Mitos y tabúes en el manejo de heridas

La práctica artesanal en la curación de las heridas, ha estado presente desde tiempos remotos, lo que ha influido para que la mayoría de personas traten sus heridas, omitiendo cuidados profesionales que conlleven a una mejor cicatrización, tanto de heridas agudas como crónicas. Esta situación se ha convertido en motivo de interés para IPS Cuidado Seguro en Casa; por tal razón, trabajamos permanentemente en el fortalecimiento de los recursos necesarios para el abordaje de estos tipos de heridas

Las lesiones en la piel son producidas por el efecto de un agente externo, que actúa de forma brusca sobre una porción del organismo, provocando la pérdida de la continuidad de la piel y mucosas. En la actualidad, el personal de salud se enfrenta a grandes desafíos, relacionados con el manejo de heridas; siendo los procesos infecciosos locales y sistémicos un punto crítico en el manejo de estas.

Es por ello que se han estandarizado actividades propias para el manejo avanzado de heridas, bajo el concepto de ambiente húmedo (propiciar condiciones para la reparación y migración celular, favoreciendo la angiogénesis); todas ellas, basadas en la evidencia y técnicas asépticas, sin obviar el uso de materiales idóneos, de acuerdo a la fase de cicatrización en la que se encuentre la herida. Dentro de esta incidencia cultural, encontramos varias pautas que son usadas como tratamientos tradicionales; no obstante, el impacto cultural en Latinoamérica frente al manejo de las heridas, se convierte en un reto para el profesional tratante, teniendo en cuenta las pautas de cura, debido a que el paciente y el familiar, interfieren significativamente en el proceso de curación y cicatrización, al sobreponer sus costumbres y creencias al momento del realizar la curación.

Dentro de esta incidencia cultural, encontramos varias pautas que son usadas como tratamientos tradicionales:

Al tener componentes derivados de su proceso de fabricación similar a la miel, estimula la humedad en el lecho de la herida, favoreciendo el crecimiento de tejido de granulación; sin embargo, al carecer de medidas asépticas, el uso de esta, promueve la aparición de procesos infecciosos en la herida.

· La clara de huevo:

Usada para proteger la piel peri-ostomal; no existe un sustento científico que soporte la viabilidad del uso de esta matriz sobre la capa superior de la herida y su eficacia frente a la aparición de lesiones peri-ostomales.

Aplicada sobre heridas cavitadas; este producto promueve un aumento de humedad sobre la herida, favoreciendo el incremento de la lesión y maceración en los bordes de las heridas.

Usada como epitelizante de las heridas por quemaduras; si bien esta hoja contiene grandes propiedades vitamínicas, ninguna de ellas interfiere en la fase de maduración o epitelización, ya que en su proceso requiere la activación de colágeno tipo III y la disminución de metaloproteínasas; a su vez, pigmenta el lecho de la herida, complicando la identificación de un proceso infeccioso en la misma.

La sobreexposición de la herida con agentes externos, propicia la contaminación e incrementa la viabilidad de la aparición de agentes infecciosos.

· La crema dental:

Aplicada en quemaduras en su fase de coagulación e inflamación, es un proceso que científicamente ha demostrado un aumento de la extensión de la herida.

· El café:

Comúnmente utilizado en la fase de coagulación; sin embargo, un estudio realizado en Noruega, en el año 2008, indica que el uso de café en las heridas causa una disminución en la capacidad de adhesión de los tejidos. Así mismo, fomenta la inflamación en la lesión haciendo un efecto 4 veces mayor que una herida que es irrigada por solución salina. Adicionalmente, por las mismas características del producto, tiene otra complicación: debe ser retirado de la herida con movimientos de fricción, lo cual promueve el sangrado.

El manejo multidisciplinario y el conocimiento de las variadas opciones terapéuticas (creación de apósitos con tecnología) dadas por la industria farmacéutica, permite el tratamiento de las heridas, basados en la evidencia científica dejando a un lado lo místico, folclórico o cultural; reconociendo la importancia de la educación, las tecnologías y los estudios dentro de las actividades propias de la atención del paciente.

En IPS Cuidado Seguro en Casa, contamos con un programa de clínica de heridas, conformado por un equipo interdisciplinario, constituido por: médico cirujano, experto en clínica de heridas, infectólogo, médico general, nutricionista, fisioterapeuta, psicólogo, trabajador social y enfermeras(os) cualificados para brindar cuidados directos, haciendo uso de tecnologías, como parte del cuidado integral de los pacientes.

Luz Aura López Manjarrés.

Referente del Programa de Clínica de Heridas