Carolina Romero, psicóloga, advierte del triste síndrome de la vida ocupada: ‘No convirtamos en lujo el tiempo para nosotros mismos’

El Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP) describe el síndrome de la vida ocupada como la tendencia constante de sobrecargar la rutina con tareas o responsabilidades por la necesidad de sentirse activo y sin el tiempo suficiente para descansar.

Sin embargo, la institución educativa explica que esta sensación suele presentarse de manera inconsciente, debido a que algunas personas buscan evitar enfrentarse a emociones desagradables y pensamientos negativos a través de acciones que requieran de cierto nivel de concentración.

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Conforme a ello, la entidad también destaca que este mecanismo de defensa personal hace que los individuos parezcan estar satisfechos, felices y plenos con el ritmo de vida que llevan, pero en realidad suelen experimentar agotamiento, cansancio extremo o fatiga física y mental.

Frente a esto, Carolina Romero, psicóloga sanitaria, compartió una publicación en sus redes sociales, en la que habló de lo habitual que resulta encontrar personas que tienen esta condición por los comportamientos acelerados de la sociedad.

De acuerdo con lo expresado por la terapeuta en la plataforma de Instagram, “el tiempo para uno mismo se vuelve un lujo raro”, haciendo referencia a que es común ver la cantidad de ocupaciones que adquieren los seres humanos por no querer entrar en inactividad.

“Se caracteriza por la necesidad de estar siempre haciendo algo, lo que puede llevar a ansiedad, problemas de sueño y hasta dificultades en las relaciones personales”, agregó la experta en su perfil, para mencionar algunas de las consecuencias que surgen a raíz de este síndrome.

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En cuanto al conjunto de características que revelan si una persona está incorporando varias actividades en el día a día de forma excesiva para sentir que está ocupada y no descansar, se encuentran: 

Según Romero, lo más recomendable es empezar a priorizar las tareas y responsabilidades que son necesarias, ya que no todas suelen ser tan urgentes como se piensa. Además, es importante aprender a negarse ante ciertas situaciones para evitar sofocarse y estar hiperestimulados.

La psicóloga también considera pertinente “agendar tiempo para nosotros mismos”, por lo que aconseja que, dentro de la lista de obligaciones que tienen las personas que padecen esta condición, dejen un espacio del día para descansar o hacer algo que les guste.

Otra de las alternativas que propone la terapeuta es reducir el uso de los aparatos electrónicos y las redes sociales para poder tener tiempo libre y meditar durante algunos minutos o solamente disfrutar de la propia compañía.

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STEPHANY GUZMÁN AYALA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL