Mafias de microtráfico que operan en valledupar siguen incrementando su impacto en la comunidad educativa. Una situación que en los últimos años ha cobrado fuerza en esta localidad.
El accionar de este hecho delictivo viene camuflado a través de ‘Galletas mágicas’, que buscan intoxicar a más estudiantes.
Cada paquete de este ‘alimento’ se adquiere fácilmente en las afueras de los establecimientos educativos. Los distribuidores están cerca de la puerta de para focalizar a los posibles consumidores de este producto.
El colegio ha tomado las medidas pertinentes y alertó a las autoridades sobre este hecho. Esperamo los resultados de los análisis del menor afectado
La alerta se generó tras el ingreso de un menor de edad a un centro hospitalario de la capital del Cesar, supuestamente, porque ingirió este tipo de ‘Galleta mágica’, en las afueras del Colegio Rodolfo Campo Soto ubicado al norte de esta ciudad.
“Frente a la situación que se presentó el pasado viernes, damos un parte de tranquilidad. El colegio ha tomado las medidas pertinentes y alertó a las autoridades sobre este hecho. Esperamos los resultados de los análisis del menor afectado”, recalcó la institución en un comunicado.
Iván Bolaños, Secretario de Educación Municipal, destacó que se trata de un problema de fondo, y el flagelo de microtráfico busca fortalecer nicho en los colegios. Se ha intensificado porque los estudiantes representan un mercado potencial para estas estructuras delictivas.
“Es un tema recurrente, algunos estudiantes vienen realizando el ejercicio de llevar este tipo de insumos a las instituciones. Algunos de ellos se prestan por juegos, retos escolares. Afuera de la institución hay cualquier cantidad de personas que los envían para lograr ingresar este tipo de consumo y generar adicción a los alumnos”, resaltó el funcionario.
En igual sentido, aseguró que esta situación se evidencia en algunos colegios privados cuyas directivas no se atreven a denunciar oficialmente para no afectar la imagen de sus establecimientos educativos. El fenómeno se ha extendido a los colegios de la zona rural de Valledupar.
“La ruta está activada desde hace meses con el acompañamiento de la policía de infancia y adolescencia, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Fiscalía. Tenemos conocimiento que incluso familiares de algunos estudiantes son consumidores y suelen generar esta situación. A partir de hoy estamos prohibiendo el ingreso de cualquier elemento de consumo en las instituciones educativas, tanto privadas como públicas”, puntualizó el Secretario de Educación.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar