¿Ha soñado con gatos? Qué simboliza sobre la personalidad y el estado anímico tener a estos felinos presentes en sueños

Soñar con gatos es una experiencia compartida por muchas personas alrededor del mundo. Aunque podría parecer un simple evento nocturno, en realidad, estas imágenes oníricas tienen el potencial de ofrecer claves sobre el estado emocional, la forma en que se perciben las relaciones interpersonales e incluso rasgos ocultos de la personalidad.

Estos animales, que son parte habitual de los hogares, representan mucho más que una mascota. En los sueños, los gatos actúan como símbolos que pueden revelar estados internos profundos, desde sentimientos de independencia hasta inseguridades personales. 

La manera en que se comportan dentro del sueño también influye directamente en su interpretación. Por ejemplo, si el gato se muestra amistoso, puede sugerir una necesidad de afecto o compañía; si, en cambio, aparece agresivo, podría reflejar tensiones internas o emociones reprimidas.

Cada sueño es único y no todos comunican el mismo mensaje. Precisamente por eso, los gatos en el mundo onírico funcionan como una vía para examinar el momento emocional que vive cada individuo y el contexto en que se desenvuelve.

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Desde la psicología, existen interpretaciones que buscan darle sentido a estos sueños. En el enfoque psicoanalítico, Sigmund Freud proponía que los sueños son manifestaciones de deseos inconscientes. 

En este sentido, los gatos pueden funcionar como símbolos de “ feminidad o independencia”. Además, según esta mirada, “un gato afectuoso podría representar consuelo, mientras que uno agresivo podría indicar conflictos internos o emociones reprimidas”.

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Carl Jung, por su parte, abordó estos sueños desde un punto de vista más simbólico y arquetípico. Para él, los gatos representan el “ánima”, entendido como el aspecto femenino del alma masculina. 

Así, “soñar con gatos podría significar una conexión con la intuición, la independencia o aspectos inexplorados del yo”. En sus análisis posteriores, también destacó que, aunque los gatos son animales domésticos, “no están domesticados, sino que mantienen un espíritu salvaje”, y es precisamente esta energía lo que los hace tan irados.

En 2021, un grupo de investigadores realizó una encuesta titulada' Soñar con gatos: una encuesta en línea, con el objetivo de analizar la frecuencia y naturaleza de estos sueños'. Participaron 1695 personas, y los resultados indicaron que los gatos estuvieron presentes en cerca del 5% de los sueños recordados por los encuestados. Además, se descubrió que quienes tenían una relación cercana con estos animales, como los dueños de mascotas, tendían a soñar con ellos con mayor frecuencia.

De acuerdo con el estudio, la mayoría de las personas describieron sus sueños con gatos como experiencias positivas. Este fue especialmente el caso entre quienes mantenían lazos afectivos con estos animales. 

Sin embargo, también se recogieron relatos donde los gatos aparecían como figuras amenazantes, en particular entre quienes habían tenido encuentros negativos con ellos, como mordeduras o ataques. Los investigadores concluyeron que estos resultados “respaldan la hipótesis de que el mundo onírico refleja las experiencias y emociones diarias”.

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Las distintas culturas también ofrecen lecturas particulares sobre la presencia de gatos en los sueños. En la civilización del Antiguo Egipto, por ejemplo, estos felinos eran sagrados y estaban asociados con cualidades como la protección y la gracia. 

En Japón, el “Maneki-neko”, o gato que saluda, simboliza la buena fortuna y, por lo tanto, soñar con él podría representar prosperidad. Dentro del Islam, los felinos son considerados animales limpios y respetados, por lo que su aparición en los sueños puede estar relacionada con la lealtad o con un llamado a valorar los vínculos personales.

Aunque no existe una única interpretación, algunos elementos pueden ayudar a entender mejor el significado de estos sueños:

En suma, los gatos que aparecen en los sueños no deben ser ignorados. Su presencia puede actuar como un espejo que proyecta emociones, deseos ocultos o aspectos de la personalidad que merecen atención.

La Nación (Argentina)/ GDA.