A veces, la dulce actriz
Paula Estrada se sorprende contestando como Aleida: con unas gotas de ácido puro. Confiesa que ella definitivamente no es una mujer “tan sin filtros”. Pero está completamente integrada con el personaje que creó el
caricaturista y editorialista Vladdo hace 25 años.
Ella, hoy en día, sin ningunda duda, es Aleida.
Formada en la Escuela del Teatro Libre, fue escogida entre 14 actrices, “todas muy, muy buenas”, como recalca Sergio Cabrera, el director de Aleida a flor de piel, la obra que presentará el Teatro Nacional a partir del 28 de abril.
La pieza le da vida a una ‘mujer viñeta’ que se ha ganado el amor y el respeto de su género y de no pocos hombres. No faltan quienes le tienen bronca.
“Pero ella puede decir en una sola frase lo que todas decimos en 10 o más frases”, dice Paula Estrada. Y enumera algunas de sus favoritas:
‘Uno no debe permitir que le calienten el oído mientras le enfrían el alma’.
‘Las relaciones de pareja son experimentos de ensayo y error con algunos paréntesis que llamamos amor’.
‘Pienso, luego desisto’.
Ella puede decir en una sola frase lo que todas decimos en 10 o más frases
La obra, creada por Vladdo y la actriz Mónica Pardo, nació en plena pandemia, cuando Parto le preguntó si no había pensado hacer algo con Aleida para teatro.
En algún momento, hace más de una década, Vladdo había hablado con Sergio Cabrera de hacer una película –que sigue en pie–, pero llegaron primero las tablas en donde se encadenan las viñetas, un trabajo de filigrana entre el caricaturista y Pardo para lograr que tuviera sentido y una línea coherente.
Cuando llegó Cabrera al proyecto “le metió mano. Inicialmente iba a ser un monólogo, pero se le pusieron otros personajes”, dice Vladdo, entre ellos él, que aunque había hecho algunas apariciones en dos telenovelas (Perro amor y ¿Por qué diablos?) nunca había tenido el rigor del teatro, “que es algo completamente distinto”.
A Cabrera le interesó dirigir la obra desde el principio. “Yo recuerdo que Fanny Mikey siempre me preguntaba que cuándo iba dirigir una obra en el Nacional. Ella ya no está, pero este proyecto me encantó. Es difícil, original, experimental. Es el tipo de cosas que a mí me gusta hacer”.
Así nació esta mujer que siempre ha tenido 38 años, es economista, pragmática, crítica y que no duda del amor, sino que quiere un buen amor: no uno hecho con retazos.
Ahora Aleida es de carne y hueso, en vivo y en directo, y no solo hablándonos desde la viñeta. El escenario es de Paula Estrada en su estado natural por su formación, y gracias a lo que ha hecho en televisión, como El robo del siglo, El man es Germán, Loquito por ti y No olvidarás mi nombre, entre otras.
“Es uno de los proyectos más importantes de mi vida”, dice Paula, “le estoy entregando el ciento por ciento del alma, el corazón, mis pensamientos, mi disciplina, mi rigor, todo. Y lo más importante, estoy aprovechando al máximo mi formación teatral, que para un actor es muy importante. No es que te escojan en un proyecto por ser actor de teatro, sino que debe haber una fuerza, diferente, un misticismo que se necesita y va más allá de la fama. Es una responsabilidad social porque le estás prestando tu voz y tu cuerpo a un personaje”, dice.
Es inevitable que ella ya viva en mí. Llevo varios meses dándole voz. Por más que uno lo intente, eso se impregna
Agrega que al momento de cortarse el pelo para ser Aleida (y lo hizo sin dudarlo), sintió ese primer acercamiento físico. Luego vinieron las lecturas del texto, que se hicieron con Cabrera vía Zoom mientras llegaba de España. “Es inevitable que ella ya viva en mí. Llevo varios meses dándole voz. Por más que uno lo intente, eso se impregna”, dice la actriz.
Vladdo, que se representa a sí mismo, afirma que ira la disciplina de Estrada: “Si yo ensayo ocho horas, ella lo hace 12. Es impresionante”. La actriz, además, no ha aceptado más audiciones en los últimos meses. Dice que no tiene tiempo para vestirse o estudiar un parlamento de otro personaje. “Ya vendrán momentos más tranquilos para eso”, afirma.
El caricaturista está sorprendido. “Se despertó un monstruo que estaba dormido. Sacando a Aleida del papel, de su dimensión impresa a una real, me confronta entre mi creación y yo como creador”.
Para Cabrera, por su parte, la obra en sí también es una gran aventura, “porque tenemos a una mujer con conflictos que los va resolviendo en la vida real”.
El título de la obra, Aleida a flor de piel, corresponde al primer libro que Vladdo publicó de su personaje. “Era 1999 y le pedí a Gabriel García Márquez una frase, un párrafo, una línea para que fuera incluida”.
Se despertó un monstruo dormido. Sacando a Aleida del papel, de su dimensión impresa a una real, me confronta entre mi creación y yo como creador
No eran tiempos de redes sociales ni de tanta facilidad comunicativa, así que le envió unas viñetas “y a los pocos días me mandó un fax con una frase: ‘Lo único que necesita Aleida para ser perfecta es un poco de amor’. Así que tratamos de ambientarla en ese ritmo, que es como las letras de los tangos tristes, con protagonistas víctimas del abandono, pero buscando el amor. Eso sí, con la diferencia de que ella no quiere juntarse con cualquier persona para paliar la soledad. Es muy exigente en ese punto”, sigue Vladdo.
Y este último aspecto, precisamente, está muy presente en la obra. “Es una sátira sobre las contradicciones del amor, porque ella crítica no las relaciones, sino las malas relaciones: las fallidas y fingidas. En alguna parte sacamos una línea que dice ‘Es mejor terminar por un motivo que seguir sin ninguna razón’. Ese es el sentido de la obra, resume la filosofía de vida de Aleida”.
Estrada agrega que tenía miedo de conocer a Vladdo. Lo había seguido “pero esto es otra cosa. Es el creador”. La fiesta de los 40 años del Teatro Nacional fue el escenario para acercarse. “Le dije: ‘¿Adivina quién va a ser Aleida?’ Él me abrazó y empezamos a hablar”.
Pero no dejó de sentir miedo. “Me preocupaba que me dijera cosas como ‘ella no habla así, no parpadea así’. El hecho es que él ya no me dice Paula, sino Aleida”.
Vladdo también le dijo: “No busques a Aleida. Tú eres la Aleida que me imagino. Tu energía le sirve a Sergio Cabrera para la Aleida que se imagina. Energéticamente eres ella”.
La actriz agrega que inicialmente fue Cabrera el que vio en ella lo que como intérprete no tuvo tan claro al principio, porque cuando le mandaron las líneas que debía decir en la audición su personaje se llamaba Juliana y era algo muy general.
Vladdo, además, ahora tiene una nueva disciplina. Ha ido aprendiendo qué es un actor de teatro: decir bien un libreto, saber cómo moverse, cómo debe tener las manos y también la modulación de la voz. “Eso sí, estoy lejos de la perfección: este es un oficio que hay que respetar al máximo y yo lo hago”.
La producción tiene dos actores invitados: Raisa Cubillos y Tomás Garibello, que siguen en ensayos diarios, mientras llega el gran estreno.
Ya hay una gran complicidad entre Sergio Cabrera, Vladdo y Paula Estrada y todo el equipo, definida por Aleida, que marca el trasegar de este montaje.
Es ella y solo ella, con sus frases, sus pensamientos, sus deseos, sus añoranzas, su acidez, su lógica y su exactitud de palabra, la que mueve los hilos, ahora en carne y hueso.
¿Dónde y cuándo?
Teatro Nacional de la calle 71. Calle 71 con carrera 9ª, Bogotá. A partir del 28 de abril. Jueves y viernes, 8:30 p. m. Sábado, 6: p. m y 8:30 p. m. Informes: teatronacional.co.
OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE
CULTURA
EL TIEMPO
Otros temas que pueden interesarle: