW272 partió del aeropuerto de Minsk a las 15:42 hora local (12:42 GMT).

La portavoz de la Presidencia bielorrusa, Natalia Eismont, precisó en declaraciones a la agencia estatal BELTA que "la mayoría de los migrantes" que vuelan en la aeronave con destino a Bagdad son iraquíes. "Lamentablemente solo unas 400 personas expresaron el deseo de regresar", dijo Eismont.

A principios de agosto, Irak suspendió los vuelos a Minsk, después de que Bagdad fuera presionado por la comunidad internacional para frenar la inmigración ilegal de iraquíes que cruzan de Bielorrusia a Lituania, ante el aumento del flujo de migrantes hacia territorio comunitario.

El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó hoy a Occidente de utilizar la crisis migratoria en la frontera bielorruso-polaca para presionar al Gobierno de Bielorrusia, en una intervención ante la plana mayor del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

"No se puede no ver que los países occidentales utilizan la crisis migratoria en la frontera bielorruso-polaca como un nuevo pretexto de tensión en una región cercana para nosotros, para presionar a Minsk", dijo el jefe del Kremlin.

Acusó a Occidente de menospreciar los valores humanitarios que predica para los demás. "Vemos cómo se comportan hoy los efectivos polacos en la frontera. Ustedes lo ven en internet, en la televisión. Lo primero que viene a la mente es la pena por los niños. Allí hay niños pequeños, les echan agua, gases lacrimógenos, arrojan granadas...", dijo el presidente ruso.

Recordó que el Gobierno polaco en 2014, cuando el presidente de Ucrania era Víktor Yanukóvich, calificaba de inisible el empleo de ese tipo de medios por la policía contra la población civil en el Maidán.

"¿Y qué hacen ellos ahora" en la frontera bielorruso-polaca?, inquirió el mandatario. Agregó que Moscú es consciente de que hay problemas internos en Bielorrusia y aboga por el diálogo entre sus autoridades y la oposición.

Sin embargo, Putin subrayó que Rusia "continuará su política de fortalecimiento de vínculos y de profundización de los procesos integradores con Bielorrusia". 

Por otro lado, Putin, lanzó un inusual llamado este jueves y pidió al dirigente bielorruso Alexander Lukashenko, aliado suyo, a dialogar con la oposición, muy reprimida.

"Existen problemas, somos perfectamente conscientes, pero por supuesto que instamos al diálogo entre las autoridades y la oposición" bielorrusas, declaró Putin durante un discurso en Moscú.

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