Dejaron sus carreras como ingenieros y óptica, abrieron panadería en un garaje y ahora venden productos a nivel mundial: 'Lo mejor está por llegar'

Seguramente habrá escuchado hablar de una de las reposterías más famosas del mundo, como lo es Infermentum, pero lo que no sabe es que detrás de este lugar se remonta una historia fascinante. Nació en un garaje de Verona, Italia, en el que dos ingenieros y una óptica dejaron sus carreras para darle vida a una empresa que hoy exporta sus productos a doce países.

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Todo comenzó cuando sco Borioli, un ingeniero de formación y aficionado a la repostería, dedicaba sus tardes libres a la cocina. Para él, preparar panetones no solo se convirtió en método de relación, sino que en Navidad los regalaba a amigos y familiares.

Tanto era el auge de su producto que terminó impresionando a su prima Elisa Dalle Pezze, quien es una experta en marketing, pero que trabajaba en el sector óptico, y a su amigo de la infancia Luca Dal Corso, a quienes se les ocurrió montar un pequeño negocio al que más tarde se le uniría Daniele Masella.

“Partimos de cero y empezamos simplemente con lo que sabíamos hacer. Fue un reto diario”, comentaron.

Aunque han sido 10 años de arduo trabajo, recuerdan que el punto de inflexión llegó en el año 2015 cuando produjeron artesanalmente los primeros 200 panettones en el garaje de uno de ellos y los presentaron a un concurso local. Lo que nunca imaginaron que este les iba a cambiar la vida.

“Los presentamos en un evento y todo nos explotó en la cara”, manifestó Elisa Dalle al medio digital ‘Cibo Today’.

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El éxito fue tan rotundo que se vieron obligados a buscar un local más grande, el cual funcionaba como taller, tienda, almacén y área de envasado. Para ellos fue todo un reto, debido a que ninguno tenía experiencia en empresas de confitería, ni mucho menos en la industria alimentaria.

“Partimos de cero y empezamos simplemente con lo que sabíamos hacer. Fue un reto diario, aprendimos sobre la marcha poniéndonos manos a la obra cada día”, comentó uno de los socios.

Desde el primer día ellos supieron que su principal apuesta era la calidad y la mejora constantes y esto los llevaba a medir el pH de la masa madre y hasta la temperatura del agua y del horno, con el fin de que los panettones quedarán perfectos.

La levadura madre que iniciaron en el año 2014 permanece como el núcleo biológico y simbólico de Infermentum; tras años de trabajo, obtuvieron la certificación del Consorcio para la Protección de la Levadura Madre Fresca.

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Con el pasar del tiempo, la empresa no solo creció, sino que la complejidad de su operación también, pues sco es el encargado de dirigir el laboratorio y la logística, mientras que Elisa lidera el departamento de marketing y ventas, y Luca es el encargado de las finanzas.

El catálogo de sus productos se ha expandido a varios países, pero siguen siendo fieles a su panettone artesanal, a pesar de que producen más de 150.000 piezas al año.

En la actualidad, Infermentum abastece a más de 300 tiendas en Italia, con una distribución internacional desde Madrid hasta Nueva York, Hong Kong y Taipéi.

“Nuestro equipo es joven, apasionado y tiene hambre de crecimiento. Lo mejor está aún por llegar”, afirmó Elisa Dalle.

WENDYS PITRE ARIZA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO