Erupción volcánica de Tonga fue como la peor bomba nuclear de EE. UU.

En su momento se comentó que fue 500 veces más fuerte que el artefacto lanzado en Hiroshima.

Erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai.. Foto: Simon Proud / Uni Oxford, RALSpace NCEO / Agencia Meteorológica de Japón

18.04.2023 13:04 Actualizado: 18.04.2023 13:04

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La erupción en 2022 de un volcán submarino en Tonga, Oceanía, fue más potente que la mayor explosión nuclear de Estados Unidos, según los análisis de la simulación del mega-tsunami producido tras la explosión.

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La explosión de 15 megatones del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai fue una de las mayores erupciones en más de un siglo. Generó un mega-tsunami con olas de hasta 45 metros de altura a lo largo de la costa de la isla Tofua y olas de hasta 17 metros en Tongatapu, la isla más poblada del país.

Los resultados, que se publicaron en 'Science Advances', mostraron cómo la compleja batimetría poco profunda de la región actuó como una trampa de olas de baja velocidad, capturando un tsunami de más de una hora de duración con olas de hasta 85 metros de altura.

"A pesar de su tamaño y larga duración, el mega-tsumani resultante del Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, se cobró pocas vidas”, recuerda en un comunicado Sam Purkis, profesor y jefe del Departamento de Geociencias Marinas de la Escuela Rosenstiel.

“Los principales factores que condujeron a esto, sugerimos, son la peculiaridad de la ubicación, la pandemia de COVID-19, y el aumento de los simulacros de evaluación y los esfuerzos de sensibilización llevados a cabo en Tonga en los años anteriores ",

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Científicos analizaron la erupción

Tsunami en Tonga: imágenes de la erupción submarina Foto:EFE

En los resultados, los analistas explicaron que se basaron en fotos tomadas antes y después del sitio para observar cómo había cambiado el fondo del mar.

Manifestaron que otros volcanes tenían las características para provocar un fenómeno similar en el futuro.

Los barómetros mostraron que la energía liberada fue similar a la de la erupción del volcán Krakatoa, ubicado entre las islas indonesias de Java y Sumatra en 1883, la cual dejó un índice de víctimas fatales que superó las 63 mil personas.

“la batimetría (que es la cartografía de los fondos de los diferentes cuerpos de agua) del fondo del mar en el área creó una trampa de olas que frenó el tsunami (...) La erupción fue un excelente laboratorio natural para poner a prueba hipótesis y modelos que pueden desplegarse en otros lugares para mejorar los futuros preparativos ante catástrofes”, expresó Purkis a ‘Europa Press’.

“Estos resultados resaltan cómo un solo tsunami puede permanecer ‘capturado’ por un archipiélago o cómo las ondas de múltiples explosiones interactúan incluso cuando están separadas por horas”, finalizó.

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REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO

CON INFORMACIÓN DE LA NACIÓN, ARGENTINA (GDA)*