Lo bueno de comenzar año es que todos venimos con nuevos deseos. Y Caracol, que viene a la baja por repetirse hasta el cansancio, estrenó historias viejas (‘Amar y Vivir’ y ‘La nocturna’). RCN trajo una única apuesta (‘Pa’ quererte’).
Lo bueno es que, parece, hay competencia, hay juego.
‘Amar y vivir’ fue maravillosa en su tiempo. Rompió el tedio con una historia nacida y hecha desde lo popular: plaza de mercado, música y amor de verdad. Ahora llega en versión popular ‘hipster’.
Y no se ve mal, se goza ese mundo de la música sentimental que pega en el corazón y esa vida sabrosa y gozosa de la plaza de mercado.
La debilidad está en que lo masculino es patético: el protagonista es un joven muy bonito pero muy ‘hipster’ para ser campesino, y lo mismo pasa con los otros muchachos, todos con barbita urbana y recitaciones de parlamento sin encarnar sentimientos; son buenos mozos, pero no logran producir personajes verosímiles. Tampoco ayuda como los visten, que corresponde a un imaginario de la mirada clasista sobre ‘el modo de ser pobres’.
Molesta, también, que la telenovela se convierta en un gran infomercial de La Kalle, la radio popular de Caracol.
Y remata la desazón la truculencia de la chica violada y convertida en prostituta.
Menos mal que, como sucede siempre, las actuaciones y tomas de pantalla de las mujeres son sublimes y poderosas. Ana María Estupiñán (Irene) y Yuri Vargas (Rocío) producen grandes personajes, creíbles y emocionales. Y entre la plaza de mercado, las chicas y la música popular, ‘Amar y Vivir’ se puede gozar y sentir bien.
‘Pa’ quererte’ presenta una historia urbana de padres con un personaje bonachón, risueño y divertido (como casi todos los de Sebastián Martínez), y RCN la llama “una comedia romántica llena de amor, desamor, infidelidades y que toca un tema de moda: la paternidad”.
Como se ve, nada muy original. O sí, el gran relato de nuestro tiempo está en los modos como los hombres estamos aprendiendo a ser padres en otros horizontes a los de la moral del autoritarismo y el machismo.
La virtud de ‘Pa’ quererte’ está en que no tiene truculencia, se concentra en la ternura, intenta la sonrisa y para todo eso tiene el personaje infalible: la niña.
Los niños y niñas son en nuestro tiempo el eje del mundo: brillantes, ingeniosos y sabios que hablan como adultos; se les cuida con tanta culpa que ellos son los que mandan y ser adulto consiste en obedecerles y cuidarlos.
Hemos llegado a un mundo infantilizado donde la ingenuidad importa más que la experiencia o el saber.
Entre los hijos (¡tan tiernos!) y las maneras poco convencionales de ser padres (¡tan cómicos!), esta telenovela logra hacer pasar un momento tranquilo, tierno, acogedor.
Por eso es fácil de ver y disfrutar. Y lograr lo imposible: subir el ‘rating’ que mata el noticiero de RCN.
Por ahora, divertidas ‘Pa’ quererte’ y ‘Amar y vivir’.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión