Harry Kane festeja con Bayern Múnich al ritmo de 'We are the Champions' su primer título y el fin de la maldición

A sus 31 años, Harry Kane, el capitán inglés, al fin lo ha conseguido: ganar su primer título para poner fin a lo que parecía una maldición, y lo hizo con el Bayern Múnich, que conquistó matemáticamente su 34.º título en la Bundesliga gracias al empate del Bayer Leverkusen, segundo, en Friburgo por 2-2 en la 32.ª y antepenúltima jornada del torneo alemán. Kane por fin celebra.

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Pese a su brillante carrera como jugador y su instinto para marcar, Kane era la burla de los seguidores en todo el mundo tras no haber conquistado el menor título ni con el Tottenham ni con la selección inglesa. Pasaron 12 temporadas en Tottenham sin festejos, y eso que peleó la Premier, la FA Cup e incluso la Champions League hasta la final. 

Incluso la temporada pasada, en la que emigró a Alemania por 100 millones de euros para ganar títulos con la apuesta segura del Bayern Múnich, el club bávaro cedió la corona de la Bundesliga al Bayer Leverkusen, tras un reinado ininterrumpido de once años, agrandando aún más la leyenda del inglés como derrotado. 

Y con la selección inglesa llegó a jugar la final de la Euro 2024, lo que era para los fieles hinchas el fin de años de ayuno de títulos (desde el Mundial de 1966), pero también se escapó contra España. 

Este domingo, con el título certificado y real, Kane pudo desahogar su grito atorado, el de campeón, poniendo fin a las burlas. Kane esperaba que la vida le floreciera y por fin celebra. En sus redes sociales, Kane tuvo como primera reacción, tras el pitido final en Friburgo, publicar el emoticono de un trofeo, sin texto, pero agregó un video en el que aparece cantando con sus compañeros al ritmo de 'We are the Champions', la famosa canción de Queen.

Fueron demasiados años de espera y una fiesta en la casa de la familia Kane que se anticipa de antología. ¡Llevaban toda la vida esperando por ella!

La mala suerte parecía eterna con el atacante inglés, pues el sábado su equipo se alistaba para celebrar su corona cuando vencía 3-2 al Leipzig, y sin su presencia por acumulación de amarillas. Eso ya era el colmo para Kane. Sin embargo, el delantero confiaba en el título. 

“Sería bonito silenciar a algunos que solo hablan de eso en mi carrera”, confesó antes. Uli Hoeness, presidente de honor del Bayern, lo resumió de la siguiente manera: “Si alguien se lo merece, es él”. 

Kane vio desde la tribuna cómo su equipo se perfilaba para ganar el título, las cámaras lo enfocaban y se le veía contento pese a no poder jugar ese partido. Pero la maldición no se había roto y él no lo sabía. Kane bajó al campo de juego esperando el pitazo final para festejar con sus compañeros, sin imaginar lo que pasaría, que el destino lo amargaría una vez más con un empate agónico de sus rivales, con un gol anotado por Poulsen, al minuto 94...

Harry Kane fue pieza vital para este título, pues se ha mantenido como killer casi infalible del equipo: si el año pasado anotó 36 goles y dio 8 asistencias, en lo que va de temporada ha marcado 24 tantos y dado 8 pases de gol, además de otros once goles en la Liga de Campeones. 

El inglés marcó 60 goles en sus primeros 60 partidos con el Bayern de Múnich y cuenta con muchas opciones de convertirse en el primer futbolista de la historia del campeonato alemán en proclamarse máximo goleador en sus dos primeras temporadas. El título certificado ayer viene a recompensar una carrera remarcable y un instinto goleador como pocos en los últimos años en el fútbol europeo. Kane festeja.

EFE Y AFP