En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Gego: los secretos de una artista flotante en el Guggenheim de Nueva York
El imponente montaje desafía los corredores circulares de famoso edificio.
Gego, artista plástica venezolana. Foto: Fernando Gómez. EL TIEMPO
"Por acá”. Entrar el Guggenheim por la puerta lateral es un extraño privilegio; son las 9 a. m. y el museo todavía no abre sus puertas. Nos entregan unas valiosas escarapelas –por lo menos para mis ojos– y, tras atravesar un largo corredor, nos encontramos en el hall principal de una de las grandes creaciones del arquitecto Frank Lloyd Wright. Nos recibe la curadora de arte latinoamericano del museo, la peruana Geaninne Gutiérrez Guimarães, para hacer el recorrido de la muestra de la venezolana Gertrud Goldschmidt, mejor conocida como Gego.
Museo Guggenheim de Nueva York. Foto:Fernando Gómez. EL TIEMPO
Gego es una de las grandes artistas latinoamericanas del siglo XX; nació en 1912, en Hamburgo (Alemania), pero en medio de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, huyó con su familia a Venezuela. Era arquitecta y se acomodó sin complejos en los círculos artísticos e intelectuales de Caracas; hizo muebles, edificios y, pronto, comenzó a desarrollar una asombrosa obra escultórica que se despliega de manera maravillosa en los cinco niveles del edificio.
Geaninne –que trabajó la muestra en conjunto con Pablo León de la Barra y ahora prepara el periplo de la muestra en su siguiente parada, Bilbao– nos explica las sutilezas del edificio: siempre estamos en una espiral y crearon algunas trampas visuales como paredes más blancas, bases para que las obras mantuvieran su ligereza o pisos falsos para que la gente no tuviera la tentación de tocarlas.
Gego fue contemporánea de Carlos Cruz-Diez y Jesús Soto; sin embargo, nunca se dejó encasillar dentro del cinetismo; no ha tenido la preponderancia de ambos, pero ahora, con esta exposición, la balanza empieza a equilibrarse. La exposición presenta unas 300 obras y es un potente bálsamo visual; hay una sala en la que sus esculturas de alambre monumentales –su Reticulárea: su obra más conocida y consagratoria– solo generan la necesitad de fotografiarse y recorrer una y otra vez su transparencia. Porque su obra –su gran obra de 4 o 5 metros de altura– flota en el aire y, en ocasiones, parece moverse con la delicadeza de las hojas de los árboles.
Obra de la artista plástica venezolana Gego. Foto:Fernando Gómez. EL TIEMPO
En los primeros pisos de la exposición están sus primeros dibujos y sus primeras esculturas, hechas para estar sobre una base: absolutamente potentes y modernas, pero todavía sin la magia total de su obra, porque luego empieza su ligereza; sus esculturas de alambre están hechas para flotar en el aire, se cuelgan de hilos y se posan delicadamente sobre el piso. En otra sala están sus dibujos sin papel: uniones y uniones de alambres hechos para verse contra una pared y quedar colgados para la eternidad.
Geannine nos explica las formas básicas de la obra de Gego; siempre ligadas con la naturaleza, y con un lenguaje que claramente ya no era alemán, sino latino: troncos, chorros, esferas y, en el final de sus días, bichos. “Ya no salía mucho de su taller y trabajaba con lo que tenía a mano”. Y –para finalizar– señala una pequeña escultura hecha con alambres y la manija de un sanitario. Una verdadera maravilla.