La sostenibilidad y el medio ambiente son preocupaciones cada vez más comunes y día a día son más frecuentes las estrategias, programas e iniciativas de las diferentes industrias y sectores económicos, que han adquirido mucha conciencia frente a estos aspectos tan determinantes para el presente y futuro del planeta.
En ese sentido, de acuerdo con Jhon Ladino, director de Mercado de Movilidad en Vanti, las fuentes móviles que utilizan gas natural vehicular reducen la emisión del material particulado en un 99,9 por ciento, la emisión de CO2 (gas de efecto invernadero) hasta en un 50 por ciento y monóxido de carbono (CO) hasta un 95 por ciento, lo que tiene incidencia directa en el mejoramiento de la salud en las personas y del calentamiento global.
Estos factores, según dice, cuentan con el respaldo de estudios realizados por la Universidad Nacional de Colombia, en pruebas ‘onboarding’ en tiempo real sobre corredores trocales de la ciudad.
Así mismo, en lo que hace referencia a las acciones que él resalta en esta materia, señala que se están implementando flotas de vehículos dedicados a gas natural vehicular con tecnologías de emisiones Euro V y Euro VI, acordes con las políticas de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
“Actualmente, con el apoyo de Vanti, se han entregado recursos para más de 150 vehículos que circulan en nuestra zona de influencia, y a nivel nacional se ha logrado la sustitución de más de 550 vehículos de carga”, precisa Ladino.
A su vez, destaca que en transporte masivo se logró la implementación en Bogotá de la flota a gas Euro 6 más grande de América Latina y que hoy opera 1.471 buses, entre articulados, biarticulados y de 12 metros de la operación zonal, a corte de 2020; esta flota de transporte masivo generó reducciones del impacto ambiental en más de 90.000 Ton CO2, más de 4 toneladas de material particulado, beneficiando en este periodo a más de 88 millones de personas que se movilizaron en vehículos a gas natural del sistema.
Y agrega que en el último estudio de la Universidad de los Andes en 2021, que midió la exposición a contaminación dentro del sistema con una línea base de la antigua flota, esta reposición de flota permitió la reducción en un 75 por ciento de contaminación y el menor impacto a los s del sistema de transporte público.
“Esta infraestructura que hemos implantado para el servicio de TransMilenio se convierte en la más robusta de América, con 9 mega estaciones de GNCV, con una inversión superior a los US$40 millones, que ha permitido el servicio continuo y eficiente que permite demostrar que el gas natural está para quedarse y que es la mejor alternativa de sostenibilidad que aplica a los entornos sociales, económicos y ambientales”, enfatiza el Director de Mercado de Movilidad en Vanti.
Planes para reducir materiales nocivos
Con respecto a cómo avanzan los planes para lograr la reducción de material nocivo para la salud en el aire, Ladino manifiesta que se cuenta con el respaldo de grandes fabricantes (Scania, Iveco, FAW Sinotruck, Shacman, etcétera) que están ampliando el portafolio y la oferta de vehículos dedicados a GNV, diseñados desde fábrica y disponibles en Colombia.
De esta manera, se facilita la reposición de flota de vehículos en el transporte masivo, de carga y vehículos de última milla (paqueteo) que utilizan como energético combustible diesel por Gas Natural Vehicular, en donde Vanti apoya dicha sustitución con condiciones de infraestructura, tarifas y planes especiales para que los modelos financieros y los beneficios ambientales permitan su implementación y fortaleciendo la red de suministro (incremento en el número de estaciones de servicio).
“Estamos esperando un crecimiento en los siguientes 5 años de estas operaciones con más de 3.500 camiones de carga, 7.000 camiones y 1.500 buses, buscando así la masificación del gas natural en la movilidad como la mejor alternativa en el día hoy, para mejorar la movilidad de las ciudades”, subraya este experto.
Mientras que en lo que tiene que ver con el ahorro que se entrega al ser el combustible más barato en movilidad, sostiene que el uso de GNV permite una reducción en costos de combustible de hasta en un 50 por ciento frente a la gasolina y hasta de un 30 con respecto al diesel, con lo cual los costos totales de operación en donde el combustible tiene un peso del 30 por ciento permite lograr eficiencias financieras.
Adicionalmente, el costo de adquisición en comparación con otras tecnologías, como la eléctrica, por ejemplo, la cual puede llegar a ser hasta 70 por ciento de sobrecosto en la adquisición, hace que el uso de tecnologías a GNV sean más rentables en sus costos de operación, generando mejoramiento en los flujos de caja.
Además, recalca que se reducen pérdidas para las empresas y operadores, ya que el gas natural vehicular es un combustible que no permite su manipulación y no puede ser extraído de los tanques de almacenamiento, evitando pérdidas por robo o sustracción de este.
En tanto que al hablar de las ventajas de migrar al uso de vehículos que trabajan con GNV, versus los buses eléctricos, Jhon Ladino considera que –sumado a los beneficios en materia de salud y medioambiente–, el uso de GNV es una opción más eficiente y sostenible en relación con el costo beneficio, que busca un modelo financiero acorde a la situación de los sistemas de transporte masivo en particular, donde la fragilidad financiera de los mismos convierte a las tecnologías con GNV en un costo eficiente, brindando niveles de emisiones muy bajos, con beneficios económicos y de infraestructura que permiten hacerlos realidad, trasladando todos sus bondades a los s, operadores y en la calidad de vida de las ciudades.