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Así se zanjó crisis entre Cámara de Comercio y Confecámaras: ¿hay solución a la vista?

Una reunión entre las cabezas de estos dos organismos abrió la puerta a un posible acuerdo.

El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá, Ovidio Claros, encabezó un alboroto frente a la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio. Foto: Archivo Particular / Sergio Acero. El Tiempo

EDITOR DE BOGOTÁ20.12.2023 19:45 Actualizado: 21.12.2023 00:00

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Tras varias horas de tensión por la decisión de la Cámara de Comercio de Bogotá de desafiliarse de Confecámaras, y con ella cerca de una veintena de estos organismos regionales, la CCB y la confederación llegaron a un acuerdo que, al menos por ahora, permitió superar la crisis y abrió la puerta para una posible solución.

(Lea también: Por qué la Cámara de Comercio de Bogotá quiere desafiliarse de Confecámaras).

Una reunión en febrero del próximo año con los presidentes de las 57 cámaras de comercio del país fue el eje fundamental del acuerdo.

Ovidio Claros Polanco presidente de la Camara de Comercio de Bogotá Foto:César Melgarejo/ CEET

Dicho encuentro, que será en Bogotá y que aún no tiene fecha puntual establecida, es “con el ánimo de recoger las inquietudes y propuestas encaminadas a fortalecer el sistema cameral colombiano y volverlo más democrático y participativo”, según indicaron las partes en un comunicado.

Fue precisamente un encuentro de última hora que sostuvieron los presidentes de Confecámaras, Julián Domínguez, y de la CCB, Ovidio Claros, en la sede empresarial de esta última, lo que permitió superar las tensiones.

Minutos antes, en una entrevista con el editor general de EL TIEMPO, Ernesto Cortés, y transmitida por ELTIEMPO.COM, Ovidio Claros había planteado la posibilidad de un diálogo con Domínguez. Dijo que era el representante de Confecámaras quien tenía que plantear alternativas frente a las quejas que las cámaras de comercio.

El balón está en la cancha de Domínguez, él es el que tiene que sentarse y decir: ‘bueno, vamos a democratizar esto'

“El balón está en la cancha de él (de Domínguez), él es el que tiene que sentarse y decir: ‘bueno, vamos a democratizar esto’”, señaló Claros, quien agregó que estaban esperando que Confecámaras tomara la iniciativa y planteara “un diálogo abierto y sincero”, a fin de que “se cambien las estructuras que hay y que no le sirven a los asociados”.

En efecto, el presidente de la confederación, quien tiene su despacho a unos minutos de Ovidio Claros y que estaba siguiendo la transmisión, se desplazó hasta la Cámara de Comercio de Bogotá para dar los primeros pasos de un diálogo con todas las cámaras.

Los momentos de tensión

Como lo publicó en la mañana de ayer EL TIEMPO, la Cámara de Comercio de Bogotá notificó el 13 de diciembre pasado a la confederación su propósito de desafiliarse, un hecho que dentro del organismo nacional generó preocupación, así como en algunos de la junta directiva de la CCB.

El propio presidente ejecutivo de la cámara de comercio de la ciudad le confirmó a este diario la intención salirse de esa agremiación y contó que era una propuesta de un miembro de la junta directiva y que él la compartía. No obstante, precisó que debía surtir un proceso y pasar por la junta directiva.

(Más noticias: Confecámaras responde a Cámara de Comercio de Bogotá sobre su decisión de desafiliarse).

Claros también afirmó que Confecámaras se volvió un organismo “paquidérmico y burocrático” y “no escucha a las cámaras”. Indicó, igualmente, que el pasado lunes, 26 cámaras estaban apoyando la idea de desafiliarse y habían firmado un documento.

Julián Domínguez Rivera, presidente de Confecámaras Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo.

Según le manifestó a este diario, los gremios regionales consideran que en vez de pertenecer a Confecámaras “es mejor fortalecer a las cámaras y hacer una asociación entre todas y que no les cueste nada”.

Ante esto, en la mañana de ayer, Confecámaras indicó en un comunicado que respeta la decisión voluntaria de la Cámara de Comercio de Bogotá, pero que no acepta que se descalifique su gestión. Y señaló que la confederación es “una entidad cuya filosofía de trabajo se basa principios democráticos, de buen gobierno corporativo y en la búsqueda permanente del interés general”.

En medio de este rifirrafe se conoció que Ovidio Claros había aspirado a la presidencia de la junta directiva de Confecámaras en octubre pasado, poco después de posesionarse en Bogotá, pero su candidatura no prosperó. Luego de eso no volvió a asistir a las reuniones mensuales de la junta de la confederación.

De hecho, un miembro de la junta de la Cámara de Comercio de la ciudad le dijo a EL TIEMPO que “si Claros hubiera sido elegido presidente de Confecámaras, no estaría ahora planteando la desafiliación”.

Aseguró además que ese tema no ha pasado por la junta directiva y que si bien no puede asegurar que en los estatutos esté que la afiliación a alguna organización sea un asunto de la junta, “por cortesía debió llevarlo”.

(Le puede interesar: Las implicaciones que tiene el cambio de poder en la Cámara de Comercio de Bogotá).

La misma fuente indicó que detrás de la intención de desafiliarse y de congregar a otras cámaras de comercio alrededor de ese tema puede haber el interés de dividir. Sin embargo, Claros rechazó esa posición.

Si Claros hubiera sido elegido presidente de Confecámaras, no estaría ahora planteando la desafiliación

Cabe recordar que el excongresista y exmagistrado del Consejo Superior de la Judicatura llegó a la presidencia ejecutiva de la Cámara de Comercio de Bogotá con el apoyo de los delegados del presidente Gustavo Petro, luego de varios meses de que su nombre se empezará a mover dentro de los de la junta directiva, hasta que a finales de septiembre obtuvo la mayoría (8 de 12 votos) y no por consenso como había sido la tradición.

EL TIEMPO pudo establecer que la CCB paga al año una afiliación de 390 millones de pesos a Confecámaras, más alrededor de 1.600 millones por servicios que son claves para su funcionamiento.

Este es un valor que para el miembro de la junta directiva ado por este diario no es representativo en una entidad que tiene un presupuesto de 450.000 millones de pesos al año.

También se conoció que las afiliaciones de las cámaras de comercio del país a la confederación solo representan el 4,5 por ciento del presupuesto total de ese organismo.

Esta no es la primera vez que en la Cámara de Comercio de Bogotá se plantea la desafiliación de Confecámaras. En los años 90 hubo una amenaza de retiro de la agremiación nacional.