Luego de realizar un estudio, la Procuraduría General de la Nación solicitó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abrir cuatro nuevos macrocasos por delitos cometidos en el marco del conflicto armado. Estos tienen relación con desaparición forzada, violencias basadas en género, desplazamiento forzado y utilización de medios y métodos de guerra ilícitos.
El Ministerio Público envió un análisis cualitativo y cuantitativo de cada uno de los hechos victimizantes que se recopilaron de diferentes fuentes de información, incluidas instituciones del Estado y las organizaciones de víctimas, que pidieron a la Procuraduría intervenir ante la JEP para que se materialice la selección de estos nuevos macrocasos y se cumpla con la obligación de juzgar los graves crímenes documentados por la Entidad.
Además, por la magnitud de la victimización de casos y la identificación de las prácticas "macrocriminales" perpetradas por actores armados a lo largo del conflicto, el ente de control pidió a la JEP que para estos casos se desarrollen estrategias de investigación que respondan a las demandas y afectaciones de las víctimas, con el propósito de superar las condiciones que llevaron a la ocurrencia de estos hechos y garantizar su no repetición.
Con respecto a la solicitud de apertura del macrocaso de violencia sexual y violencia basada en género, la Procuraduría identificó un universo de más de 2.000 víctimas en el que se enfatiza la instrumentalización del cuerpo de la mujer como una forma de ejercer autoridad y control por parte de los grupos armados, así como el impacto desproporcionado que estos hechos generan en niños, niñas y adolescentes y la población étnica y LGTBI.
Frente los hechos de desaparición forzada, la entidad indicó que estos afectaron a más de 80.000 víctimas, "constituyéndose en una práctica sostenida y deliberada por parte de los diferentes actores que son competencia de la JEP y que, a la fecha, registran altos índices de impunidad", según informó la Procuraduría en un comunicado.
Por otra parte, el órgano de control analizó el fenómeno del desplazamiento forzado a luz del daño generado a las víctimas, integrando un enfoque territorial y diferencial. Para la Procuraduría que se abra este caso "constituye un imperativo constitucional con alcance a las más de siete millones de personas que vieron obligadas a abandonar su lugar de origen, fraccionando sus formas de vida y exponiéndose a vivir en especiales condiciones de vulnerabilidad".
Por último, frente a la utilización de métodos y medios de guerra ilícitos, el Ministerio Público alertó sobre una serie de acciones indiscriminadas en contra de la población civil que se cometieron a manos de actores armados, entre ellas, actos de terrorismo, el uso de minas antipersonal y sensibles daños medioambientales, ocasionando enorme sufrimiento a las víctimas del conflicto armado.
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