Tras cinco días de las seis capturas que se registraron por el caso de desaparición del
Maximiliano en Segovia, Antioquia,
se realizó la audiencia de imputación. Sandra Patricia Caro Pérez (madre del niño), el padrastro, Fabio Andrés Carmona Ramírez; la abuela materna, Damaris Estela Pérez Escalante y tres personas más hacen parte de los imputados por la Fiscalía.
Al padrastro, Fabio Andrés Carmona, le imputaron los delitos de desaparición forzada agravada y Tortura; a la mamá de Maximiliano, Sandra Patricia, le imputaron desaparición forzada agravada a título de autora y tortura a título de cómplice, mientras que a la abuela materna del menor le fue imputado el delito de tortura a título de cómplice.
Dentro de los capturados se encuentran Robinson Smith, alias orejas, a quien le imputaron el delito de desaparición forzada agravada y tortura a título de cómplice, y Susana Ceballos, alias la sumisa, a quien le imputaron desaparición forzada agravada y tortura a título de cómplice, mientras que a Fabian Alberto Monsalve le imputaron el delito de tortura a título de complice.
Los seis imputados no aceptaron los cargos.
El caso
El menor salió de su casa a comprar algo de comer el 21 de septiembre y desde entonces no regresó a su casa, según la versión de su madre.
Los habitantes del municipio comenzaron la búsqueda incansable y, tras un mes, fueron capturadas estas personas, que vivían con el menor de 6 años en la vivienda.
Según versiones de las autoridades, la familia de Maximiliano estaría relacionada con la secta 'los carneros', la cual utiliza la brujería para hallar guacas y estaría vinculada con ritos satánicos.
De hecho, los hallazgos del último allanamiento a la casa donde vivía el menor con su mamá y padrastro en Segovia, Antioquia, dan cuenta de libros y muñecos vudú que se utilizarían para ritos.
Incluso, habitantes del municipio llegaron a la casa del menor en medio de la búsqueda y encontraron olores fétidos y huecos con cruces en la propiedad.
"Se pudo constatar que varios del núcleo familiar, entre ellos la propia madre del niño, la abuela junto con su compañero sentimental y el padrastro del niño hacían parte de una secta conocida como ‘los carneros’, que además de prácticas
esotéricas se dedicaba al negocio de la minería. El padrastro sería justamente el líder de la secta, y al parecer impartía órdenes y ejercía control sobre los demás", indicaron desde la Policía Antioquia.
Las autoridades siguen la búsqueda del menor del que aún no se tiene rastro.
MEDELLÍN