Miles de caleños no pudieron dormir tranquilos en la noche de este jueves, tras las denuncias que circularon en redes de que grupos de vándalos rondaban la ciudad para realizar robos en conjuntos durante el toque de queda.
Desde las 3 de la tarde, la hora en la que el alcalde de Cali, Maurice Armitage, anunció que decretaba esta medida, debido a los disturbios que hubo durante el paro nacional, las calles de la ciudad comenzaron a desocuparse.
A las 5 de la tarde, las empresas que laboraron este jueves cerraron sus puertas para que sus empleados tuvieran tiempo de llegar a sus casas.
A esa misma hora, por las calles del centro, donde horas antes hubo enfrentamientos de manifestantes con la policía, solo merodeaban grupos de jóvenes y habitantes de calle, que caminaban sobre las piedras y las tachuelas regadas por el piso.
Quienes salieron a las 6 de la tarde de sus trabajos o de los centros comerciales con la esperanza de encontrar un taxi debieron buscar en las plataformas tecnológicas un carro o recurrir a familiares para llegar a casa. A esa hora, todas las calles de la ciudad parecían las de un pueblo fantasma.
Pero aunque las calles estaban vacías, quienes se desplazaron en sus carros debieron esquivar barricadas ubicadas a lo largo de algunas de las arterías de la ciudad, como la calle 5.ª, pues grupos de personas arrojaron tachuelas y llenaron varios sectores de llantas.
Tomar las avenidas circundantes a la Universidad del Valle era imposible porque la policía cerró las calles para evitar desmanes como los que se presentaron en horas de la mañana.
Algunos creyeron que con llegar antes de las 7 iban a descansar, pero estaban equivocados. Grupos de vándalos ingresaron a unidades residenciales para hacer saqueos.
Una de estas situaciones sucedió en los conjuntos Nogales y Zafiro, en el sector de Valle del Lili, en el sur de la ciudad.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad de Cali, tropas de la Tercera Brigada del Ejército y la Policía Militar fueron desplegadas en horas de la noche para garantizar la tranquilidad de toda la ciudad. La Secretaría de Seguridad de Cali recomendó tener calma a los habitantes de la ciudad.
Ese fue el epílogo de una manifestación que tuvo una marcha pacífica y actos de vandalismo. Todo comenzó en la mañana con la quema de llantas en la salida a Yumbo. Y horas después empezaron enfrentamientos entre encapuchados y del Esmad en la Universidad del Valle, sobre la avenida Pasoancho. Según denunciaron los estudiantes, ellos se encontraban realizando un plantón pacífico, cuando fueron provocados por el escuadrón antidisturbios.
Aunque los enfrentamientos se apaciguaron en la universidad, horas después, en el mismo sector, un grupo de vándalos atacó el centro comercial Unicentro y la violencia se fue extendiendo a otras zonas.
Se presentaron intentos de saqueos de locales comerciales en el suroriente, encapuchados derribaron un semáforo que tenía una cámara de fotodetección, una ambulancia fue atacada a piedra con sus ocupantes adentro, a dos policías les destruyeron la moto y 11 buses del MIO fueron atacados.
Disturbios en Jamundí
La medida de toque de queda también se extendió al municipio vecino de Jamundí.
En este municipio del Valle se presentaron también actos vandálicos durante las manifestaciones, por lo que su alcalde, Edgar Yandí, tomó la medida.
“Se hizo para preservar la vida, la honra y los bienes de todo los jamundeños”, dijo el funcionario.
Y en Popayán implementaron la noche del jueves el toque de queda en el centro, donde los manifestantes pintaron con letreros el edificio de la Alcaldía y hubo enfrentamientos entre el Esmad y encapuchados.
Desmanes y saqueos en Bucaramanga
Varios disturbios y saqueos a locales comerciales opacaron las marchas pacíficas que se realizaron este jueves en Bucaramanga.
De acuerdo con Andrés Fandiño, secretario del Interior de Santander, en horas de la noche encapuchados cometieron actos vandálicos en el edificio de la gobernación de ese departamento.
“Es lamentable que por unos pocos vándalos se oscurezca la marcha del día de hoy. Agradecemos a aquellos que están protegiendo a nuestra Fuerza Pública”, dijo Fandiño.
Por otro lado, autoridades reportaron que sujetos desconocidos saquearon locales comerciales, entre ellos, un almacén de electrodomésticos ubicado en la calle 36.
El balance final indica que por lo menos veinte establecimientos fueron atacados.
Los enfrentamientos también dejaron a ocho uniformados lesionados y provocaron la captura de otras dos personas.
Además, la Policía informó que 10 menores de edad fueron amonestados por cometer actos de vandálicos.
NACIÓN y BOGOTÁ