En el momento más álgido de la pandemia la tasa de ocupación, según el DANE, presentó un mínimo de 43,7% y la de desempleo un máximo histórico de 20,5%. Estos mismos indicadores por género para hombres fueron 54,7% y 17,4%, mientras que para mujeres fueron 33,1% y 25,5%. Este es el escenario más desafiante que ha enfrentado el mercado laboral colombiano hasta nuestros días. En contraste, el primer semestre de 2022 ha mostrado una recuperación de los indicadores laborales donde la tasa de ocupación ha retornado a niveles del 57,1% y la tasa de desempleo descendió a 10,6%, según cifras de mayo.
La tendencia de recuperación del mercado laboral es un logro significativo, sin embargo permite retomar y repensar al menos dos características relevantes en términos de política laboral: primero, las condiciones pre-pandemia demandaban cambios que redujeran aún más la tasa de desempleo e incrementarán la formalización, y segundo, lo vivido en la pandemia debe usarse como aprendizaje para incluir en la futura normativa laboral programas que actúen con mayor celeridad ante los efectos negativos de shocks severos, también conocidos como estabilizadores automáticos.
Entre las características de un mercado laboral incluyente está la de procurar reducir las brechas entre mujeres y hombres. Para el semestre 2022-1, la tasa de desempleo femenino pasó de 17,1% a 14,5%, en contraste con 10,4% a 9% para hombres (datos trimestre móvil). Mientras que la tasa de desempleo para hombres es de un dígito, la de mujeres no solo aun es de dos dígitos sino que supera en 5,5 puntos porcentuales a la de los hombres, lo que indica la necesidad de estrategias diferenciales para mejorar este indicador para las mujeres. También en términos de inclusión las estrategias por edad permiten identificar aquellos grupos más vulnerables, el ejemplo emblemático es el caso del grupo de los NINIs (ni estudia ni trabaja).
Entre los países de la OECD, Colombia presenta la tasa más alta de NINIs con 29,8%, mientras que la media es 13,4%. Son observables las oportunidades de mejora en el mercado laboral, compromiso que Colombia asume y está alineado con el objetivo de desarrollo sostenible 8, trabajo decente y crecimiento económico, en el que se busca reducir brechas entre las distintas poblaciones y promover la inclusión como características adicionales relevantes, que a su vez contribuyan al crecimiento sostenible.
Aunque el indicador de desempleo seguirá siendo la medida primordial de condiciones del mercado laboral, es importante complementar la caracterización de este con otros atributos para ofrecer una visión más completa. Una visión amplia que reconoce la evolución positiva de algunos indicadores e identifica los retos que aún persisten, posibilita continuar con las políticas que han sido útiles, reevaluar aquellas que no han cumplido sus objetivos y proponer nuevas estrategias para la consecución de los niveles deseados de trabajo decente y crecimiento económico.
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