La historia de Héctor de Jesús Martínez, campesino del Meta quien cambió los cultivos ilícitos por los de cacao y la transformación a chocolate de mesa

Héctor de Jesús Martínez es uno de los campesinos que vivió lo más cruento de la guerra a finales y comienzos del siglo pasado en su finca El Vergel, ubicada en la vereda Bajo San Vicente, del municipio de Puerto Rico, y que hoy, junto con 62 familias, que conforman la Asociación de Productores de Cacao (Aprocacao) sacan adelante su proyecto vendiendo semanalmente dos toneladas de cacao a la Compañía Nacional de Chocolates.

Estas familias quieren dejar en el olvido los estallidos de las bombas, los confinamientos, los desplazamientos y los cultivos ilícitos con su iniciativa productiva que tuvo el apoyo de distintas organizaciones, a través del proyecto Macarena Sostenible con Más Capacidad para la Paz (MASCAPaz) del Fondo Europeo para la Paz.

En la finca El Vergel, de siete hectáreas, Héctor de Jesús hoy cultiva plátano, yuca, ahuyama, pero la principal apuesta es la producción de cacao, cuyo fruto es vendido, a través de Aprocacao a la principal empresa de chocolates del país y cuando el camión no alcanza a llevar todo el producido lo comercializan en Granada (Meta) y otra parte la utilizan para transformarlo en chocolate a la mesa, chucula y chocolatinas.

Este productor beneficiario de MASCAPaz, participó del cierre del proyecto en Villavicencio, con la presencia del embajador de la Delegación de la Unión Europea, Gilles Bertrand; la directora general del Instituto Sinchi, Luz Marina Mantilla Cárdenas (organización que coordinó el proyecto), y de la gobernadora del Meta, Rafaela Cortés Zambrano, así como personalidades de entidades que respaldaron la iniciativa.

El proyecto desarrollo 28 iniciativas que permitieron beneficiar a más de 3.000 familias, unas 12.000 personas, en los municipios de Mesetas, Puerto Lleras, Puerto Rico, San Juan de Arama, Uribe y Vista Hermosa (Meta).

Entre otras iniciativas con la construcción de un puente, se mejoró la infraestructura y dotación de 32 escuelas rurales, así como se puso en marcha un modelo educativo para la paz -la ‘Cátedra Meta’-, la formalización de tierras, así como el apoyo a iniciativas de agricultura, ganadería y turismo.

El embajador de la Unión Europea en Colombia, Gilles Bertrand, resaltó que el proyecto MASCAPaz contribuyó “a la transformación territorial del Meta, abriendo nuevas alternativas económicas que evidencian la capacidad y la resiliencia de este departamento históricamente golpeado por el conflicto armado”.

Aunque en las memorias de sus habitantes persisten los episodios de horror vividos, poco a poco los han ido dejando atrás gracias a que violencia no es intensa como hace 25 años, pero sus habitantes le piden al Gobierno Nacional y especialmente a los actores armados que depongan las armas y permitan que estos territorios y sus habitantes puedan por fin tener una vida alejada de la violencia y que posibiliten el desarrollo sostenible de todo el territorio.

Y para que Héctor de Jesús pueda por fin dejar en el olvido que cerca de ocho días tuvo que estar confinado en la casa de su finca el 10 de julio de 1999, cuando más de 2.000 guerrilleros de las Farc se tomaron Puerto Rico, asesinaron cinco policías y secuestraron 28 uniformados, que en algunas oportunidades se vio obligado a transportar guerrilleros y paramilitares en su lancha por el río Ariari, y que durante 24 horas lo tuvieron secuestrado, pero que por fortuna lo liberaron.

NELSON ARDILA ARIAS

Especial para EL TIEMPO

VILLAVICENCIO