¿Por qué el sarampión debería preocuparme si vivo en Texas?

Las alarmas sanitarias se encienden en Texas ante el crecimiento exponencial de un brote de sarampión, que afecta principalmente a la región oeste del estado, catalogado como el más extenso que ha azotado al estado en las últimas décadas. 

El Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS, por sus siglas en inglés), ha confirmado que el número de contagios en Texas asciende ya a 709 desde que se detectaron los primeros casos a finales de enero. Esta cifra refleja un incremento de siete nuevas infecciones en comparación con la actualización emitida el pasado 6 de mayo.

Los expertos en salud pública anticipan la aparición de nuevos casos tanto en el área donde se originó el brote como en las comunidades circundantes. El DSHS, basándose en los datos epidemiológicos más recientes, ha identificado los condados que actualmente presentan brotes activos con transmisión continua de sarampión, estos son: 

A pesar del elevado número de casos confirmados, las autoridades sanitarias estiman que un porcentaje reducido, inferior al 1 por ciento (menos de diez individuos), se encuentra actualmente en la fase activa de contagio. Es crucial recordar que la ventana de contagio del sarampión abarca cuatro días previos y cuatro días posteriores a la manifestación de esta erupción cutánea.

El daño ocasionado por esta enfermedad en la salud de los texanos se evidencia en el elevado número de hospitalizaciones, alcanzando a 92 pacientes en lo que va del brote. Si bien esta cifra representa el total acumulado de personas que han requerido hospitalización, no indica el número actual de pacientes internados. Lamentablemente, la enfermedad ha cobrado la vida de dos niños en edad escolar. Ambos menores no habían sido vacunados contra el sarampión y no presentaban condiciones médicas preexistentes conocidas.

El Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS, por sus siglas en inglés) ha informado que la vacunación con dos dosis es la principal defensa contra el sarampión, mostrando una alta eficacia preventiva.

Para recibir la vacuna, puede acudir al médico de cabecera o a farmacias (para mayores de 14 años sin receta; menores requieren prescripción). También están disponibles a través de la Red de Seguridad de Vacunas para Niños y Adultos de Texas. La inmunización es clave para frenar la propagación.

La clínica de la Universidad de Navarra explica que el sarampión se diagnostica principalmente por sus síntomas clínicos, especialmente por las manchas de Koplik en la boca.

El sarampión comienza con fiebre alta, tos seca, secreción nasal y conjuntivitis. Posteriormente, aparecen manchas de Koplik en la mucosa bucal. Entre el tercer y quinto día, surge un sarpullido rojo que inicia en la cara y se extiende al cuerpo. También puede haber malestar general y pérdida de apetito.

Si hay dudas, se puede hacer un análisis de sangre para detectar anticuerpos. Es importante diferenciarlo de otras enfermedades exantemáticas como la rubeola, el exantema súbito o la escarlatina.