Las dificultades persisten en la vía Cajamarca (Tolima) Calarcá (Quindío) debido a las lluvias y derrumbes a la altura del sitio La Paloma que conduce al alto de La Línea, un corredor por el que a diario transitan hasta 8.000 vehículos que van del centro al occidente del país y viceversa.
Invías y la Policía de Tránsito y Transportes de Ibagué, informaron que la carretera se mantendrá con paso a un carril pues persisten las lluvias y caída de tierra y roca de las montañas, lo que pone en peligro la vida de conductores y viajeros que van hacia Armenia, Cali, Pereira, Popayán, Pasto y otras ciudades como el puerto de Buenaventura.
"Esta es una carretera empinada y rodeada de montañas que a diario tiene problemas por la inestabilidad del terreno, pero ya estoy acostumbrado al taponamiento y a estas situaciones adversas de los derrumbes", dijo el conductor de una tractomula que viaja de Buenaventura hacia Bogotá.
La Policía advirtió que las dificultades mayores se sienten en el sitio La Paloma, unos kilómetros arriba de Cajamarca, donde el jueves pasado un derrumbe cayó sobre varios vehículos con saldo de 3 personas heridas que afortunadamente se han recuperado.
"El paso a un carril en ese sitio se mantendrá porque persiste la caída de material de la montaña", señalaron las autoridades.
Los conductores de buses, camiones, tractomulas y carros particulares son los más afectados.
"El trafico está lento y eso nos retrasa, pero creo que lo importante para uno y los pasajeros, es llegar bien a nuestro destino", afirmó el con doctor de un bus que viaja de Bogotá a Cali y agregó que, en estos casos, lo mejor es acatar las recomendaciones de las autoridades "y tener mucha paciencia".
Lo más complicado de la vía está en el tramo Cajamarca-Calarcá y viceversa, donde los conductores deben sortear un sinnúmero de curvas empinadas, tramos angostos y lluvias fuertes que llegan con caída de rocas.
En el ascenso al alto de La Línea es fácil encontrar vehículos varados especialmente los de carga y los conductores dicen que "es un pico muy alto, una zona bastante fría y empinada que causa daños mecánicos en las tractomulas".
En medio de las dificultades los que más ganan son los vendedores de gaseosas, tinto, galletas, chitos, dulces, frutas y hasta de frijol que se cultiva en las lomas de Cajamarca.
"Estos días ha sido muy buena la venta de tinto y gaseosa, especialmente donde se presenta taponamiento o cierre de la vía", dijo una humilde mujer y su opinión fue respaldada por otros 7 vendedores de comestibles que se ubican cerca del peaje de Cajamarca.
IBAGUÉ