Latina casi es rechazada en aeropuerto de Estados Unidos por este comportamiento; su experiencia en el ‘cuartico’: ‘Pensé que me iban a regresar’

Una mujer mexicana vivió momentos de tensión al llegar a Estados Unidos para asistir a un evento familiar. Brenda Martínez, quien viajaba con su hijo, fue seleccionada para una inspección migratoria que se tornó complicada debido a una respuesta que generó confusión. “Pensé que me iban a regresar a mi país’”, dijo tras superar el incidente.

El viaje comenzó en territorio mexicano, donde Brenda se preparaba para tomar un vuelo rumbo a Estados Unidos. Justo antes de abordar, fue llamada por personal de la aerolínea para un control adicional. 

Según explicó en un video que compartió en su cuenta de TikTok, “a punto de abordar, nos nombró a varias personas para que fuéramos y pasáramos a revisión”.

Tras completar ese paso, pudo abordar el avión junto a su hijo y volar sin inconvenientes. A su llegada al aeropuerto estadounidense, recogió su equipaje y se dirigió al área de migración.

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Al ver que no había fila en migraciones, sintió alivio. “Me sentí la más afortunada, porque no había fila para pasar”, expresó. Sin embargo, esa tranquilidad se desvaneció rápidamente cuando comenzaron las preguntas de los oficiales migratorios.

Primero fue entrevistada su tía, quien no respondió ante la consulta sobre el propósito del viaje. Fue entonces cuando Brenda intervino y dijo: “Venimos a un bautismo”.

Cuando le tocó el turno, el oficial combinó preguntas en inglés y en español. Le tomaron las huellas digitales y notaron su incomodidad. “Estás muy nerviosa, relax, relax”, le dijo el funcionario. Brenda intentó mantenerse serena, pero la tensión seguía siendo evidente.

Al ser consultada sobre su ocupación, respondió que era ama de casa. La situación se tornó aún más tensa cuando le preguntaron por su esposo. Ella respondió de forma poco clara: “Me puse renerviosa. Mi esposo estaba en México. Entonces yo en mi cambio contesto: ‘En Estado México‘”.

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Esa respuesta desató sospechas en el oficial, quien dejó que los demás del grupo salieran, pero detuvo a Brenda. “Ella tiene que pasar conmigo al cuartito”, le informó el funcionario.

Brenda cargó a su hijo, tomó sus pertenencias y fue llevada a una sala vacía. Allí, otra agente la recibió. “¿Cómo estás?”, le preguntó. Ella respondió con honestidad: “Un poquito nerviosa”. En ese momento, se preparó para lo peor: “Pensé que me iban a regresar a mi país’”, relató más tarde.

Minutos después, la llamaron nuevamente. Esta vez, una oficial le hizo preguntas en inglés. Brenda respondió como pudo, hasta que finalmente escuchó la frase que la tranquilizó: “Ya puedes pasar”. En ese momento, sintió alivio total. “El alma me regresó”, dijo.

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Una vez en camino hacia la casa donde se quedaría, reflexionó sobre lo que había sucedido. Brenda recordó una advertencia que recibió en México y que no tuvo presente durante el control en EE.UU.: “Probablemente, a las personas a las que nos habían pasado a revisión en México, nos iban a volver a pasar”.

Ese olvido y el nerviosismo al responder fueron los factores que, según ella, complicaron su paso por migración. Por ello, dejó un mensaje a otros viajeros que puedan pasar por algo similar:

“Pude pasar libremente y sin ningún problema. Si a ti también te pasa revisión, no te preocupes, sí te van a dejar pasar”, expresó.

La Nación (Argentina) / GDA.