La Contraloría emitió Advertencia Especial al gobernador de Córdoba, Orlando David Benítez, y a la gerente general de Aguas de Córdoba, Gloria Cecilia Cabrales, por la “posibilidad de pérdida de los recursos invertidos en el Sistema de Acueducto Regional San Jorge y el acueducto del Corregimiento Tierradentro del municipio de Montelíbano ($81.856 millones ya pagados en el caso del primer proyecto y en total más de $83.000 millones), si no se superan las problemáticas que impiden su conclusión”.
En un comunicado de prensa, el órgano de control señaló que un informe de la Contraloría Delegada para el Sector Vivienda y Saneamiento Básico encontró que en ambos proyectos es inminente la posibilidad de causar mayores costos porque existen continuos retrasos, lo que acarrea incrementos en los precios de los materiales y mano de obra.
Sobre el Acueducto Regional San Jorge, se señaló que está en riesgo de pérdida la inversión de los $81,856,604,966 ya pagados.
“Igualmente, al no haberse definido el operador, según compromiso adquirido por los alcaldes municipales, así se concluya el proyecto, está en riesgo su entrada en operación y no se tiene certeza de la existencia de póliza que ampare la ejecución de las obras a partir de su reinicio”, sostuvo la entidad.
Y frente al acueducto de Tierradentro, se dice que las suspensiones, prórrogas y retrasos han llevado a una ejecución de obras muy prolongada, y esto deteriora las instalaciones construidas, lo cual se suma a una difícil situación de orden público y la carencia de mano de obra, lo que para la Contraloría pone en duda la culminación del proyecto para la fecha estimada.
El vicecontralor en funciones de contralor general Carlos Mario Zuluaga, al referirse a ambos acueductos, manifestó que “debido a las suspensiones, prórrogas y demás vicisitudes ocurridas en los dos proyectos, la ejecución de las obras supera una década, tiempo en el cual las poblaciones beneficiarias (unos 150.000 habitantes) han mantenido la expectativa de contar con el suministro de agua potable de manera continua, lo que podrá verse frustrado si no se concluyen y ponen en funcionamiento este año”.
Zuluaga también cuestionó que el deterioro de las instalaciones ya construidas y el cambio de tecnologías eléctricas y electrónicas generan más costos pero además dificultan aún más la puesta en funcionamiento de los acueductos regionales.
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