Luego de que la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) denunció en una investigación que el Ministerio de Defensa fingió un ataque cibernético a las páginas de esa cartera y de otras entidades de la Fuerza Pública, en el marco de la promoción de una campaña, el ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, se refirió al tema.
Molano afirmó que nunca se dijo que la campaña, que incluyó poner un fondo negro y la frase "intento de bloqueo" en varias de sus páginas, fuera un ciberataque.
¿Se fingió un ataque cibernético a la página del Mindefensa?
Nosotros activamos una campaña digital que es una campaña de información y pedagogía para desmentir unas noticias falsas que habían salido acerca de la actividad de la Fuerza Pública y que apuntaban a deslegitimar esas actividades. Esa activación de esa campaña lo que buscaba era dar la oportunidad a los de la Fuerza Pública de decir qué se estaba haciendo, desmentir las noticias falsas y comunicar las reales.
La campaña incluía una actividad en la que se vestían de negro las páginas del Ministerio y de las Fuerzas, pero nunca se manifestó que era un ataque cibernético, digital o algo parecido, y de inmediato se dijo a la comunidad, a través de un video, la importancia de no caer en las noticias falsas.
Esas páginas quedaron en negro, pero ¿estuvieron caídas?
De ninguna manera, nunca estuvieron caídas las páginas ni suspendidos los servicios de información del Ministerio y las Fuerzas, lo que se hizo fue vestirlas de negro para hacer la activación digital.
Pero vestirlas de negro sí hacía creer que se habían caído...
Lo que está claro es que la campaña se activó con una frase que decía ‘intento de bloqueo’ para hacer la activación de la campaña, pero nunca se interrumpieron los servicios, nunca se dijo que era un ciberataque y lo que se buscaba era llamar la atención para poder hablar sobre las noticias falsas. Esas dos semanas no solo tuvimos ataques y vandalismos en las calles, sino que también se registró la publicación de hechos falsos, y se necesitaba ser contundentes para enfrentar esas informaciones falsas.
Nunca se interrumpieron los servicios, nunca se dijo que era un ciberataque y lo que se buscaba era llamar la atención para poder hablar sobre las noticias falsas: Diego Molano
Como usted mismo dice, era un momento difícil y había mucha zozobra. ¿Activar una campaña que incluía la apariencia de que habían atacado la página del Ministerio no generaba más zozobra?
Lo que generaba zozobra era la cantidad de noticias falsas, era tal la avalancha de esas informaciones que la gente no estaba escuchando lo que decía la Fuerza Pública, y por eso se acudió a una activación digital contundente para que se conociera que esas informaciones eran falsas y tener una pedagogía que evitara que se siguiera deslegitimando a la Fuerza Pública.
¿Para esa campaña puntual se contrató a alguien, se pagó algo?
En eso yo siento que hay una mala intención en el informe de la Flip; primero, porque a ellos les respondimos cuatro derechos de petición con todas las claridades. No es cierto que se hubiera firmado un contrato de 900 millones para esa campaña, el Ministerio tiene un contrato de prestación de servicios especializado con una compañía de comunicaciones por un periodo de nueve meses, el cual se inició en marzo y termina en diciembre, para diferentes actividades de comunicación, pero no fue algo específico para esta campaña. De hecho, esta campaña fue diseñada en los equipos de todas las fuerzas y estuvieron involucradas todas las fuerzas en su desarrollo.
Ese contrato asesora y acompaña varias estrategias, pero no se pagó por esta campaña que no tuvo ningún costo adicional; la agencia estuvo participando en las reuniones, pero el diseño fue con los equipos de comunicaciones de las Fuerzas. Ese contrato es público y no tiene nada que ver con perfilamientos ni con esta campaña puntual.
Ahora que usted menciona el tema de los perfilamientos, ¿qué labores realizaron ustedes en materia de ciberpatrullaje?
Nuevamente hay una mala intención de la Flip porque son tres temas diferentes: una es la campaña; otro, el contrato, y otra cosa, el ciberpatrullaje, que es una actividad que desarrolla la Policía, que la hace en el marco del estricto apego a la ley y que es una función de prevención y seguimiento de lo que sucede en redes sociales. Así como la Policía hace patrullaje en las calles, se hacen patrullajes en el mundo virtual y se actúa para prevenir delitos que pongan en riesgo la seguridad. Si, por ejemplo, hay una convocatoria para incendiar un CAI y citan por redes, pues allí actúa la Policía. Pero, claramente, nunca se hizo perfilamiento de supuestos enemigos ni nada de eso, se hicieron labores frente a delitos que se estuvieran cometiendo en la red o que podían activar hechos de violencia en las calles.
¿Eso lo hicieron solo en redes abiertas, requerían orden judicial?
Todo se hizo en redes abiertas y en el marco de las funciones de la Policía y con toda la legalidad. No se necesitaban órdenes porque se hace como parte de las funciones de la Policía, le reitero: es como el patrullaje que hacen los uniformados en las calles, y si se observa que se convoca para cometer un delito, pues se actúa.
¿Ese patrullaje fue a personas de izquierda, ONG?
De ninguna manera hubo seguimientos ni a ONG ni por temas políticos, se hizo seguimiento a todo aquel que podía ejercer una actividad delictiva, pero de ninguna manera ni se los bloqueó ni se los persiguió, no hay un solo proceso judicial por esa actividad ni ninguna judicialización, solo se activó de manera preventiva y todo con apego a la ley.
Viendo esto en retrospectiva y con lo delicada que sería una posible caída de una página como la del Ministerio, ¿cree que fue afortunada esa campaña?
Lo que es cierto es que en ese momento la Fuerza Pública estuvo bajo ataque en las calles y en las redes sociales, y como funcionarios públicos tenemos el deber de informar y hacer pedagogía sobre los ataques que se estaban registrando y buscaban deslegitimar a la Fuerza Pública; fue una semana en la que estuvimos bajo ataque de noticias falsas y teníamos que informar realmente lo que estábamos haciendo y por eso tuvimos que hacer una acción contundente y fue una activación digital.
En Twitter: @JusticiaET
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