El modelo urbanístico que transformó el norte de Barranquilla

El norte de Barranquilla, en las últimas décadas, ha sido ejemplo de cómo consolidar una transformación urbana. Lo que antes era una zona periférica, con vocación minera, ahora es sede de nuevos barrios residenciales en los que además se destacan centros empresariales, de salud, comerciales, hoteleros y turísticos, en donde convergen capital nacional y extranjero.

Un actor clave en este proceso de transformación ha sido el Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, que, partiendo de un banco de más de 1.000 hectáreas de tierra con vocación minera, ha habilitado más de 840 hectáreas para dar origen a nuevos barrios, amplias vías, parques y equipamientos comunitarios, con una apuesta por la sostenibilidad y la inclusión social.

El impacto de estos proyectos se traduce en cifras reveladas por Grupo Argos: más de 108.000 metros lineales de vías construidas, varios kilómetros de ciclorrutas y más de 200 hectáreas de parques, zonas verdes y equipamientos habilitadas. 

Villa Carolina, La Castellana, Miramar, Río Alto y Alejandría son algunos de estos barrios que se han ido formando. Hoy, cerca del 33 % del recaudo predial del distrito proviene de estos nuevos barrios, desarrollados en las últimas dos décadas, aportando más de COP 150.000 millones anuales; recursos que se traducen en inversión social y obras públicas que benefician a toda la ciudad.

Según informó el Grupo Argos, en esta transformación urbanística se destaca un plan maestro que prioriza la creación de espacios públicos y verdes, promueve la llegada de sistemas de transporte complementarios y plantea una red urbana interconectada e inteligente.

“Una ciudad que, poco a poco, ha comenzado a girar en torno a sus parques, al mejor estilo de algunos referentes internacionales”, resaltaron desde Argos. Desde la implementación de este modelo, en la década del 2000, la compañía ha realizado inversiones sostenidas en infraestructura urbana.

No en vano líderes globales han destacado el avance urbanístico que ha tenido la ciudad. Según información de la Alcaldía de Barranquilla, en el Foro Urbano Mundial 12, celebrado el año pasado en El Cairo, Egipto, la ciudad se destacó como un “referente internacional, por lo que líderes celebraron los avances de la ciudad en sostenibilidad, inclusión y desarrollo”. Líneas a las que también le apunta el proyecto urbanístico de Grupo Argos.

Además, en 2023, la ciudad fue reconocida en Nueva York por el World Resources Institute con el Prize for Cities, entre 260 propuestas de 155 ciudades de 65 países. Barranquilla se destacó por ser un referente de inversión pública para la distribución equitativa de espacio público. De igual manera, ha sido nominada varias veces consecutivas al World Travel Awards, uno de los galardones más prestigiosos de la industria del turismo a nivel global.

Gracias a un trabajo articulado entre actores sociales, académicos, gremiales y privados, se ha logrado esta transformación urbana. Ejemplo de ello son las constructoras locales como Conaco, Metrópoli, AS Construcciones y Área, y nacionales como Marval, Bolívar, Amarilo, Colpatria, Apiros y Arquitectura & Concreto, así como industrias, cadenas comerciales, instituciones educativas y de salud.

Las comunidades también jugaron un papel importante, ya que entendieron que el primer paso para la transformación de la ciudad consiste en la apropiación de sus espacios.

De esta manera, durante las últimas dos décadas, la ciudad logró alinear los propósitos del sector público, la academia, la sociedad y las empresas para consolidar una visión compartida de ciudad que ha logrado atraer inversión global, desarrollar espacio público y aportar a una mejor calidad de vida de los barranquilleros. Este enfoque, sumado a iniciativas del sector público, ha contribuido a cerrar brechas significativas en el y calidad del espacio público, llevando a la ciudad hacia un modelo más equilibrado y habitable.

Este desarrollo urbano ha logrado atraer inversión privada en hotelería, hoy hay más de 1.000 habitaciones hoteleras. Además, se habilitaron 500.000 metros cuadrados al comercio, 200.000 metros cuadrados a oficinas y más de 25.000 metros cuadrados a cajas de compensación. También el sector cuenta con 100 camas hospitalarias y miles de estudiantes se benefician con universidades y colegios construidos sobre este terreno.

Una de las voces más influyentes en este proceso ha sido la del arquitecto Rafael Obregón, diseñador del Plan Maestro de Ciudad Salitre en Bogotá y asesor desde hace más de 20 años del Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos. Obregón ha sido una pieza clave en la construcción de un modelo de desarrollo urbano aplicado a esta gran extensión de tierra en Barranquilla. En un artículo publicado en la revista Dearq de la Universidad de los Andes, escribió:

“No es igual desarrollar 20 urbanizaciones de una hectárea, que una urbanización de 20 hectáreas. En el primer caso, se pueden construir 20 grupos de casas únicamente, mientras que en el segundo existe la posibilidad de construir una estructura urbana que genere parques, equipamientos y vías, garantizando la adecuada movilización peatonal y vehicular”.