Si hubo un año difícil para Productos Ramo fue el 2014. No solo debían replantear rápidamente el futuro de esta empresa familiar que estaba perdiendo para entonces cerca de 25.000 millones de pesos, también los hijos y nietos de Rafael Molano, fundador de la compañía, sentían el dolor por su muerte.
Rafael, un boyacense que falleció a los 90 años, llevó su idea de venderles ponqués a sus amigos de Bavaria, donde laboraba en los años 50, a convertir ese emprendimiento en una exitosa empresa que se metió en el corazón de los colombianos, con la que logró generar miles de empleos a través de sus plantas en Cundinamarca, Antioquia y Valle del Cauca.
Aunque Rafael falleció, sus ocho hijos y nietos tenían en mente seguir con el espíritu luchador que heredaron y levantar la empresa, la cual vivió momentos de transformación por esos meses.
Lo más difícil fue cuando Productos Ramo se vio en la necesidad de despedir a unos 300 empleados de sus plantas, cuenta Santiago Molano, vicepresidente ejecutivo de Productos Ramo y nieto de Rafael.
“En ese momento, 2014, tuvimos que reestructurar la compañía, desde los niveles más altos hasta los más bajos. Si bien la compañía perdió una plata en ese año, lo importante era seguir haciendo las cosas bien, con calidad. Después de eso nos tocó ver cómo debía operar la compañía y poder avanzar. Medir los gastos, poniéndonos en cintura”, indica Santiago.
Los años siguientes a la crisis, la brújula de Ramo fue una persona externa a la familia, el empresario Ricardo Obregón asumió como presidente de la junta directiva. Con él a la cabeza se empezó a innovar en ciertos productos, como el chocorramo mini, y en una apuesta por los snacks más atractiva, a través de Tostacos, por ejemplo.
De a poco, Productos Ramo fue sacando la cabeza de la crisis y solo en dos años logró que sus números volvieran a ser positivos y ahora se fija
La pandemia, nuevo reto
Santiago relata que Ramo no ha sido ajena a las dificultades de la pandemia, pero se trata de que las heridas sean poco profundas.
“La empresa entendió que la gente está en una posición que transformó la forma de vivir, esto genera estrés y desánimo. Obviamente el distanciamiento social tiene un impacto no solo en las proyecciones de virus también en la economía, lo que pone más presión a las personas”, señala.
La posición de Ramo fue lanzar un mensaje de apoyo a los colombianos, en busca de aportar algún granito de arena a la sociedad, por lo que dispuso 80.000 productos para donaciones a comunidades vulnerables del país, en cuyas etiquetas el Chocorramo, su producto insignia, por ejemplo, pasó a llamarse Pa’lante y en la envoltura del Gala ahora se lee Abrazo.
Para Santiago, se trata de llevar un mensaje de ánimo a los héroes que están en los hospitales tratando de salvar vidas por la pandemia del covid-19 o a quienes trabajan en los servicios que satisfacen las necesidades básicas y, por supuesto, a los colaboradores de Ramo.
La crisis económica que muchas empresas viven por estos días también son materia de reflexión para Santiago, quien con Ramo supo afrontarla, por lo que considera que eventualmente esta página dolorosa va a pasar y el país tiene la capacidad de seguir adelante a través de empresarios con berraquera para sobrellevar estos tiempos difíciles.
“Ahora, con la situación, los empresarios deben recurrir menos a tomar la medida de despedir gente y, en cambio, hay que buscar alivios económicos, tasas de financiación económicas y a largo plazo. Esas decisiones significan ayudar a que las personas no sufran necesidades, pues ahora es difícil conseguir nuevos empleos”, manifiesta.
En su análisis, este heredero de Ramo señala que es momento de ver cómo se puede sacar lo mejor de esta situación y qué aprendizajes hay de cara al futuro.
“Poco a poco la economía se va a recuperar, no todas las empresas se pueden quebrar y el Gobierno debe dar una mano”, añade.
Estos tiempos de crisis para Colombia también plantearon nuevos retos para la compañía, desde adecuar sus instalaciones para brindarles a sus empleados toda la seguridad hasta crear nuevos mecanismos para llegar a sus clientes.
“Hemos estado delante de la normatividad en nuestras plantas. Establecimos rutas de transporte para recoger a los trabajadores en sus casas y dejarlos en ellas. Queremos evitar que la gente tome el transporte público. Los puntos de en las plantas están siendo monitoreados y se les mide la temperatura”, indica.
Santiago añade que la empresa, en su aniversario número 70, tuvo un despertar en los canales digitales. En pocas semanas generó una alianza con aplicaciones como Merqueo, donde promociona sus productos, e incluso formaron su propia tienda virtual.
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