En medio de un contexto de reactivación económica, una alta inflación y una posible mayor productividad hoy arrancan las discusiones del aumento del salario mínimo para el 2022.
Este incremento debería estar por encima de la inflación, que, a octubre, ya se ubica en 4,58 por ciento y al cierre del año, según el Banco de la República, llegaría al 4,9 por ciento.
Adicional a ello, habría que sumarle el dato de productividad, que los analistas esperan que sea más elevado este año debido a que muchas empresas empezaron a producir más que antes de la crisis, pero ahora lo hacen con menos gente.
Con ello, el aumento del salario mínimo sería este año mucho más elevado al incremento del 3,5 por ciento que se dio en este 2021 hasta los 908.526 pesos actuales.
Mientras que se prevé que las centrales obreras lleguen a la mesa con una propuesta del 10 por ciento, algunos analistas consideran que el dato debería estar rondando el 6 por ciento. En ese hipotético caso, quedaría en 963.038 pesos, sin contar el auxilio de transporte.
El aumento del salario mínimo sería este año mucho más elevado al incremento del 3,5 por ciento que se dio en este 2021 hasta los 908.526 pesos actuales
Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, advierte que de no tomar la decisión correcta se podría frenar la recuperación. “A través de una decisión equivocada del incremento del mínimo podemos frenar la recuperación que ya está teniendo el empleo. No podemos ponerle más costos a la industria de la producción colombiana de los que ya está teniendo por el incremento global del precio de materias primas y otros insumos”, indicó.
Algunos precandidatos presidenciales también han lanzado ya sus apuestas. Por ejemplo, el exministro Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático, propuso un aumento del 10 por ciento, mientras que para el también exministro Juan Carlos Echeverry, de Coalición Equipo por Colombia, es totalmente viable un incremento del 11 por ciento.
Entre tanto, en una declaración realizada por Aliadas, alianza de 16 gremios y asociaciones empresariales del país, estos expresan que las conversaciones deberán estar enmarcadas hacia la consolidación de la recuperación económica, el cuidado de las variables macroeconómicas y especialmente en evitar un espiral inflacionario.
“Además es necesario estimular la generación de empleo formal, que continúa por debajo de los niveles prepandemia en 685.000 puestos de trabajo al mismo tiempo que se desacelera la reducción del desempleo”, indican.
Por primera vez, el diálogo entre empresarios, trabajadores y Gobierno se dará con la participación de diferentes expertos que pondrán sobre la mesa los datos de informalidad laboral, las incidencias sobre la pobreza, la sostenibilidad fiscal de la Nación o efectos en el sistema de pensiones, entre otros.
Hay que recordar que el 15 de diciembre será el primer vencimiento legal para esta negociación.