Pregunta la lectora Lucía Sierra: ¿De dónde sale la mala fama del número 13?
Respuesta: De la Última Cena. En ella estaban 13 personas, Jesús y sus 12 apóstoles. Jesús le dice a Judas que se vaya a hacer lo que tiene que hacer. Judas se va, vende a Jesús por unas monedas de plata y, después, arrepentido y desesperado, se suicida. A raíz de ese relato bíblico, se cree que siempre que se reúnen 13 personas, una muere.
Y la mala fama del número 13 se extiende al 13 de cada mes, especialmente si es viernes, porque Jesús muere un viernes. Casi nadie se casa un 13. En los aviones no hay puesto 13. En edificios de más de 13 pisos se suele destinar el piso 13 a maquinaria y no a vivienda.
Sin embargo, no faltan quienes ven el número 13 como un número bendito para rifas, loterías, celebración de eventos y reuniones, pensando que, por ejemplo, el 13 de mayo la Virgen María bajó de los cielos a Cova de Iría (1917) y que el papa Francisco fue elegido sumo pontífice el 13 de abril del 2013.
La familia Robledo Uribe creó la Fundación Colombiana Pro Sacerdotes, para ayudar a seminaristas pobres, y ubicó su sede en pleno centro de Bogotá, nada más ni nada menos que en la calle 13 n.º 13-13, donde funcionó por muchos años. Por la mala fama del número 13 podría pensarse que nadie se acercaría por allí, pero los que se atrevieron a ir salieron con jugosas ayudas que les permitieron pagar sus estudios en seminarios de Colombia y de Europa.
Concordancia
Cita: “Quién en Bogotá, cachaco de corbatín o foráneo, transeúnte desprevenido, caballero de postín (...), no han gozado con los disparates de La Princesa?”.
Comentario: Si se quita la larga lista de incisos explicativos, es claro que la frase va en singular: “Quién en Bogotá no ha gozado con...” y no “Quién en Bogotá no han gozado con...”. El exceso de incisos puede llevar a ese error. Y una anotación ortotipográfica: al escribir apodos, el artículo va en minúscula, el Tigre, el Tren, el Divo de Juárez, el Hombre Marlboro, la Princesa.
Fin
Cita: “Después de 128 años, por fín un presidente costeño”.
Comentario: La palabra fin no lleva tilde, por ser monosílaba. Hay 13 monosílabos tónicos que se tildan para distinguirlos de sus iguales átonos, tú, él, mí, sí (pronombre), sí (adverbio), más, qué, quién, cuál, cuán, dé (verbo), sé (verbo), té (sustantivo), por ejemplo, “dé algo de ayuda”, “sé que se fue ayer”, “tú estás en tu salsa”, “quería más, mas no tanto”, “me avisa si vuelve en sí”, “¿que le preste qué?”.
Los monosílabos que no están en esta categoría no se tildan. Fue, dio, vio, fe, hui, huir perdieron la tilde en 1952, y Sion, ion, rio (se rio del chiste), truhan, guio (los guio a la cumbre), lio (lio su cigarillo de marihuana) perdieron la tilde definitivamente en el 2010. El monosílabo “fin” nunca se ha tildado.
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FERNANDO ÁVILA*
*Experto en redacción y creación literaria
@fernandoav