Ellas son mamás líderes y guerreras en el Valle

De las más de 1,2 millones de mujeres que viven en Cali, el principal rango en edad de ser mamás por primera vez corresponde a aquellas con edades entre los 20 y los 24 años.

Hay más de 100 mil mujeres en esta categoría, pero también hay otras 100 mil con edades entre 25 y 39 años. Sin embargo, buena parte de esta última población ha arrojado una menor tendencia de convertirse en madres.

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Así lo señalan algunos datos del Departamento istrativo Nacional de Estadísticas (Dane).

Así mismo, conforme con información de la Alcaldía de Cali, las comunas con una mayor densidad poblacional son la 6, en el nororiente de esta capital; la 13, la 14 y la 15, en el oriente y que conforman el Distrito de Aguablanca, y la 17, en el sur caleño.

Siendo así, según estos datos, Cali muestra un potencial de población joven para empezar a tener hijos.

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A su vez, las campañas de prevención y de educación sexual en la ciudad y también en el Valle del Cauca, así como la visibilización de denuncias por riesgos de abusos sexuales en menores han dado frutos para que los embarazos en adolescentes sigan descendiendo. Es un panorama de reducción que se viene registrando, sobre todo, en los últimos cinco años.

A su vez, hay una tendencia a menos nacimientos. Según el programa 'Cali Cómo Vamos', en 2019 hubo 17.945 nacimientos y en 2020, 17.577, es decir, 368 menos. 

EL TIEMPO les rinde un homenaje a todas las madres en Cali, el Valle del Cauca y en el país. 

Apunta: “Es un proceso de aprendizaje y de agradecimiento a la vida, con Dios, por tener esa oportunidad. Cada día se aprende, cada día se trata de mejorar, de hacer un buen trabajo para que los hijos, en este caso mi hija aporte a la sociedad, sea un buen ser humano y disfrutar al máximo. Enseñar disciplina, enseñar perseverancia, emprendimiento, liderazgo que aprendan de los errores, es muy valioso”.

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Asegura que busca proteger la vida en Cali y ser mamá le permite tener esa sensibilidad y cercanía desde la istración. 

“Cuando salimos a la calle a hacer actividades de ‘Compromiso Valle’ y hablo con estos jóvenes, la mayoría mujeres, jovencitas, también madres como yo, trato de que vean en mi a alguien que los impulse a salir adelante, a cumplir sus sueños por esos niños que son el futuro de este país y de esta ciudad”, relata la dirigente caleña.

Recuerda que cuando tenía 10 años les decía a sus papás que quería ser política, pero la vida la ha llevado hacia el servicio público.

Cumple cuatro años al frente de ProPacífico y quiere llevar el barco de ‘Compromiso Valle’ a buen puerto. 

Desde entonces se convirtió en la ‘madre de las multitudes’, como esta caleña, de 58 años, lo manifiesta, pues así le dicen allegados y donantes de la fundación que abrió con tesón y esfuerzo en el oriente caleño.

Allí alberga a más de 100 abuelitos. Son sus bebés, sus niños, como les dice de cariño. Ana Beiba es madre cabeza de hogar de siete hijos: Franci, Julia, José, Mauricio, Alberto, Esteban y Cristian. Son su mano derecha en la Fundación y Hogar para el Anciano Abandonado que ella creó en la carrera 27 91A-11, en el barrio Alfonso Bonilla Aragón. Para ayudarla, la línea 316 4593051. 

“Fui madre a los 18 años cuando apenas estaba en la escuela Carlos Sarmiento Lora. Tuve la niña por cesárea, pero el amor al fútbol me llevó a jugar a los tres meses cuando al menos se debe estar por fuera un año”, dice la exfutbolista Carmen Rodallega.

“En el fútbol femenino hace falta una política para apoyar a la mujer futbolista o deportista, en el que podamos tener al menos una guardería para dejar a nuestros hijos que nos permita concentrarnos plenamente en el terreno de juego”, expresa quien se vistió las camisetas del Deportivo Cali, el Huila y del Orsomarso Palmira. Actualmente es formadora en la escuela Carlos Sarmiento Lora. 

Carolina Revelo es bailarina de la Compañía Rucafé y una de las integrantes del colectivo de Delirio.

Su día a día lo alterna con su rol de ser la madre de Emili Revelo, quien es una de las bailarinas más jóvenes de este montaje caleño.

“Soy mami orgullosa. Mi experiencia en Delirio ha sido la mejor, llena de días apresurados, de momentos difíciles donde se piensa que no, pero al final si (...) Gracias a Dios tengo a una hija súper noble, llena de amor, disciplinada y muy talentosa, con la que gracias a Delirio puedo compartir escenarios y momentos hermosos, en los que las dos sonreímos viendo el público ser feliz cuando bailamos”, comenta Carolina. Al igual que ella, varias de las bailarinas de la compañía Delirio también son madres y ponen lo mejor de sus talentos para darle vida al Paseo de la aurora y a los espectáculos de cabaret de temporada.

“Uno a los hijos jamás los abandonará. Así como tengo muchos hijos en lo cultural. Mi hija es mi todo y eso hay que saberlo manejar”, sostiene esta gestora cultural.

Sin embargo, dice que no celebra el Día de la Madre cada año por el dolor y la pérdida de su progenitora.

“Mi madre falleció hace unos seis años y al poco tiempo falleció mi hermana que era como otra madre para mí. Entonces estas fiestas son duras, porque uno recuerda a su mamá y se le da otro significado y otra connotación a la fecha”.

Y anota: “La madre es el centro de toda familia. Cuando mi madre falleció y murió mi hermana, la familia se dispersó. Unos están en Europa, otros por otro lado, se dispersa el núcleo familiar, las familias se desintegran”.

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