En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
En La Mojana sucreña, educación se ahoga y se hunde en el barro
Los colegios de todas las zonas rurales están afectados y los niños carecen de transporte escolar.
Los estudiantes llevan un mes sin recibir clase por el problema de inundaciones, las vías y la falta de transporte escolar. Foto: Cortesía
El río Cauca ha ingresado con furia a la zona rural de Sucre (Sucre), en la subregión de La Mojana y ahora está 'parapetada' sobre tablas, un tambo construido por su padre para que la familia no muera ahogada.
Bañarse es utilizar la misma agua del río y medio probar bocado para que en una canoa inicie un recorrido hacia su Institución Educativa. Son aguas estancadas con una considerable profundidad para su edad, pero se arriesga por esas ganas de ser educada.
Logra llegar hasta una zona donde ha bajado el nivel de las aguas y entonces le toca caminar entre charcos y el barro de las vías destapadas.
Para ella y otros niños de la región, el recorrido se convierte en una odisea siempre que arrecia el invierno y los pueblos de La Mojana sufren con las inundaciones.
La misma historia
La historia de Marianella es la misma de casi todos los niños de las zonas rurales de esta subregión afectada durante 10 meses por las inundaciones.
“Los niños son quienes más sufren con la situación, porque están acostumbrados a ser libres, a disfrutar de la vida, a jugar, estar con sus amigos, a ir al colegio y las afectaciones por el invierno los perjudica en todo”, señala Javier Pérez, habitante de La Mojana.
Todas las zonas rurales están afectadas con las inundaciones y damnificadas seriamente las instituciones educativas. Foto:Cortesía
Dice que esta no ha sido la excepción, pero que entre todas las necesidades que enfrentan, el no poder dar clases se convierte en la más difícil después de la situación que padecieron con la pandemia.
“Todas las zonas rurales están afectadas con las inundaciones y damnificadas seriamente las instituciones educativas, como la Manuel Álvarez Sampayo, el de Pueblo Nuevo, La Güaripa, Bajo Grande, San Cayetano, San José de Calastraba, la zona del occidente, las instituciones de la zona del Pancegüita”, manifiesta.
Nos dijeron que la semana siguiente comenzaba el servicio y nunca llegó
Enrique Aguas Acuña es un docente de la Institución Educativa de Palmarito, en la zona rural de Majagual, que afirma que el 45 por ciento de los estudiantes llegan desde otros corregimientos y veredas en medio de las mayores dificultades.
“Se ven afectados los estudiantes de La Ventura, El Totumal, Corredor, El Garzal, Güamalito, Cacagüal y Corneliano, que no llegan a recibir sus clases porque todas las vías están partidas”, afirma.
Manifiesta que en muchas ocasiones han pasado oficios a la istración municipal solicitando el apoyo con el transporte escolar y fluvial, además de bicicletas.
Los padres de familia tomaron la determinación de cerrar el colegio. Foto:Cortesía
“El 2 y el 3 de mayo nos citaron a una reunión con todos los rectores que necesitan el transporte escolar, como Zapata, Piza, Tomala, Sincelejito, La Sierpita y Boca de las Mujeres. Nos dijeron que la semana siguiente comenzaba el servicio y nunca llegó”, explicó el profesor.
Los padres de familia tomaron la determinación de cerrar el colegio en espera de lograr una solución por parte de la istración municipal.
IE La Palma
Orlando Vanegas, educador en el Manuel Álvarez Sampayo, del corregimiento La Palma, en Sucre (Sucre), muestra las aulas vacías porque los estudiantes no han podido llegar a recibir las clases.
La ola invernal también deja las vías en pésimo estado sin que se vislumbre un arreglo. “Le hacemos un llamado a la alcaldesa Elvira Julia Mercado para que nos dé la cara y busque una pronta solución”, precisó.
En otras sedes educativas, los salones y otras dependencias permanecen inundadas, por lo que los docentes decidieron suspender las clases ante el peligro que enfrentan los estudiantes.
Los padres de familia calificaron de injusta la situación, al llegar a un mes sin recibir clase por el problema de inundaciones, las vías y la falta de transporte escolar.
En Orejero
La situación más difícil se registra en el corregimiento de Orejero, pueblo olvidado de la zona rural de Sucre (Sucre).
El pueblo está anegado por completo, las corrientes del río Cauca ingresaron a las casas y las personas viven sobre tambos. En el colegio local los niños ayudan a sacar el agua acompañados de un profesor.
La necesidad se respira en todos los rincones, sin que la mano del gobierno local haya llegado por la región, de acuerdo con sus habitantes.
María García, líder de la población, clama la ayuda de la istración municipal, mientras recorre sus calles mostrando la necesidad en medio de las aguas.
La educación está paralizada en la subregión de La Mojana. Los colegios permanecen inundados, las vías colapsadas y los niños no tienen transporte escolar para llegar a los pocos lugares secos. Por ahora la educación reprueba el año escolar.