En la anterior entrega de Des-cifrando Colombia exploramos
la historia de los censos en el país. Ahora es momento de conocer algunas de las principales respuestas que revelan los datos del CNPV de 2018:
¿cuántos somos?, ¿dónde estamos? y, algo aún más interesante, ¿qué tanto hemos envejecido?En Colombia fueron censadas efectivamente 44.164.417 personas en el 2018, de acuerdo con el Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane). Luego de revisar el porcentaje de omisión, que fue del 8,5% del total de personas en hogares particulares, se llegó a la conclusión de que en Colombia, para ese año, había 48.258.494 personas.
El sexo femenino, por decirlo de alguna forma, es la mitad más uno. Del total de personas que había en el 2018, 51.2% eran mujeres (24.685.207) y 48.8%, hombres (23.573.287). Eso sí, para el 2020 en Colombia ya habría 50.372.424 habitantes, según las proyecciones del Dane. Y para este año, la cifra ascendería a 51.049.498 personas.
El país aún es joven, pero está envejeciendo
Al revisar las edades de las personas, resalta que 3 de cada 4 colombianos tienen menos de 50 años. Además, el grupo de edad que más personas tiene es el de 20 a 29 años, con un total 8.176.460 (16,9% del total de la población); y el que menos, es el de mayores de 100 años, con menos de 22 mil personas (0,04% del total de la población). Así era la distribución de la población colombiana por rangos de edad y según el género en el 2018:
En la actualidad,
el país “más viejo” en el mundo es Mónaco (Europa), puesto que la edad media de sus habitantes es de 55.4 años. El más joven es Níger (África), con un promedio de edad de 14.8 años, según
“The World Fact Book” de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés). La media de edad en Colombia es de 31.2 años, de acuerdo con el mismo portal. ¿Pero cómo está distribuida la población de acuerdo con la edad?
En nuestro país, el departamento con más personas menores de 50 años con respecto al total de sus habitantes es Guainía. Es decir, del total de 44.431 personas efectivamente censadas en Guainía en el 2018, 39.375 (88,6%) eran personas que tenían entre 0 y 49 años. El resto, 5.056 personas (11,4%), tenían entre 50 y 100 o más años.
Muy de cerca a Guainía le siguen Vaupés y Vichada, en donde el 88% de sus respectivas poblaciones también son menores de 50 años. Eso sí, en ningún departamento hay más personas mayores de 50 que menores de 50.
De hecho, en todos los departamentos, salvo Quindío y Caldas, más del 70% de la población es menor de 50 años. En Quindío, del total de personas efectivamente censadas (509.640), el 68,4% (348.602) eran personas menores de 50; el resto, 31,6% (161.038) tenían más de 50 años. Le sigue Caldas, en donde el 68,9% de su población es menor de 50 años.
Aunque en todo el país aún hay más personas menores de 50 que mayores, entre el censo de 2005 y el de 2018 hubo un cambio bastante notorio, puesto que disminuyó el porcentaje de personas con edades entre los 0 y 19 años. Por ejemplo, mientras que en 2005 el 20,54% del total de la población tenía entre 0 y 9 años, en 2018 este porcentaje descendió a 15,85%.
Por otro lado, en 2018 aumentó el porcentaje de personas con más de 20 años con respecto al 2005. Esto sucede en todos los grupos decenales desde esa edad, pero los puntos porcentuales de diferencia son mayores en los grupos de 50 a 59 años y de 60 a 69 años.
En la siguiente gráfica puede ver cómo ha cambiado la distribución de la población por edad entre el 2005 y el 2018:
Un país mayoritariamente urbano
Al revisar los datos del censo, resalta que la mayoría de colombianos vive en cabeceras municipales. Según el Dane, para el 2018, 36.424.653 personas (75,5%) vivían en cabeceras municipales; el resto, 11.833.841 (24,5%) residían en centros poblados o rurales dispersos. Esto quiere decir que 3 de cada 4 colombianos vive en zona urbana. Además, casi la mitad de toda la población, el 45 %, se concentra en las 32 ciudades capitales de cada departamento.
En esta gráfica podrá ver cuántas personas viven en cada departamento, así como su distribución entre las zonas urbanas y rurales:
De los 32 departamentos, el más denso es San Andrés y Providencia, que tiene 44 km2 de extensión y en 2018 tenía 61.280 habitantes. Allí hay 1.392,7 personas por cada kilómetro cuadrado. Le sigue Atlántico, con 748,4 personas por cada kilómetro cuadrado; Quindío, con 292,6 personas por cada km2 y Risaralda, con 227,9 personas por cada km2.
En contraste, el departamento menos denso poblacionalmente es Guainía, que tiene una extensión de 72.238 kilómetros cuadrados y, para 2018, contaba con 48.114 habitantes. Esto hace que ni siquiera haya una persona por cada km2. Lo mismo sucede con Amazonas y Vaupés.
En el caso de las capitales de los departamentos, la más densa es Barranquilla, con 7.267 personas por cada uno de sus 166 kilómetros cuadrados de extensión. Luego sigue Medellín, con 6.271,7 personas por cada km2. En tercer lugar está la capital de Colombia, Bogotá, con 4.618,4 habitantes por cada uno de sus 1.605 km2.
Las ciudades capitales menos densas son Puerto Carreño, con 1,7 personas por cada km2; Mitú, con 1,8 personas/km2, e Inírida, con 1,9 personas por km2.
Al compararlo con otros países, Colombia es un país poco denso, con 45,9 personas por cada kilómetro cuadrado, de acuerdo con las estimaciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (Onu) para 2020.
El país más denso es Mónaco, que tiene apenas 2 kilómetros cuadrados de extensión. Según el departamento de la Onu, para 2020 tendría 26.338 personas por cada kilómetro cuadrado. En contraste, el menos denso es Groenlandia (que hace parte del Reino de Dinamarca), con 0,1 personas por cada km2.
Algunos de los retos para hacer el censo de 2018 fueron los mismos del pasado
De acuerdo con el Dane, “los censos de población y vivienda representan la mayor fuente de información sociodemográfica para un país”. Sus datos son fundamentales para la toma de decisiones en la istración pública. Además, según la entidad, son la base de los sistemas estadísticos nacionales, son el sustento para la definición de representantes gubernamentales y se utilizan para diversas investigaciones y análisis.
El Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV) de 2018 fue el que proporcionó la información más actualizada y, por tanto, vigente en el país. Este censo “abarca la totalidad del territorio nacional, correspondiente a 32 departamentos, 1.101 municipios, 20 áreas no municipalizadas y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina”, según el Dane.
Cada uno de los 18 censos que se han hecho en el país desde su independencia ha tenido sus propios obstáculos. Por ejemplo, a principios del siglo XIX, no existían lineamientos o consensos internacionales para levantar la información, por lo que los métodos, los cuestionarios y la presentación de los resultados variaba mucho en cada país.
El interés por perfeccionar y estandarizar los censos se originó a mediados del siglo XIX en el continente europeo y poco a poco se fue expandiendo al resto del mundo. No obstante, en Sudamérica, la velocidad y efectividad con que se acogieron los lineamientos propuestos por las organizaciones internacionales varió en cada país. Colombia, en comparación con sus vecinos, empezó ese proceso de forma tardía. Debido a los cambios en su organización istrativa y a las guerras civiles, no dispuso de cifras censales de carácter nacional entre 1870 y 1912.
La geografía del país es un gran reto para garantizar la exhaustividad en términos de cobertura que requiere una operación de esta envergadura.
A principios del siglo XX, los mayores retos que enfrentó Colombia para la elaboración de censos fueron de tipo logístico, de acuerdo con Estrada. Era una época en la que todos los procesos se llevaban a cabo manualmente pues no se contaba con sistemas automatizados. Por ejemplo, “si la boleta censal se llenaba mal, entonces se perdía la información”, relata.
Estrada menciona que otras dificultades de esos años estuvieron relacionadas con la falta de una tradición estadística fuerte. A veces los funcionarios eran designados según filiaciones políticas y no por conocimiento, además los sueldos para esos cargos públicos eran muy bajos.
Y aunque, según la experta, las dificultades que tuvo Colombia no fueron muy distintas a las de otros países de América Latina, sí existieron factores diferenciales. Uno de ellos fue el tamaño y la distribución del territorio.
“Colombia en el siglo XIX era un territorio sobre todo rural, entonces los lugares estaban muy distanciados. En el siglo XX, con el desarrollo de las ciudades se concentrará la población, pero habrá dificultades importantes para llegar a muchos territorios. Hoy ocurre lo mismo”, dice Estrada.
El Dane le da la razón a la historiadora, pues la entidad considera que la geografía del país “es un gran reto para garantizar la exhaustividad en términos de cobertura que requiere una operación de esta envergadura”.
Durante el operativo de campo se contrató un personal operativo de 41 mil personas, incluyendo renuncias del personal.
La información de la población y las viviendas fue levantada por internet y de forma presencial. De acuerdo con el Dane, el eCenso (censo electrónico) se realizó entre el 10 de enero y el 12 de abril de 2018. Gracias a este “se logró recolectar el 12,5% de la información poblacional”, dice el Dane. Por su parte, el operativo de campo (puerta a puerta) se efectuó entre el 18 de abril y el 30 de octubre.
La entidad también menciona que las restricciones presupuestales implicaron dificultades en cuanto al manejo eficiente de los recursos de transporte para la movilización de los equipos de censistas y supervisores. Según el Dane, “durante el operativo de campo se contrató un personal operativo de 41 mil personas, incluyendo renuncias del personal”.
“Por otra parte, circunstancias institucionales, económicas y ambientales afectaron el adecuado funcionamiento de la operación en 2018”, dice la entidad. Para ejemplificar, menciona el difícil a áreas con problemas de orden público o restringidas, los fenómenos naturales, las deficiencias en infraestructura vial y de comunicaciones y el trabajo en regiones con baja cobertura de servicios públicos.
De hecho, este último aspecto limitaba el uso de los dispositivos móviles de captura de información y otras herramientas tecnológicas. Otro inconveniente se relacionó con “las fallas en las plataformas tecnológicas de soporte en el censo electrónico, así como en el apoyo de la coordinación operativa de todos los colaboradores y los elementos necesarios para realizar las actividades en todo el país”, de acuerdo con el Dane.
Conozca acá algunas de las respuestas del Dane a las dudas que se tienen sobre los censos y sobre el CNPV de 2018:
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EL TIEMPO