Es un hecho real: la Selección Colombia vuelve a sufrir por falta de gol. Casi todos los artilleros la están metiendo seguido con sus clubes y su talento no está en discusión. Pero a la hora de vestirse de amarillo, las dudas vuelven a surgir.
La última celebración colombina data del 9 de septiembre, cuando
Luis Díaz marcó el tercer tanto del triunfo 3-1 contra Chile, en el mejor partido de Colombia en la tercera etapa de
Reinaldo Rueda con la Selección.
Desde entonces pasaron 283 minutos y tres partidos de clasificación, uno de ellos, clave para haber sacado diferencia en la tabla: el juego contra Ecuador, que quedó marcado por las quejas por la pérdida deliberada de tiempo del rival, por el gol de Yerry Mina en tiempo de reposición anulado correctamente por el VAR y por la polémica del final.
“Generación siempre hubo: contra Uruguay tuvimos, contra Brasil tuvimos, contra Ecuador tuvimos. Son partidos muy competidos, muy equilibrados. En los tres juegos creamos situaciones de gol: en unas fallamos por falta de precisión nuestra y en otras, por virtudes del rival. En todos los juegos, siempre Colombia hizo una propuesta, teniendo varios hombres en el campo rival, buscando hasta el último minuto”, declaró Rueda luego del tercer 0-0 consecutivo.
Antes de ese juego, la situación era similar a la de hoy: un equipo en el que los delanteros la meten en sus clubes, pero en la Selección les estaba costando. Y eso se refleja en la tabla de posiciones de la eliminatoria: de los cuatro equipos que están hoy en zona de clasificación directa a Catar 2022, Colombia es el que menos goles ha marcado: 16. Eso sí, supera a todos los que están por detrás en la tabla, salvo Bolivia, que lleva 17.
Preocupa al cuerpo técnico
De parte nuestra, darles toda la confianza, seguirlos respaldando, creer en ellos, creer que seguro lo van a lograr
Si se contaran solamente los partidos que la Selección ha disputado desde que regresó Rueda, Colombia tiene la cuarta delantera de la eliminatoria, con 10 goles en 8 partidos, superada por Brasil (14) y Argentina (13), ambas con un partido menos, y Bolivia, que lleva 12. Las cifras de los demás equipos son flojísimas e incluso solo un equipo lleva al menos un tanto por partido: Chile. Mal de muchos...
El tema, sin embargo, no deja de preocupar al cuerpo técnico de la Selección, que quiere que unos jugadores que han mostrado un buen rendimiento en sus equipos lo reflejen también cuando se visten de amarillo.
“Naturalmente que ellos quieren porque ha sido la constante con sus clubes. El doctor (Orlando) Caicedo (psicólogo) ha sido un apoyo importante para ellos con sus psicoterapias por todo lo que hemos vivido en otras selecciones”, señaló el DT.
“De parte nuestra, darles toda la confianza, seguirlos respaldando, creer en ellos, creer que seguro lo van a lograr. De lo poco que trabajamos siempre hacemos finalización, siempre trabajamos en lograr esa parte coordinativa, la parte fina, que el jugador se acostumbre siempre a ese objetivo grande que es el gol”, agregó.
En busca de alternativas
Rueda sigue convencido de que el problema de la Selección es por el remate y no por la generación de juego. Y las cifras parecen darle la razón: desde que el vallecaucano regresó al equipo, Colombia es el tercer equipo con más remates al arco en la eliminatoria: 35 en ocho partidos, solo superado por Argentina (52) y Brasil (42), en ambos casos, con un partido menos.
En cuanto al porcentaje de efectividad (calculado como porcentaje de goles anotados con respecto a los tiros al arco), Colombia es tercero, con 28,6 por ciento; superado, increíblemente, por Bolivia (35,3 por ciento) y Brasil (33,3 por ciento).
Rueda quiere mejorar ese porcentaje, y por eso amplió el ramillete de ataque para esta fecha contra Brasil, el 11 de noviembre, en São Paulo, y Paraguay, cinco días después, en Barranquilla.
“Son momentos y rachas de los goleadores. Lo hemos tocado en los análisis de video cuando se ven las situaciones esas que parecen increíbles, pero que se les dan en el juego a ellos y a todos los jugadores del mundo”, señaló Rueda en su momento, y agregó: “Seguro esos hombres no van a hacer muy felices en el momento más oportuno”.
El técnico, a los siete habituales atacantes de las últimas convocatorias, le sumó dos nombres nuevos: Diego Valoyes, un extremo de 25 años, con tres años de experiencia en Talleres de Córdoba, y Cristian Arango, a quien ya había llamado a un microciclo de la Liga local cuando estaba en Millonarios y ahora, en un gran momento en la MLS, con Los Ángeles FC.
Salvo Luis Fernando Muriel, a quien le ha costado volver a sus buenos números con el Atalanta, todos los delanteros convocados llegan en un gran momento con sus clubes (véase gráfico). Por eso quiere mejorar esas cifras.
El de mejores números, curiosamente, es Arango, con la salvedad de la liga en la que juega. Lleva 13 anotaciones, con un detalle: mientras que en Millonarios jugaba retrasado, con remate a la puerta, pero apoyando también a Fernando Uribe, en Los Ángeles es delantero en punta.
Colombia tiene dos partidos clave en noviembre, sobre todo el de Paraguay, al que debe tratar de mantenerle la ventaja de cuatro puntos. El regreso del gol es imprescindible.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes