¿Qué significa cuando alguien come sin tener hambre, según la psicología?

La acción de comer, que es tanto un hábito como una necesidad diaria, en ocasiones es interrumpida por la falta de apetito, estrechamente relacionada con la mente. El campo de estudio de la psicología señala al respecto que comer sin hambre puede tener su raíz en distintas cuestiones, tanto fisiológicas como psíquicas.

Frente a una mesa llena de platos con abundantes porciones de comida, cuando el estómago se mantiene cerrado no hay motivación que valga, todos los intentos por comer pueden ser ineficaces, pero existen situaciones en las que las personas se ven empujadas a comer sin tener hambre. En los últimos años, los especialistas en la psicología humana realizaron diversas investigaciones al respecto, y los hallazgos son sorprendentes.

El primer factor mencionado por el sitio Psicología y mente corresponde a los hábitos alimentarios, ya que en ocasiones un individuo ingiere un alimento solo por la costumbre diaria, sin tener una verdadera necesidad.

En otros casos, los indicadores de hambre y saciedad pueden estar desregulados a causa de distintos factores, como dietas restrictivas o la falta de atención a las señales internas. Estas situaciones llevan a las personas regularmente a comer sin hambre.

La psicología señala que uno de los factores más importantes en el acto de comer consiste en la influencia de la mente. Las emociones desempeñan un rol fundamental tanto en la elección de comidas como en la cantidad que una persona ingiere, y esta relación encuentra su mejor reflejo en las emociones intensas, como la tristeza o la ansiedad, que llevan a muchas personas a consumir alimentos de forma exagerada.

Por otro lado, los especialistas también indican que el aburrimiento puede llevar a los individuos a caer en la tentación de buscar distracción en la comida, llenando el espacio vacío con alimentos, incluso si no hay una verdadera sensación de hambre.