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Paseo familiar que terminó en tragedia: historia del niño arrollado por avioneta
Un niño murió y otros dos integrantes de la familia permanecen en Cuidados Intensivos.
Jaider de la Hoz y su esposa Lizbeth Miranda todavía no pueden creer la manera trágica como terminó un paseo de reencuentro e integración familiar.
El plan de la familia de la Hoz Miranda era aprovechar el puente festivo de la semana de receso escolar y volverse a reunir hermanos, primos y abuelos que por cuestiones laborales tuvieron que dejar Santa Marta e irse a vivir al municipio de Bosconia, Cesar.
Otros se habían mudado de barrio o por las ocupaciones del trabajo dejaron de verse. Por esa razón, estaban felices y entusiasmados de disfrutar juntos como lo hacían años atrás.
De lo lejos vi como la avioneta venía a toda la velocidad y se fue sobre ellos
El jueves 13 de octubre estuvieron compartiendo en un ceremonia católica el sacramento de la confirmación de uno de los niños de la familia y el domingo 16 de octubre programaron un paseo al mar y un almuerzo posterior.
Tal como lo acordaron, a las 8:30 de la mañana se encontraron en el sector de playa dormida, un balneario ubicado a unos cuatro kilómetros de la casa que los Miranda tienen en el barrio Aeromar. La misma en la que vivían antes de mudarse a Bosconia.
Tres adultos, dos niños y una adolescente estaban reunidos en el mar aprovechando el buen clima que hacía ese domingo.Todo parecía ideal para un gran día de integración familiar. Adultos y niños compartieron durante más de dos horas de un baño en el agua.
A las 10:40 dijeron que era el momento de retornar a casa para comenzar a preparar el almuerzo con otros familiares que decidieron no ir a la playa. Lizbeth Miranda recuerda que su mamá estaba impaciente por marcharse e incluso decidió irse adelante y esperarlos debajo de un árbol.
La sensación de felicidad que sentían cambiaría los minutos siguientes y se convirtió en la angustia y el desconsuelo más grande que hasta ahora sus vidas habían sufrido. Como consideraban que la casa estaba relativamente cerca, todos salieron del agua y se marcharon caminando.
Solo pude gritar, porque por más que corrí, cuando quise llegar, solo alcancé a recoger del piso a mi hijo que ya no respiraba
Apenas acababan de salir de la playa y recorrer unos metros del malecón, cuando apareció repentinamente un avión y acabó con sus planes. Lizbeth Miranda, cuenta que su hijo de tres años se le soltó de la mano y salió corriendo con su otra prima de seis a abrazar a su abuela que estaba más adelante.
“De lo lejos vi como la avioneta venía a toda la velocidad y se fue sobre ellos”, señala la madre.
Aunque ella presenció el recorrido de la aeronave, asegura que nada pudo hacer por evitar el desenlace fatal.
“Solo pude gritar, porque por más que corrí, cuando quise llegar, solo alcancé a recoger del piso a mi hijo que ya no respiraba”, detalla la mujer.
El incidente aéreo dejó cinco heridos. Foto:Archivo particular
Justo al lado del niño quedó tirada su hermana de 16 años, su abuela de 62 años y la otra menor de seis que también resultó gravemente afectada por el avión siniestrado. Aferrada a un milagro, con la ayuda de otros familiares llevó en un carro particular a sus dos hijos, sobrina y mamá a una clínica, pero allí solo confirmó lo que tanto temía.
El niño no había aguantado los golpes y falleció, mientras que la adolescente tenía solo algunas lesiones y trastornos. La otra menor y su madre también quedaron delicadas de salud y fueron recluidas a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Piden una explicación de lo qué pasó
Esto es un dolor incalculable. Era un niño sano que apenas comenzaba a vivir
Desde ese momento todo ha sido tristeza, impotencia y desconsuelo en la familia De la Hoz Miranda. Ninguno entiende cómo un avión se salió del aeropuerto y le quitó la vida al más pequeño de su hogar.
“Esto es un dolor incalculable. Era un niño sano que apenas comenzaba a vivir. No merecía terminar de esta manera”, manifiesta el padre, Jaider de la Hoz, quien se gana la vida en un taller de mecánica de carros en Santa Marta.
A Jaider le indigna que el personal del Aeropuerto de Santa Marta haya acudido a asistir solo al piloto y a la tripulación, mientras que las personas externas que fueron las más afectadas tuvieron que ir al hospital por sus propios medios.
“Nosotros llevamos a los heridos en un carro de unas personas que pasaban por el lugar. Mientras tanto los pasajeros de la avioneta que estaban ilesos fueron atendidos de inmediato y conducidos en ambulancias”, denuncia el hombre.
Lo único que queremos es que se haga justicia y que si hay un culpable responda por la muerte de mi hijo
El aeropuerto Simón Bolívar a través de un vocero aseguró que sí cumplieron con los protocolos de asistencia y seguridad posterior al accidente.
“Bomberos y sanidad aeroportuaria con una ambulancia atendió a los heridos y una vez estabilizados se remitieron en ambulancias externas a clínicas de la ciudad”, manifestó un vocero de la terminal aérea.
De acuerdo con la información suministrada por el aeropuerto, el accidente ocurrió a las 10:59 de la mañana y ya a las 11:03 a. m. estaba el personal experto atendiendo la situación médica y preventiva. Ya a esa hora la familia de la Hoz Miranda no estaba en el sitio porque se habían marchado en una lucha contra el tiempo para evitar la tragedia que finalmente los enlutó.
Jaider y su esposa Lizbeth, en medio de su dolor, siguen esperando que las autoridades y la empresa propietaria de la aeronave le expliquen como un avión se salió de su recorrido y se les vino encima.
“Lo único que queremos es que se haga justicia y que si hay un culpable responda por la muerte de mi hijo”, agregó Jaider de la Hoz.
Los familiares que viven en Santa Marta y aquellos que llegaron de Bosconia se reunieron masivamente este miércoles, para participar de un acto lleno de dolor donde despidieron al niño de tres años atropellado por el avión.
La lucha por la vida
Por su parte, Daniel Miranda, un tío de la víctima que llegó desde Bosconia, se mantiene en la clínica pendiente de la evolución de su hija de seis años y de su mamá que siguen delicadas.
En estos momentos de lo único que estamos pendientes es de que mi hija y mi madre salgan de la clínica
Daniel, quien también es mecánico, pero de vehículos grandes, manifiesta que ya un abogado de la empresa dueña del avión se comunicó con la familia y se comprometió a asumir los gastos hospitalarios.
El representante legal, quien se encuentra en Bogotá, manifestó que estará dirigiéndose los próximos días a Santa Marta para iniciar formalmente el proceso de responsabilidad civil.
“En estos momentos de lo único que estamos pendientes es de que mi hija y mi madre salgan de la clínica. No hemos hablado nada de indemnización”, expresó Daniel Miranda.
La familia Foto:Roger Urieles
Ni a ellos ni los padres del niño fallecido les han hecho alguna propuesta formal por parte de la aseguradora.
Este tema ellos esperan dejárselo a un abogado que los represente y pueda definir el monto de la reparación económica que se le entregará a los padres del niño fallecido y de los que resultaron con heridas de gravedad.
Las posibles causas del accidente
Una falla mecánica sería la causa que provocó el aterrizaje forzoso de la aeronave que causó el accidente con saldo trágico y terminó chocado contra un árbol en una playa de Santa Marta.
Una fuente policial reveló que el piloto, en su versión entregada, indica que el avión perdió fuerza durante el despegue y lo obligó a desistir de tomar vuelo.
En su intento de maniobrar el avión se le acabó la pista y debido a la velocidad que ya había alcanzado terminó rompiendo la malla del aeropuerto y arrollando a personas que estaban en la zona externa hasta chocar finalmente contra un árbol de trupillo en la playa.
En el avión tipo SF50 Cirrus de propiedad de Mera Way Industries Inc, y explotado por Panamerican Training Center, se desplazaban Milton Cabeza Peñaranda, su esposa Rosario Martínez, su hijo menor Miguel Ángel Cabezas, su nieta Ana María, la niñera Sandra Páez y Camila Ustaris, hija de la niñera.
El capitán Carlos Malaver, quien piloteaba el avión, se encuentra colaborando con el equipo técnico de investigación de la Aerocivil que busca establecer las razones exactas del accidente.