Violencia de grupos armados en Colombia alcanzó niveles previos al acuerdo de paz: HRW

La violencia y los abusos cometidos por grupos armados como el Eln en Colombia aumentaron a tal punto durante el 2023 que alcanzaron niveles solo vistos en los años previos a la firma del acuerdo de paz con las Farc en el 2016.

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Eso, en líneas generales, es la conclusión central del informe anual de la organización Human Rights Watch (HRW) que fue entregado este jueves en su capítulo correspondiente a Colombia.

Según el reporte, la estrategia de paz total del presidente Gustavo Petro, pese a su enunciado, no ha logrado reducir esos índices.

“El acuerdo de paz de 2016 entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el gobierno puso fin a un conflicto de cinco décadas y trajo una reducción inicial de la violencia. Sin embargo, la violencia adoptó nuevas formas y los abusos por parte de grupos armados aumentaron en muchas zonas remotas y alcanzaron niveles similares a los que existían inmediatamente antes del proceso de paz. Casi un año y medio después de la llegada al poder del presidente Gustavo Petro, su estrategia de paz total no ha logrado reducir los abusos de grupos armados contra la población civil”, se afirma en el reporte.

De acuerdo con la organización, además de la violencia desatada por los grupos armados, los altos niveles de pobreza, especialmente entre las comunidades indígenas y afrodescendientes, y el limitado a la justicia también continuaron siendo graves problemas de derechos humanos en el país.

En su reporte HRW sostiene que en Colombia siguen operando numerosos grupos criminales que se financian con el narcotráfico y la minería ilegal y que siguieron cometiendo graves abusos contra la población civil.

“En 2023, los reportes sobre reclutamiento infantil y secuestros aumentaron. La fuerza pública y las autoridades judiciales no han protegido de forma efectiva a la población, ni garantizado un suficiente a la justicia ni avances significativos en el desmantelamiento de los grupos armados. El temor a minas antipersonales, las amenazas de grupos armados y la posibilidad de ser alcanzados por el fuego cruzado impidieron que 64.000 personas, en su mayoría indígenas, pudieran salir de sus comunidades entre enero y octubre, una situación conocida como “confinamiento”, sostiene el informe al mencionar algunos de los casos más notables.

También sostiene que para los primeros seis meses del año la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) reportó al menos 52 masacres y, según la defensoría de Pueblo, fueron documentados 150 asesinatos de defensores de derechos humanos y líderes sociales entre enero y noviembre del año pasado.

Así mismo, contabilizaron el desplazamiento forzoso y masivo de más de 56.000 personas, entre ellos afrodescendientes e indígenas Awá en Nariño, que son víctimas de los enfrentamientos entre las disidencias de las

Sobre los abusos cometidos por la Fuerza Pública la ONG destaca que se presentaron escasos avances en las investigaciones.

Entre ellas, la que se adelante por las 11 muertes en el Remanso —Putumayo— durante un operativo del Ejército y contra de la Policía por los abusos cometidos en las manifestaciones del 2019 y 2021.

Por otra parte, HRW sostiene que la Justicia Especializada para la Paz (JEP) hizo avances significativos en la investigación y el juzgamiento de crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, y destacó la acusación contra los máximos ex comandantes de las Farc y de varios oficiales del ejército.

También resaltó, como “decisión positiva”, la terna compuesta por mujeres que seleccionó el presidente Petro para el cargo de fiscal general.

El informe dedica otro segmento a la situación de los migrantes y resalta en particular la precaria situación que se está viviendo en la zona del Tapón del Darién.

“En 2023, cientos de miles de migrantes y solicitantes de asilo cruzaron el Tapón del Darién desde Colombia hacia Panamá; la mayoría se dirigían a Estados Unidos. El número de personas que cruza el Darién sigue aumentando, en gran parte impulsado por la continua migración de venezolanos. Durante su caminata de varios días a través del Darién, los migrantes y solicitantes de asilo de todas las nacionalidades con frecuencia son víctimas de robos y graves abusos, incluyendo violaciones sexuales. Quienes cruzan el Darién cuentan con poca seguridad o a la justicia y reciben poca asistencia humanitaria”, se afirma en el reporte.

El informe resalta, por otra parte, como la violencia basada en género, incluyendo la ejercida por grupos armados, está muy extendida en Colombia.

Según la organización, "la falta de formación en el tema y la deficiente implementación de los protocolos de tratamiento impiden el oportuno a servicios médicos y crean obstáculos para mujeres y niñas que buscan atención y justicia tras la violencia. Los responsables de crímenes basados en género rara vez son llevados ante la justicia".

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington

En X: @sergom68