La historia del restaurante más antiguo del mundo

Si bien la historia de los restaurantes tal como los conocemos es mucho más reciente, en el mundo existe un lugar de historia milenaria: El St. Peter Stifts Kulinarium, ubicado en Salzburgo (Austria), dentro de lo que fue una abadía cuyas murallas son consideradas de las más antiguas de la ciudad.

(Lea también: Los secretos del wok en su temporada)

Ahora es un restaurante de alta gama que combina el exterior antiguo con un interior de aspecto contemporáneo, pero el peso de sus años lo ha convertido en parada obligada de los viajeros que aman la gastronomía.

(Puede interesarle: Michelin: Así nacieron las estrellas de la cocina, en Historia de una marca).

De esa historia hay vestigios que se remontan al reinado de Carlomagno (fallecido en el 814): Alcuino de York, de la corte del rey de los francos, lo mencionó en un escrito. Un poema del año 1300 también lo menciona.

En principio fue una posada dentro de la abadía por la que pasaron reyes, reinas, nobles y jerarcas religiosos. Alrededor de 1517, el abad Wolfgang Walcher construyó un gran sótano de piedra. Poco después, en 1527, se ampliaron sus bodegas de vino. Su página web indica que en 1763, el compositor Michael Haydn, hermano de Joseph y amigo de Mozart, vivió un tiempo sobre su sótano.

Solo en 1803 el recinto –centrado en el vino– abrió el servicio de cerveza. Un siglo después, en 1903, se construyó su hoy famosa sala barroca.

(Además: El secreto de las papas a la sa).

El St. Peter tuvo sus pausas: Fue usado como cuartel por las tropas sas durante la invasión napoleónica y fue saqueado durante la Primera Guerra Mundial.

En 1992 fue arrendado por primera vez a Claus Haslauer, quien decidió modernizar su cocina. El St. Peter –que en el 2003 celebró su aniversario número 1.200 y cuya especialidad es el tafelpitz, un plato de carne hervida, manzana picada y rábano picante– cuenta con 11 comedores. Quienes van suelen buscar su sala barroca donde desde finales de los 90 hacen un concierto cena de Mozart.

REDACCIÓN CULTURA

@Lilangmartin

- Riedel, el mejor amigo del vino

- Tres pastelerías en Bogotá para degustar