Lo que era un juego inocente de niños con almendras, otras bananas y hasta pepas de mamoncillo pasó a ser un juego de muerte con piedras, machetes y ahora con armas de fuego y traumáticas.
Es una práctica de menores para enfrentarse entre sí, llamada ‘güireo’, ‘wireo’ o ‘chacaleo’, que ha venido tomando fuerza en las comunas del oriente de Cali, aquellas con barrios como Potrero Grande o Pízamos I, II o III o Valle Grande, donde muchos chiquillos en pantalones cortos y chanclas por un calor sofocante y por la pobreza sueñan con ser futbolistas.
Pero para muchos, ese camino es lejano y terminan siendo convencidos en ser parte de parches, pandillas o grupos delincuenciales que los utilizan para la comisión de delitos.
No hay una edad específica, pero muchos empiezan desde pequeños hasta tener como ‘padrinos’ a adolescentes y a jóvenes que superan los 18 años.
Suelen citarse para enfrentamientos a machete y bala, como los del pasado fin de semana en la calle 45, entre carreras 41H y 42. Se citaron lo del barrio Unión de Vivienda Popular, de la comuna 16, con los de República de Israel, del distrito de Aguablanca, en la comuna 15, la más violenta de la capital vallecaucana.
En Valle Grande también hubo otra disputa por ese mismo ‘güireo’.
Por fortuna, por ahora, de acuerdo con la Policía Metropolitana de Cali, no se han reportado muertos o heridos en estos enfrentamientos. No obstante, líderes de comunidades del distrito de Aguablanca comentaron que sí se han presentado, pero muchas veces llegan heridos o lesionados a los hospitales. Quizás por ello no quedan dentro de los heridos por estos enfrentamientos.
Pero al tiempo que los menores y los adolescentes se enfrentan por cruzar ‘fronteras invisibles’ o se citan para agredirse, integran grupos para tráfico de drogas y hasta cometer homicidios.
Según la Policía Metropolitana, en lo que va de este año se reportaron 64 menores infractores por diferentes delitos, en Cali, cobijados por la ley que impide ser judicializados como adultos.
En los primeros tres meses de 2023 hubo 575 aprehendidos En todo 2022 hubo 782 en el departamento, según la Policía Valle, de los cuales, 460 estaban en Cali. En 2021 se reportaron otros 846 adolescentes en el departamento.
Ante la situación que deja a los menores del oriente caleño en una condición de vulnerabilidad para ser manipulados por otros menores y adultos de grupos ilegales, en el Concejo surgió la propuesta de un toque de queda para niños y adolescentes en esta zona de la ciudad.
“Dado el riesgo del 'güireo' para los menores, urge que la Policía y el gobierno distrital tomen cartas en el asunto y eviten nuevos encuentros”, dijo el presidente del cabildo, Carlos Andrés Arias, quien pidió evaluar a posibilidad de ese un toque de queda. “Hay que articular la política del gobierno porque queda claro que hoy con todo lo que tiene Bienestar Social, no logra atender a la población infantil y juvenil”, dijo la concejal Daniella Plaza.
La cabildante advirtió que esta problemática se informó desde comienzos de este 2024 a la alcaldía de Alejandro Eder y a la Policía.
El líder Ricardo Salazar, quien tiene una escuela de fútbol en Pízamos III busca que 35 niños y menores, con edades entre los 7 y los 17 años, se concentren en el deporte. “Yo les hago mucha pedagogía en valores, pero ha habido casos de niños que no vuelven a los entrenamientos por temor a los de la invasión de Villaluz que está al frente de Pízamos”, comentó.
Aseguró que aunque un toque de queda es buena idea, “hay que tener en cuenta que el 'güireo' no solo es de noche, es a cualquier hora y en cualquier espacio”. Sugiere que falta una verdadera intervención social.
Salazar señaló que hace siete años tiene la escuela de fútbol, cuyo ingreso es gratuito. "Lo hago por vocación por los niños", aseguró. Inició con 55 menores y hoy tiene a 35, pues muchos ya son adultos y la escuela es solo para niños y adolescentes.
Sin embargo, dijo que hay deserción por el miedo de algunos niños a los parches o bandas.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Carlos Oviedo, dijo que tras hechos detectados como los del fin de semana, se desplazan patrullas dentro del modelo de cuadrantes de la institución.
“Ya con la alcaldía de Cali, a través de la secretaría de Seguridad y Justicia, estamos haciendo un acompañamiento”. Dijo que hay patrullajes permanentes en sectores del oriente, no solo para reaccionar con personal motorizado, sino para hacer prevención.
En la secretaría de Seguridad de Cali informaron que se busca trabajar de una manera más intensa con la Policía y de la mano con la secretaría de Bienestar Social del distrito.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CALI