En Neuquén, Argentina, una joya gastronómica se encuentra escondida. Olvídese de los típicos sándwiches de los restaurantes de cadena; en cambio, atrévase a probar las delicias que traen los negocios de ‘la vieja guardia’ para usted.
Así es. Ese lugar del cual se está hablando últimamente en redes sociales no tiene servicio a domicilio y ni siquiera tiene un nombre formal; sin embargo, es reconocido por vender emparedados de medio metro de largo y tener una conmovedora historia detrás.
Se trata de los productos de Don Víctor Gutiérrez, más conocido como ‘El abuelito de los sándwiches’, un hombre de 67 años que gracias a internet tuvo un golpe de suerte que le ayudó a hacer su sueño realidad: llegar al corazón de los comensales con el poder de la gastronomía.
Con dos trozos de ternera apanada, cuatro tajadas de jamón de cerdo, mucho queso, huevo, lechuga y tomate, el ‘Sándwich de Milanesa’ de Gutiérrez era un manjar que muy pocos disfrutaban hace unos días.
De hecho, de acuerdo con una entrevista realizada por el medio de comunicación argentino ‘Todo Noticias’, el hombre vendía máximo una unidad diaria en sus días más exitosos. Pero todo eso cambió cuando la usuaria de Twitter Mariana Soriano (@MariSoriano) trinó sobre el desafortunado caso.
“Hay un abuelito en la calle Entre Ríos y 9 de julio que tiene una rotisería y no vende nada. Háganse el favor y cómprenle: medio metro de sándwich de milanesa por $2.000 (aproximadamente 50 mil pesos colombianos)”, escribió el pasado 2 de enero, invitando a sus seguidores a probar tales delicias.
Fue entonces cuando la vida del hombre tuvo un giro de 180 grados y, por primera vez en dos años, pudo vislumbrar la luz del éxito.
“Vendía algún sándwich cada tanto. Uno por día, a veces. Para hoy me encargaron 50 y tuve que poner tope porque no doy abasto. Estoy muy agradecido por tener trabajo y por las muestras de cariño que me envían”, mencionó Don Víctor en ‘TodoNoticias’.
Una oportunidad en medio de la crisis
El hombre de 67 años, en efecto, es ‘un abuelito’. Tiene dos hijos y cuatro nietos que siempre lo han apoyado en los negocios que ha emprendido desde que se mudó a Neuquén.
“Tenía un restaurante propio con 20 empleados y me fundí (es decir, que se quebró). Nunca tuve el éxito que tengo hoy”, comentó en la entrevista.
Desde hace 45 años ha experimentado en las artes culinarias para brindar a sus comensales una experiencia inolvidable. Sin embargo, los múltiples intentos que tuvo fueron un fracaso debido a la crisis económica y la falta de oportunidades en el mercado.
No obstante, dos años después de su jubilación Don Víctor se vio obligado a emprender de nuevo en el mundo gastronómico, ya que, según lo comentado para un medio argentino, "la pensión no le alcanzaba para nada".
Fue así como montó un pequeño negocio de comidas en el que, además de los sándwiches, prepara porciones de cerdo apanado a la napolitana en un tamaño ‘XXL’, hamburguesas ‘familiares’, ‘hamburpizzas' y empanadas fritas.
Por otro lado, el trino que disparó su popularidad tiene hasta el momento más de cuatro millones de visualizaciones, 10 mil retuits y 82 mil ‘me gusta’.
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