Visiblemente emocionado, el líder de la comunidad wayú de Guarerapu 3, Ramón González, recibió la noticia de que su comunidad, a dos kilómetros y medio del casco urbano de Uribia, en La Guajira, podría contar con agua en menos de dos meses.
Suena extraño, pero lo cierto es que esta comunidad, la cual puede alcanzar hasta los 34 grados centígrados y es reconocida por ser la población más seca de Colombia, nunca había contado con este recurso vital.
Por ello, el pasado viernes se dio inicio el proyecto por parte del Ministerio de Agricultura y la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) con el que se construirán 37 pozos en los próximos ocho meses para llevar agua a estas comunidades.
"Estamos muy felices, porque a nosotros siempre nos hizo falta el agua. Podíamos tener el grano o la fruta, pero sin el preciado líquido no podíamos iniciar nada", señaló Ramón González.
Esta zona desértica de La Guajira ha sufrido los embates del clima, pues es un año no llueve más de 50 días, por lo que la intensa sequía es algo con lo que más de 180.000 personas se han acostumbrado a vivir.
"Los niños en la escuela no se pueden ni concentrar de la sed, a veces toca comprar agua de nuestro propio bolsillo", explicó Antonio Ruz, uno de los docentes de la escuela de esta comunidad.
La obra cuenta con una inversión de 14.600 millones de pesos, incluida la interventoría y, se espera, que en dos meses estén listos los primeros pozos para que la comunidad pueda tener agua.
"Hay que buscar el agua, eso hay que decirlo, pero el contratista, que ya tiene una experiencia de unas 100 infraestructuras de este tipo, nos dice que en unos dos meses estaría listo el primer pozo de donde afloraría el agua", explicó el presidente de la ADR, Juan Pablo Díaz Granados.
En total, 37 comunidades wayú de los municipios de Uribia, Manaura, Maicao, Dibulla, Riohacha, Albania, Hatonuevo, Barrancas, Fonseca y Distracción podrán contar con agua para desarrollar sus actividades agrícolas.
Expuestos a un clima implacable
Ante la escasez de agua, el viento ayuda a refrescar a los indígenas que se aglomeran bajo alguna choza para que la sombra los proteja del inclemente sol.
La tierra empieza a danzar con el viento y todos se protegen con alguna camisa para que el polvo no entre en sus ojos o boca.
Esperamos que esto tenga resultados rápidos, aquí los niños son los que más sufren la sequía
"Esperamos que esto tenga resultados rápidos, aquí los niños son los que más sufren la sequía", dice Patricia González, hija de Ramón, y educadora de la zona.
Juan Guillermo Zuluaga, ministro de Agricultura, señaló durante su intervención que no tenían por qué agradecer, pues este tipo de proyectos eran una obligación del Estado ante los padecimientos de estas comunidades.
"Esperamos que los pozos funcionen rápidamente, este proyecto va a beneficiar mucho a esta comunidad", dijo Zuluaga.
Ahora, queda esperar que las cosas salgan según los tiempos, pues aunque el país se encuentra en su primera temporada de lluvias, esta zona de la Alta Guajira no sabe lo que es el agua desde hace dos meses, cuando una pequeña brisa los sacó de la monotonía soleada por alrededor de 40 minutos.
Puntualmente, 12 pozos surtirán a Uribia de agua, con lo que se espera solucionar este problema que durante mucho tiempo ha azotado a esta población.
"En un momento muy necesario llegó esta iniciativa a la comunidad, estamos muy felices, pero esto es solo el punto de partida para que Uribia pueda crecer a través de la agricultura", señaló Luis Enrique Solano, alcalde de Uribia.
Los ancestros de Ramón sufrieron la falta de agua. Hoy, este hombre de baja estatura, con más de 50 años de pisar la tierra caliente y padecer de intensos calores, sueña con el día en que de ese árido terreno emane agua, ese líquido al que los indígenas wayú llaman "preciado" y con justa razón, pues a lo largo de su vida lo poco que han podido recoger les ha ayudado a mantenerse con vida en este punto al norte del país.
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA
NACIÓN