'El Eln quiere controlar frontera para propósitos geopolíticos' y 'tiene política de aniquilamiento': Delegación del Gobierno

La sangrienta arremetida del Ejército de Liberación Nacional (Eln) contra las disidencias de las Farc en la región del Catatumbo ha provocado al menos 30 muertes, entre ellas, las de siete firmantes del Acuerdo de Paz, según informó Camilo González Posso, jefe de la delegación de paz del gobierno con las disidencias de las Farc agrupadas en el Estado Mayor de los Bloques. 

González habló con EL TIEMPO de una "política de aniquilamiento sin precedentes" de parte del Eln contra la población firmante y se refiere al futuro de la mesa de diálogos con la estructura de las disidencias que directamente está siendo atacada en Norte de Santander. 

Precisamente eso se ha tratado tanto en el consejo de seguridad y en conversaciones directas que mantenemos con los delegados de la mesa donde están Andrey Avendaño, Richard, Javier y Leopoldo, que está en Cúcuta. Y el compromiso del gobierno por protocolos es proteger, darles garantías de seguridad a quienes participan en las conversaciones. Ese es de los puntos básicos para preservar las conversaciones. Hay un reconocimiento de la comunidad internacional, del gobernador y todos los sectores, de que el Gentil Duarte en el Catatumbo y en las zonas de su influencia, ese Bloque ha estado cumpliendo los compromisos de respeto a la vida de la gente y los compromisos firmados. Entonces se trata de defender ese proceso.

Hay que hacer una distinción entre lo que es una ofensiva del Eln después de dos años de una relativa calma en el Catatumbo, incluso más, y un entendimiento con el frente 33, que han decidido, desde sus máximas instancias, lanzar una ofensiva para controlar la frontera y la región del Catatumbo.

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No, creo que la fuerza pública y el gobierno, eso es parte de la decisión, el fortalecer la presencia en la región y de esa manera pues seguir funcionando las comisiones de trabajo. Tenemos reuniones en diferentes sectores de Norte de Santander y del Catatumbo. Pero también en otras regiones, en Antioquia, Caquetá y Meta. De modo que se continuará con una programación que tenemos hasta el 15 de abril por muy precisas peticiones del presidente de la República.

Ellos no han planteado ningún condicionamiento, hay un compromiso y una expresión de voluntad permanente por parte del gobierno de proteger a quienes están en conversaciones. Además están cumpliendo con los acuerdos. Los que están en la mesa del frente 33 y del frente Gentil Duarte están cumpliendo y eso se nota. Hay una comunicación permanente con ellos para tomar medidas que permitan su protección. De modo que eso está descontado. Pero hay una comunicación permanente con ellos para tomar medidas que permitan su protección especial en unas circunstancias que son extraordinarias.

Lo que corresponde y lo que se espera es que ellos se mantienen en el cese al fuego, en los compromisos de respeto a la población civil, de no responder al ataque del Eln a civiles, con ataque a civiles, eso es parte de los compromisos manifiestos, de no desarrollar ningún tipo de operación ofensiva contra la fuerza pública. Esos son compromisos firmados, que han sido refrendados en el día de hoy y que muestran también la decisión tanto del gobierno de ofrecer garantías a la mesa de conversaciones, como de estos bloques y del Gentil Duarte que está en el Catatumbo de mantener un comportamiento que le dé credibilidad a la paz.

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Pues sí desde final de año habían signos de recomposición de la situación, pero hubo conversaciones conocidas, nos comunicaron entre el frente 33 y el Eln que iban a mantener la tregua, de modo que esta situación fue una situación imprevista. Por eso la hipótesis que tenemos es que hubo traslado de gente de Arauca y del frente de Guerra Oriental para suplantar o sustituir a mandos en el Catatumbo que estaban acostumbrados a un entendimiento o a una distensión. Y esa es una situación distinta a la que advirtió la Defensoría del Pueblo en noviembre.

Porque en noviembre no había una decisión de mandos del Eln en el Catatumbo de pasar a una ofensiva ni mucho menos de asesinar a firmantes de paz de esta manera. Es que han hecho una campaña, los han perseguido en sus casas. Ya van siete y tienen otros cuatro retenidos. Y nada de esto estaba dentro de las respectivas alertas de noviembre. En cambio ahora lo que tenemos es una política de aniquilamiento, es algo que no tiene precedentes en ninguna región del país ni en toda la historia de los 450 asesinatos de firmantes de paz, pero en ninguna de las circunstancias se presentó algo tan macabro, tan absolutamente trágico como lo que se está dando en Catatumbo. 

Esta situación no se alcanzó a prever. No formó parte de las advertencias de la Defensoría. Es una realidad dolorosa y que forma parte de toda una estrategia que va mucho más allá y es que el Eln quiere controlar la frontera para sus propósitos geopolíticos y para sus estrategias a largo plazo.

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Creo que es mucho más que eso, por supuesto que hay intereses alrededor del narcotráfico pues el Catatumbo es uno de los mayores enclaves en Colombia de producción de hoja de coca y pasta base y también de ruta de armas. Pero aquí hay otro fenómeno que hay analizar, son los acomodos que se están dando en la frontera en vista de toda una situación internacional y otros componentes a los cuales no me quiero referir ahora. Es un problema conjunto en la frontera y de una estrategia de guerra por parte del Eln.

ANA MARÍA CUESTA

Editora de justicia [email protected]