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Así fue la cacería del colombiano señalado de liderar poderosa red mundial de estafa
Se le acusa del homicidio de un empresario en Caracas. Su búsqueda arrancó en 2015. ¿Quién es?
Edgar Alonso Valencia, solicitado en extradición por Venezuela. Foto: Archivo particular
Una muerte violenta, miles de dólares en estafa y viajes a diferentes partes del mundo. Esos eran los principales datos que manejaban las autoridades para ubicar a uno de los señalados líderes de una poderosa red de delincuencia internacional que delinquía desde Venezuela.
Sobre este hombre se registraban dos notificaciones rojas de Interpol por los presuntos delitos de estafa continuada y el homicidio de un empresario, pero su búsqueda terminó en junio pasado cuando de la Policía Judicial (Dijín) lo capturaron en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá.
EL TIEMPO tuvo al extenso expediente contra esta persona que reposa en el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ); en el documento se detallan las razones por las que un juzgado en Caracas lo solicita en extradición.
El presunto historial criminal del colombiano Édgar Alonso Valencia Quesada, según registro de las autoridades, arrancó en el año 2006 en el vecino país, cuando habría llegado a integrar las filas de una red criminal que se hacía pasar por asesores financieros y operadores del mercado bursátil en Venezuela, la cual estafó a cientos de personas.
Expediente sobre Edgar Alonso Valencia. Foto:Archivo particular
La red, cuyos tentáculos se extendían hasta Malta, Nueva Zelanda, Estados Unidos, México y Panamá, aba a sus víctimas en Venezuela, una vez que obtenía información de bases de datos de clientes de clubes, concesionarios de vehículos, hoteles, bancos, entre otros, y las citaban a lujosas oficinas para inspirar confianza y dar apariencia de ser una empresa sólida y responsable.
Una denuncia
Desde ese año y hasta noviembre de 2013, según las autoridades, el hombre oriundo de Barranquilla estuvo ligado a la organización y cumplió varios roles hasta llegar a ser el encargado de una de las compañías que hacía parte de la red.
De acuerdo con el expediente, Valencia Quesada, de 42 años, fue denunciado en abril de 2013 por el empresario Israel Enrique Castillo Orozco, quien indicó que había sido víctima de una estafa en la compra de dos supuestas máquinas para fabricar hostias. El denunciante indicó que, para la fecha, hizo una transacción de seis millones ochocientos mil seiscientos bolívares fuertes (unos 1.500 dólares a la fecha) a las cuentas relacionadas con Valencia Quesada y nunca recibió las máquinas ni la devolución del dinero.
La denuncia dio inicio a una investigación que derivó en la clausura, en diciembre de 2013, de la empresa en la que Valencia Quesada estaba al frente. En medio del procedimiento, el barranquillero fue capturado y privado de la libertad. Luego fue acusado por la Fiscalía de Venezuela por la presunta comisión de los delitos de asociación para delinquir, legitimación de capitales, captación indebida y resistencia a la autoridad.
La extradición de Forero Esparza está en manos del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. Foto:Cortesía TSJ
Sin embargo, el 20 octubre de 2015, Valencia Quesada recibió el beneficio de libertad condicional y a los dos días de esa decisión, el denunciante Castillo Orozco fue asesinado dentro de un restaurante en las inmediaciones del Palacio de Justicia de Caracas.
Las autoridades venezolanas presumen que el barranquillero “encargó el homicidio” de Castillo Orozco, toda vez que “había impulsado un proceso penal en calidad de víctima por el delito de estafa en contra de varias personas, entre las que se encontraba un sujeto de nacionalidad colombiana de nombre Édgar Valencia, quien se mantuvo privado de libertad por ese caso durante más de un año”, se lee en el expediente conocido por este diario.
El documento señala que desde el homicidio del empresario, el imputado Valencia “desapareció”, por lo que desde noviembre de 2015 se libró orden de aprehensión en su contra, lo que dio origen a la notificación roja de Interpol.
Sabíamos que frecuentemente se movilizaba por varios países de la región, pero cuando estábamos a punto de concretar su captura y llegábamos al sitio no lo encontrábamos.
EL TIEMPO conoció que desde noviembre de 2015, el barranquillero logró evadir “de forma misteriosa” a las autoridades. “Sabíamos que frecuentemente se movilizaba por varios países de la región, pero cuando estábamos a punto de concretar su captura y llegábamos al sitio no lo encontrábamos”, dijo una fuente ligada la investigación.
Fue así como el pasado 26 de junio, en las instalaciones del aeropuerto internacional El Dorado, Valencia Quesada fue capturado cuando regresaba de México.
Agente de Interpol. Foto:Archivo particular
Este diario estableció que en la actualidad se encuentra recluido en el pabellón 33 de extraditables del complejo penitenciario y carcelario de Bogotá conocido como La Picota.
Desde su captura, Valencia Quesada ha interpuesto varios habeas corpus para intentar recobrar su libertad. En las acciones manifiesta que en el abordaje del vuelo en México, no se le informó la existencia de nota diplomática existente.
“Nunca me han manifestado acerca de la nota en Colombia que haya realizado el Estado de Venezuela, que sería lo mínimo para que un colombiano en estas condiciones pudiese ser extraditado hacia Venezuela. De igual manera, cuando se me detuvo, no me leyeron los pormenores sobre qué autoridad me solicitaba en detención”, alega Valencia Quesada.
El pasado 20 de septiembre de 2023, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela declaró procedente solicitar a Colombia la extradición de Valencia Quesada.
La red y sus tentáculos
De acuerdo con las autoridades, la red de la que habría hecho parte Valencia Quesada, valiéndose de un falso sistema informático, captaba a sus víctimas y les hacía creer que operaba en las bolsas de Nueva York, Tokio y Londres, a través de distintas acciones, divisas y commodities (materias primas) como petróleo, plata y oro, para luego invitarlas a invertir en el negocio con un capital inicial de 10.000 dólares.
“Una vez que el cliente daba su aprobación, era ado por un ‘intermediario internacional’, que le indicaba que debía realizar una transferencia en dólares a una cuenta en un banco ubicado en Hong Kong”, se lee en el expediente.
Expediente sobre Edgar Alonso Valencia. Foto:Archivo particular
Posteriormente, al cliente se le otorgaba una clave y un para ingresar al sistema y si el cliente solicitaba un retiro parcial para asegurar su inversión, era sugestionado para que se mantuviera en el sistema.
“Al cabo de un tiempo el cliente recibía una llamada donde le indicaban que en una operación desfavorable se había perdido todo el dinero”, se describe en el expediente.
Las supuestas operaciones en la bolsa nunca se realizaron, y el sistema diseñado al que el cliente tenía nunca existió, ya que se trataba de un simulador que cualquier técnico en sistemas podría diseñar.
Las autoridades no han podido establecer el monto de la estafa, pero tiene registros de clientes que perdieron hasta 200.000 dólares.