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Un estudio científico asegura la peligrosa consecuencia de dormir boca arriba
Expertos indican que dormir en esta potura podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.
Aunque dormir boca arriba puede ser una postura cómoda para algunos, también puede desencadenar serios problemas de salud en otros. Foto: iStock
Un reciente informe científico ha puesto en evidencia que dormir boca arriba, una postura frecuentemente recomendada por muchos especialistas en salud, podría no ser tan inofensiva como se creía.
Según la investigación liderada por expertos de Advanced Brain Monitoring, esta posición puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, entre ellas el alzhéimer.
El análisis se centró en individuos con enfermedades como alzhéimer, parálisis supranuclear progresiva, trastornos del espectro de Parkinson y deterioro cognitivo leve, buscando cómo la posición para dormir influye en el sistema de "aclaramiento glifático".
Dicho proceso es clave para eliminar neurotoxinas del cerebro acumuladas durante el día. Los científicos descubrieron que quienes duermen más tiempo boca arriba tienden a acumular más toxinas cerebrales, lo cual podría estar relacionado con el inicio de la neurodegeneración.
El presidente de Advanced Brain Monitoring, Daniel J. Levendowski, destacó que esta postura compromete la eficiencia del sistema de limpieza cerebral, lo que ocasiona una acumulación de neurotoxinas desde la mediana edad, con posibles efectos que podrían aparecer hasta 20 años antes de los primeros síntomas cognitivos.
Los hallazgos del estudio, basados en datos obtenidos mediante el dispositivo Sleep Profiler, mostraron que personas con enfermedades neurodegenerativas pasan más tiempo durmiendo boca arriba que aquellas sin dichas condiciones.
Uno de los descubrimientos más alarmantes del estudio es la conexión entre dormir boca arriba y la apnea del sueño, un trastorno en el que la respiración se interrumpe durante el descanso.
Los investigadores advirtieron que esta postura facilita el colapso de las vías respiratorias, incrementando el riesgo de episodios de apnea. Este problema no solo afecta la calidad del sueño, sino que también eleva el peligro de padecer hipertensión, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones cardíacas.
Las personas que sufren problemas respiratorios como la congestión nasal o el asma también podrían verse más afectadas por esta postura. Al dormir boca arriba, la gravedad contribuye a la obstrucción de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.
Aunque el estudio encontró una relación entre la postura al dormir y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, esto no significa que todas las personas que duermen en esta posición desarrollarán dichas patologías. Sin embargo, los investigadores subrayan la importancia de mantener una buena higiene del sueño y atender cualquier trastorno que pueda ser un factor agravante. Un sueño reparador es esencial para el funcionamiento cerebral adecuado y podría reducir el riesgo de neurodegeneración.
Las personas con problemas respiratorios como congestión nasal o asma pueden verse más afectadas por esta postura. Foto:iStock.
El psicólogo Joseph De Koninck, profesor emérito de la Universidad de Ottawa, sugirió que dormir de lado podría ser más favorable a largo plazo. Sin embargo, señaló que la postura inicial al acostarse no necesariamente se mantiene toda la noche.
Además, la Fundación Pasqual Maragall, dedicada al estudio del alzhéimer, ha indicado que la falta de sueño de calidad, incluido el insomnio, es un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad.
Según la fundación, “el insomnio afecta regiones cerebrales relacionadas con las etapas tempranas de la enfermedad”, lo que refuerza la idea de que el sueño puede ser tanto un síntoma como un desencadenante de la demencia.
El informe concluye que, aunque dormir boca arriba puede ser una postura cómoda para algunos, también puede desencadenar serios problemas de salud en otros. Los expertos recomiendan evaluar las condiciones personales de cada individuo y estar atentos a posibles síntomas durante el descanso, como ronquidos fuertes o interrupciones frecuentes del sueño.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.