Brasil, la generación después del 7-1 de 2014

Fue alrededor de 2015, cuando tenían entre 14 y 15 años, que Vini Jr., Antony, Rodrygo y Gabriel Martinelli comenzaron a recibir las primeras enseñanzas más complejas sobre la parte táctica del fútbol. Habían superado la primera etapa de formación de un jugador, la más centrada en los fundamentos del juego: remate, pase y centro. Estaban listos para dar el siguiente paso en los juveniles de Flamengo, São Paulo, Santos e Ituano.

Son la primera ola de deportistas en llegar a un Mundial formados tras la goleada de Alemania a Brasil en el Mundial de 2014. En muchos sentidos, lo que son en Catar es consecuencia de la victoria por 7-1 en el Mineirão.

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La mayor derrota en la historia de la selección en Mundiales trajo cambios en las categorías de formación. Definir una metodología de trabajo y registrarla en libros, cuadernillos, elegir un esquema táctico que sea vertical, utilizado por equipos de distintas edades, todo eso se ha convertido en un mantra por debajo del nivel profesional. España y Alemania fueron campeonas del mundo en 2010 y 2014, y sus obras empezaron a servir de espejo.

La parte psicológica de los jugadores comenzó a ser mejor asistida incluso en la base, con la inversión en el departamento de psicología y asistencia social.

Los más jóvenes de la selección de Catar crecieron en un ambiente dividido: por un lado, puristas del fútbol brasileño, de una idea de que el colectivo está al servicio de las individualidades; por otro, entusiastas de una visión más europea, en la que los talentos individuales deben estar al servicio del conjunto. El mejor ejemplo de ello son los equipos de Pep Guardiola. O la Alemania de Joachim Löw en 2014, sin grandes jugadores en términos ofensivos, pero colectivamente muy fuerte.

La CBF también tuvo que moverse tras la goleada sufrida en casa. En las categorías base, amplió el calendario, asumiendo la organización de los Campeonatos de Brasil Sub-17 y Sub-20 en 2015.

Además, ha crecido la presión por una mejor formación de los entrenadores brasileños. Reflejo de ello fue la Academia CBF, creada en 2016, una versión reformulada de los cursos existentes para técnicos. Los clubes, por su parte, comenzaron a buscar profesionales con licencia de la entidad para trabajar con las divisiones de base, aumentando la profesionalización en el sector.

Desarrollados en este escenario cambiante, Vini Jr, Rodrygo, Gabriel Martinelli y Antony partieron temprano a Europa. Tardaron poco en asentarse en las principales ligas del Viejo Continente. Los tres primeros pasaron breves temporadas en equipos B, antes de ser utilizados en el profesional. Antony, tras dos temporadas en el Ajax (HOL), emigró a Inglaterra.

Es un ascenso diferente a la ola anterior de jugadores brasileños con características de juego similares, como Philippe Coutinho, Willian, Douglas Costa y Bernard, que pasaron por una etapa mayor de maduración en equipos más pequeños antes de establecerse. 

BRUNO MARINHO

ENVIADO ESPECIAL DE O GLOBO, DE BRASIL -GDA