Así se mueven los dos grupos que libran guerra por la coca en Putumayo

En el bajo y medio Putumayo han estado rodando unos panfletos y videos que anuncian el nacimiento de un nuevo grupo armado. Se autodenomina 'Comandos de la Frontera Ejército Bolivariano' (CDF).

(Lea además: Tras combates en la frontera, dos militares venezolanos mueren)

De hecho, hace una semana, los CDF hicieron llegar a varios periodistas de la región un video, de 10 minutos, en el cual se observan unos 50 hombres y mujeres en formación.

Portan armas largas, están vestidos con uniformes militares camuflados y tienen sus caras cubiertas con pasamontañas. La grabación fue la presentación oficial del grupo que se identifica como una organización política que lucha por los derechos de los campesinos y que, según afirma, se siente identificada con los ideales de la 'Segunda Marquetalia', el grupo de los ex-Farc 'Iván Márquez', 'Santrich' y el 'Paisa'.

Para el general Jorge Hernando Herrera Díaz, comandante de la Sexta División del Ejército, con jurisdicción en Putumayo, Caquetá y Amazonas, los 'Comandos de la Frontera' no son más que una red delictiva dedicada a la producción y comercialización de cocaína.

(Le puede interesar: Los graves hallazgos de investigación por noche de horror en La Modelo)

"En Putumayo tenemos dos grupos armados organizados residuales (disidencias de las otrora Farc) que se disputan el control del narcotráfico y cuyos jefes son objetivos de alto valor para la Fuerza Pública", aseguró.

De acuerdo con el Sistema de Monitoreo de Cultivos ilícitos (Simci), de Naciones Unidas, en Putumayo se detectaron 24.973 hectáreas sembradas de coca en 2019.

El general Herrera dijo que los CDF se conformaron a mediados del año pasado y que son la unión del frente 48 de las disidencias con lo que quedaba de las estructuras de 'la Constru', 'la Mafia' y los de 'Sinaloa', todos dedicados al narcotráfico, que terminaron debilitados por las operaciones de la Fuerza Pública en la zona.

Los comandos hacen presencia en la zona rural del Valle del Guamuez, San Miguel, Puerto Asís, Puerto Leguízamo y la franja fronteriza con Ecuador. Según el último reporte de amenazas, se estima que este grupo criminal cuenta con unos 292 hombres en armas.

Su jefe es Giovanny Andrés Rojas, alias Araña, quien viene de las disidencias del otrora frente 48 de las Farc y busca mantener el control de los cultivos de mata de coca, y las rutas de la droga por Ecuador –a través de Manta y Guayaquil– hacia Estados Unidos.

Pero los CDF, por ser una alianza de redes de narcos, han logrado mantener y fortalecer sus os con la 'Familia del Norte' y el 'Comando de Vermelho', los dos carteles de drogas más grandes de Brasil para la comercialización de cocaína.

La otra red criminal es el autodenominado frente 'Carolina Ramírez', que nace de las disidencias del primer frente de las extintas Farc. Su jefe es Ebimilec Eregua Torres, alias Alonso 45, quien tiene injerencia sobre Puerto Guzmán y Puerto Caicedo y cuenta con unos 127 hombres bajo su mando.

El comandante de la Sexta División dijo que los de la 'Carolina Ramírez' mantienen fuertes lazos con 'Gentil Duarte' e 'Iván Mordisco', en especial para fomentar el número de combatientes y el narcotráfico.

"Estas dos redes de narcotraficantes se disputan el control de los cultivos de uso ilícito, solo coinciden en amenazar y asesinar a los líderes sociales que están a favor de programas de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito", aseguró el oficial.

(En otras noticias: Las fotos del cargamento prohibido que paloma intentó entrar a cárcel)

En 2020, las disidencias habrían estado tras el asesinato de 17 líderes sociales en Putumayo. La mayoría estaba con las comunidades incitándolas a terminar con los sembradíos de coca.

El general Herrera señaló que hay una recompensa de hasta $ 200 millones por información que permita capturar a los cabecillas.

De hecho, en Putumayo se realizan dos operaciones de manera continua contra estas disidencias. El Comando Operativo Júpiter está a cargo de combatir a la 'Carolina Ramírez', mientras que la Brigada 27 de Selva está al frente de las acciones para acabar con los CDF.

El año pasado y en lo corrido del 2021, los militares lograron la captura de 27 disidentes y el sometimiento de 11, a lo que se suma la captura de 285 delincuentes comunes.

Sobre el terreno, en zonas selváticas se destruyeron 740 laboratorios para el procesamiento de la cocaína y se incautaron más de dos toneladas del estupefaciente y más de dos toneladas de marihuana.

Según el general Herrera, estos dos grupos, además, se dedican a extorsionar a los comerciantes y transportadores de la región y a cobrar el impuesto de gramaje a otras redes que quieran pasar su cocaína por las rutas que custodian.

(Le recomendamos leer: El relato de una madre que perdió a su hijo en el motín de La Modelo)

"En las zonas rurales, las cosas no han cambiado mucho. Ellos (las disidencias) ejercen la autoridad a través del fusil, como lo hacían las Farc. Nuestro temor es que recluten a nuestros jóvenes", le dijo a EL TIEMPO un mandatario de Putumayo.

La autoridad señaló que también se ha evidenciado que las disidencias presionan a los campesinos para que no dejen a los militares o policías adelantar las labores de erradicación forzada.

"Desde que haya coca, habrá violencia", puntualizó.

ALICIA LILIANA MÉNDEZ

Redacción Justicia