Las autoridades sanitarias intentan cerrarle el cerco epidemiológico al virus que ya llegaría a unas 500 personas, incluidos los os familiares de integrantes del Instituto Naconal Penitenciario y Carcelario (Inpec) y de los internos.
El pasado 20 de mayo se reportaba en cero la cifra de casos positivos por covid-19 dentro de la Cárcel del Distrito Judicial de Villahermosa. Funcionarios de la Alcaldía de Cali y la Defensa Civil realizaron una jornada de desinfección, fumigación y lavado en las instalaciones del establecimiento de mediana seguridad.
El perímetro de la cárcel fue desinfectado con amonio cuaternario y también se hizo un trabajo de fumigación al interior del lugar.
Pero hace unos 10 días, empezó una alerta por los síntomas de un interno. En esos momentos corrió el rumor alrededor de una funcionaria de salud cuyo padre habría dado positivo para el contagio. Pero ella dio negativo en su prueba.
A mediados de la semana pasada se conocía que un guardián del Inpec había recibido un resultado positivo. Lo que eran comentarios se volvió una alarma y el fin de semana se confirmó que 12 internos y seis funcionarios estaban contagiados.
La Secretaría de Salud ya estaba avanzando en un tamizaje masivo y en la tarde de este lunes, el Inpec confirmó que el número de enfermos subía a 119. El informe oficial dice que hasta el momento se han tomado 590 pruebas diagnósticas, de las cuales 212 salieron negativas y aún se espera el resultado de 269.
El control a la emergencia es complejo en un centro penitenciario que congrega 5.643 internos y presenta un hacinamiento de casi tres veces la capacidad de las instalaciones. Los pacientes han sido llevados a uno de los patios, pero todavía no se puede fijar el número de contagiados.
Las visitas de familiares de los reclusos fueron restringidas desde el 7 de marzo. Las autoridades sanitarias y las penitenciarias están revisando si ha existido o con personas externas por parte de quienes están pagando condenas o están pendientes de sentencia.
CALI