La embajada de Estados Unidos en Colombia viene investigando de manera "sería y rigurosa" varios casos del llamado "síndrome de la Habana" que se habrían presentado en el país y cuyas víctimas serían ciudadanos de EE.UU.
Eso según un reporte de este martes en el diario Wall Street Journal que cita correos internos del embajador Philip Goldberg al personal de la embajada.
Según el Journal, al menos 5 familias, entre ellos uno niño, habrían reportado síntomas similares al llamado síndrome, que tomó su nombre desde que se reportaron los primeros casos en Cuba en el 2016.
La afectación es de orden neurológico y sus víctimas describen sentir ruidos agudos e inexplicables que se prolongan por 20 o 30 segundos. Desde entonces más de 200 estadounidenses, en su mayoría diplomáticos, han reportado síntomas similares en diversos países del mundo. A la fecha no hay consenso entre las autoridades a la hora de explicar el fenómeno.
En los correos internos, Goldberg informa que se han reportado "incidentes de salud inexplicables" (o UHI por su sigla en inglés), que es la manera como se declaran oficialmente este tipo de situaciones. Afirma, además, que se están investigando los casos de "manera sería, objetiva y con sensibilidad".
Una de las fuentes citadas por el Journal dice que una de las familias fue evacuada de Colombia para realizar evaluaciones médicas. Los primeros casos colombianos se habrían registrado a mediados de septiembre, justo cuando visitó el país el jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller.
Lo que hacemos es tomar muy en serio cada reporte que nos llega
Pero ahora quieren más relevancia ante la visita prevista la semana entrante del Secretario de Estado Anthony Blinken.
Tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado prefirieron no comentar sobre el reporte. Pero funcionarios en ambas dependencias dejaron claro que tomaban muy en serio estas denuncias.
En el 2017 el presidente Donald Trump acusó al régimen cubano de estar tras los ataques "sónicos" y eso, en parte, condujo a un franco deterioro de las relaciones diplomáticas, que se habían restablecido bajo Barack Obama.
Un informe interno del departamento de Estado divulgado este año sostiene que nunca tuvieron pruebas contundentes para acusar a La Habana y que Trump lo usó como pretexto para revertir el legado de su antecesor.
Algo que cobró más sentido cuando aparecieron casos similares en China, Austria, la India y Washington.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En Twitter @sergom68
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